Sutera [IshigamixIino]

Capitulo 1.-Miko la tesorera.

El sonido incesante del teclado virtual de mi tablet se detuvieron, solté un suspiro de alivio y me dirigí al presidente que se encontraba charlando con Shinomiya-senpai y con Fujiwara-senpai.

Miko: Están listos los presupuestos de este mes, se lo enviaré a su correo electrónico más tarde, si me disculpa.-guarde mi tablet en mi bolso y me puse de pie.

Shirogane: Gracias Miko.-dio una reverencia.

Shinomiya: Hiciste un buen trabajo.-agregó.

Miko: Es sólo mi trabajo.....aunque muchas gracias....-me sonjore.

Nunca he sido bueno para este tipo de cosas, en este momento me siento completamente avergonzada.

Fujiwara: ¡Eh!...te vas Miko-chan...-soltó de repente.

Miko: Lo siento Senpai pero tengo que atender el Comité de moral pública, Koba-chan tiene que estar esperándome.-le dije caminando hacia la puerta.

Fujiwara: Esta bien....pero ¡¡Jugaremos mi nuevo juego la próxima vez!!.-exclamó con los puños al aire.

Miko: Si, por supuesto Senpai.-me despedí.

Salí del recinto despidiendome de todos, camine por los largos pasillos de la academia hasta llegar a un salón de clases donde solo había una mesa con dos sillas, una de las cuales estaba ocupada.

Osaragi: Miko-chan, ya está aquí.-decía cambiando la página del libro que sostenía.

La chica calmada que está frente a mi es Osaragi Koba-chan, ella fue mi única amiga desde que estabamos en la primaria, Koba-chan es una chica muy linda y no lo digo en el sentido literario, es decir, físicamente Koba-chan es hermosa pero como persona lo es aún más......siempre estuvo conmigo cuando la necesite, Koba-chan siempre me apoya, ella es mi mejor amiga.

Miko: Muy bien Koba-chan, es hora de patrullar.-dije colocando mi bolso sobre la mesa.

Salimos del aula, por supuesto todos los alumnos nos miraban al pasar, eso se debe a que saben que mientras está chica este en turno no permitirá ninguna infracción, no dejaré que ninguna mala acción ensucie a nuestra honorable institución, las personas malas nunca se acaban, es por eso que papá y mamá nunca están en casa pero nunca será motivo de tristeza, ellos son mi ejemplo para poner fin a las fechorías de esas malas personas y hablando de malas personas......El mismo diablo acaba de aparecerse.

El chico de cabello oscuro, tan largo como para cubrir sus ojos estaba sentado al pie de la escalera con una consola en su mano, es tan pálido como un fantasma y siempre tiene esa cara de vándalo, su nombre es Ishigami Yu. Fuimos compañeros de clases durante la secundaria, solía ser un chico muy reservado y claro muy solitario pero después de cierto incidente en el que estuvo involucrado dejó de asistir a clases, el fue suspendido. Después de algunas investigaciones llegue a enterarme que a pesar de que el entregaba sus tareas con regularidad el consejero de la escuela aún no le permitía volver así que fui a hablar severamente con él sin embargo este seguía poniendo trabas hasta que con el apoyo del Sr. Director logre que pudieran dejarle volver........aunque como pueden ver a Ishigami Yu le vale un rábano.

Miko: Nuevamente con esa consola, ishigami.-dije amenazante.

El chico hizo caso omiso, eso causó que soltara un leve gruñido entonces por unos segundos sus ojos dejaron de ver la pantalla, me observo y regreso sus ojos a su juego.

Ishigami: Ah, tú.-sus dedos se movían constantes.

Una vena se remarcó en mi semblante.