Paper Hearts ❥ Kookmin Omegaverse {Paper Hearts I}

🐱Capítulo 30🐱

En ocasiones, la vida daba tantas vueltas que parecía que cuando dejaba de girar nada era igual que antes. Que todo había cambiado. Tu rutina se veía interferida por un montón de acontecimientos inesperados, pero eso no significaba que el día fuera a peor, ni mucho menos.

Jimin lo supo cuando, por primera vez en su vida, fue llamado al despacho del director.

Sus gafas se resbalaron a la punta de su nariz mientras se decidía a llamar o no a la puerta. Su pequeño puño temblaba. ¿Qué había hecho mal? Nunca había faltado a una clase, jamás había suspendido o hecho algo malo. Su expediente era brillante. Nada tenía sentido.

Seokjin resopló dentro del despacho, observando la hora en el reloj de su muñeca.

-¿Dónde se ha metido Park ahora?

Jungkook sonrió ladeado, sentado en la silla frente a él.

-Está fuera, pero no se atreve a entrar.

-¿Tienes superpoderes o qué, Jeon?- Seokjin se levantó confundido.

Esa era una buena pregunta. Jungkook tampoco sabía cómo, pero el hecho era que sabía exactamente cuando Jimin estaba cerca. Quizás era por todas las veces que lo había tenido encima, impregnándolo de su aroma a bayas y malvaviscos, que su lobo había terminado memorizándolo como un perro sabueso.

Mientras consideraba todas las opciones, Seokjin abrió la puerta. Jimin trastabilló en un brinco hacia atrás, con los ojos abiertos y cara asustadiza.

-I-iba a llam...-

-Pasa de una vez- refunfuñó el Alfa hastiado.

Entonces, los ojos del rubio chocaron con la figura de Jungkook, desperdigada en una de las sillas mientras jugaba con todos los bolis del director. El azabache lo miró de vuelta por encima del hombro.

-¿H-ha pasado algo?- Jimin musitó.

-No sé- Seokjin expuso a sus espaldas tras cerrar la puerta. Jimin brincó de nuevo, sintiéndose una pequeña presa- Decídmelo vosotros.

Con su bota, Jungkook echó la silla a su lado hacia atrás para que el Omega pudiera sentarse. Jimin se sentó despacio y cauto, sus ojos mirando de soslayo a los de Jungkook.

-¿No vais a decir nada? ¿Preferís ver las grabaciones?- Seokjin fingió una amistosa voz mientras señalaba el ordenador.

El tatuado sonrió ladeado y divertido.

-Si nos hace los honores, director.

-¡C-cállate!- Jimin le chilló en susurros abochornados.

-Parece que el joven Park no se acuerda demasiado bien- Seokjin bromeó- Vamos a refrescarle la memoria.

Después, Seokjin le dió al play, y todo lo que abarcó la pantalla de su ordenador fueron ellos dos besándose entre trompicones y toqueteos dirigiéndose a los baños. La cara de Jimin se convirtió en un tomate. Ni si quiera sabía qué día de todos era el que estaba mostrándose en la pantalla. Habían hecho lo mismo todas las tardes aquella semana.

-Y-yo no soy ese- contestó rápidamente- S-se parece mucho a mí p-pero no soy yo.

-¿Ah, no?- Jungkook contestó entrecerrando los ojos.

-Bueno, como es evidente, y bastante esperable, a Jeon le da igual. No es la primera vez que lo hace, de todos modos- Jungkook se encogió de hombros- Pero lo que me sorprende de todo es que tú, Jimin, estés involucrado en algo como esto.

-H-he dicho que y-yo no soy ese- contestó apretando los tirantes de sus mochilas- ¡Y-yo soy mucho más alto!

-Mi espalda no piensa lo mismo- el azabache respondió con suavidad. Ni su espalda, ni su cuello cuando tenía que agacharse para alcanzar su boca.