Laura es la única chica virgen nacida bajo la luna sangrienta tras una noche de cosecha ( 31 de octubre). Ella es la llave para volver completamente inmortal e indestructible al vampiro William Bathory. (hermano de Elizabeth Bathory) quien la ha est...
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(Laura)
Después de lo sucedido con Boris , estaba una vez más en los pasillos de la escuela, pero en ese momento no estaba sola, Boris estaba conmigo.
Fuimos hasta nuestras taquillas para pretender que todo estaba bien, como si viviéramos una vida normal; pero en realidad, debajo de la superficie ocultábamos mucho más. - Tranquila, todo estará bien, yo estoy aquí. - Boris me había susurrado al oído y luego me dedicó una sonrisa.
Estaba nerviosa pero me dispuse a poner los libros en el casillero. Había sonado el timbre, indicando el comienzo de clase. Lastimosamente, esta vez Boris no iría a la misma clase que yo asistía.
Él se despidió de mí dandome un gran beso. Mientras que algunos miraban a hurtadillas y con ojos curiosos. Podía oír los murmullos de espectadores indeseables. Escuchaba los cuchicheos sobre lo rápido que me había recuperado de la perdida, pero, ¿quiénes eran ellos para juzgarme? Las personas debían mantener sus narices en sus propios asuntos. Ya no me molestaba que pensaba quien o que diría tal; sabía lo que me estaba sucediendo, mis días estaban contados y trataba de vivir los últimos momentos.
Caminaba por el pasillo para ir a mi próxima clase, el pasadizo estaba casi desierto y no me importaba en absoluto llegar tarde; después de todo sería la cena o el almuerzo del próximo vampiro que se atravesara en mi camino.
Abrí la puerta del salón y un montón de cabezas giraron hacia mí dirección, muchas miradas curiosas me golpeaban el rostro como fotografías que no quería ver; todos estaban sentados en sus respectivas butacas. La profesora era una mujer de cabellos dorados y de falso bronceado, torció la boca en gesto desaprobatorio.
-Espero que tenga una buena excusa Señorita Mackenzie. - Escuchaba los cuchicheos de los demás y me parecía odioso. Voces se esparcían ametrallando mi cabeza, eran como ecos dentro de mi conciencia, la cabeza estaba explotándome.
"¿Qué demonios sucede?" Pensé en mi mente. Me encontraba alterada y confundida. Sentía la invasión de privacidad en mis pensamientos, mis pies iban a dejar el suelo muy pronto estaba a punto de caerme y retorcerme sobre el suelo por el terrible dolor de cabeza, pero me aguante para no ser el espectáculo matutino de la escuela. ¿Acaso estaba teniendo un ataque psicótico?
"Mmmm, Llegando tarde...", - Me preguntó una voz en mi cerebro y no era la mía. - "¿Por qué será?...... ¡Hueles al pequeño Kirsch! Realmente me decepcionas, Laura". -La intromisión a mi mente fue sorpresiva, solo yo estaba escuchando la voz en mi cabeza. Sonaba descabellado, pero eso era lo que estaba sucediendo. Trate de ignorarla, pero el dolor era punzante era insoportable y continuo. ¿Estaba alucinando? ¿Realmente estaba loca?
Pero aquella voz se me hacía conocida... escudriñé por todo el salón, viendo de dónde provenía esa infernal voz dentro de mi cabeza.
Lo vi sentado en la última carpeta al lado de una rubia voluptuosa y despampanante que lo contemplaba como idiota.
