28: ¿Boda?

3K 198 5
                                    

Faltaban dos días para la gran boda, en todo este tiempo pasó muy rápido. Me sentía; feliz, triste, confundida, entusiasmada. Una combinación rara de sentimientos.

Flashback

Romina María Stark Carbonell –sino mal recordaba, el que hablaba era Layto, dios del fuego y destrucción.

Yo: Hola –no sabia que hacer. ¿Una reverencia? Si, eso hice– ¿Layto, no es haci?

Layto: No te equivocas, hay una razón por la cual fuiste traída –con la mirada señaló a un punto en específico. A unos metros de ellos se encontraban unos lindos cristales.

Theo: Esos cristales que ves, serán tu mayor ayuda joven Stark –dios de la esperanza, ese era Theo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Theo: Esos cristales que ves, serán tu mayor ayuda joven Stark –dios de la esperanza, ese era Theo. Per no entendía nada.

Cystel: El punto, es que algo muy malo se viene en un futuro no muy lejano –sus rostros mostraban preocupación. Eso me preocupaba a también.

Yeri: Será mejor que no lo hagas, no mires el futuro.

Me detuvo al ver las nebulosas azules en mis brazos.

Yo: No entiendo nada de lo que dicen –suspire.

Kelos: Tampoco entendíamos nada a tu edad, pronto sabrás el por qué de las cosas, esperamos no falles en el intento.

No entiendo nada.

Layto: Es hora de que asumas el poder, Romina ahora todo será para ti –apreté los puños nerviosa.

Yo: Yo no pedí nada, tampoco quiero más poder del que ya tengo... –miré a Edward quien parecía estar igual que yo– ¿Eh.. que haces?

Theo: No tenemos tiempo –retrocedi unos metros, esa cosa con cristales flotaba en mi dirección.

Edward: Vámonos de aquí –él iba a tomar mi brazo pero se detuvo en el aire.

Yo: ¿Que pasa? –intente moverme, tampoco podía. Utilicé mis poderes, fue en vano.

Yeri: No luches, tu destino está marcado Stark...

Fin Flashback

Yo: Tsk... Todo esto es muy frustrante –murmure mirando el libro frente a mi, al igual el ahora brazalete en mi muñeca.

No se podía quitar con nada.

Pietro: Cortate la mano –le lancé un cojín en la cara.

Yo: No gracias, tu sugerencia es muy mala.

Las cosas cambiaron para mí, ahora sufría de sueños raros... muchas veces con objetos en específico, lo que recordaba era el escudo de Steve y un raro guante.

Avengers Y... ¡¿Crepúsculo?! | Edward CullenWhere stories live. Discover now