Yo aún te amo.

34. Ya te extraño.

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Me daba pena ver su dolor pero no podía ayudarlo, tampoco quería hacerle más daño, sabía cuanto dolía un corazón roto.

Apesar de que ya había pasado un año, aún no se acostumbraba a la idea de nuestra separación, no lo compadecia pero era difícil superar algo así de fuerte, a mi casi me había costado la vida.

Me apoye en un carro con los brazos cruzados.

Él solo me observaba, con una expresión necesitada, me dolía pensar que estaba en la oscuridad cuando la realidad podría ser completamente distinta para él.

- ¿Cómo va la empresa de tu padre?

- Mmm bien.

Era incómodo en realidad nosotros no teníamos mucho en común.

- Creo que no es algo a lo que le ponga mucha atención últimamente - pareció pensar mucho - creo que es mejor que me vaya, seguiré tu consejo. .

- ¿Así? ¿cuál de todos?

- Creo que debo irme lejos un tiempo, donde no pueda llegar aquí fácilmente.

Su expresión era de auténtico sufrimiento, me acerque a él instintivamente, deteniendome apenas un par de pasos arrepintiendome de abrazarlo en el último segundo y no era más que miedo a volver a acercarme y que mi cuerpo reaccionará como la última vez, había tardado en olvidar la sensación de nuestros cuerpos juntos varios meses y no quería volver a pasar por lo mismo.

- Hey no, cálmate no puedes abandonar todo solo para alejarte de mi.

- No entiendes Jimin.

Lo comprendía más de lo que el creía.

- Yo no estuve solo cuando decidí dejar mi dolor atras, el Sr. Kim estuvo conmigo, él fue mi fuerza en esos tiempos difíciles.

Luego me di cuenta que jamás le había hablado de él.

- El Sr. Kim fue mi amigo pero falleció hace tiempo, de él era el bar.

- Agradezco que él fuese tu apoyo cuando yo te dejé sólo.

La sensación de dolor era lantente en sus palabras.

- No estoy seguro que yo te pueda ayudar en algo Jungkook, siento que te daño con cada palabra que digo.

- No eres tú, soy yo mismo, no puedo aceptar aún todo lo que ha pasado con nosotros.

Entonces me di cuenta que mientras estuviéramos alejados podía dejar todos los recuerdos guardados, pero ahora que estaba tan cerca de mi de nuevo, la lluvia de recuerdos inundaba mi mente, aquellos donde ambos éramos demasiados jóvenes para saber que nos enfrentaríamos a un quiebre inevitable de nuestros corazones, ahora que el tiempo había pasado y ambos estábamos tan heridos me daba cuenta que había sido parte de nuestra inocencia, el creer que las cosas jamás cambiarían y que él amor nos podría mantener juntos por siempre.

El comenzó a caminar y yo lo hice a la par.

- Tal vez nunca debimos casarnos tan jovenes - dije siguiendo la línea de mis pensamientos, no quería lastimarlo y me arrepentí demasiado rápido de mis palabras - Lo siento no debi decir eso.

- Está bien, yo no me arrepiento de eso, fui muy feliz a tu lado, Jimin, fuiste siempre un esposo muy amoroso, él que falló fui yo.

- Al menos nos quedan los recuerdos.