Empezar una relación con Tamaki fue lo que soñó desde que lo vio por primera vez, tras años de esfuerzo consiguió que el vergonzoso chico aceptara ser su novio, pero ahora solo había un problema.
Tamaki sufría de tanta vergüenza que ni siquiera podí...
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— Kendō... ¿Cuál compro?
T/n miraba dudosa a su antigua kohai, no sabía que anillo debía comprarle a su novio para pedirle compromiso, en su opinión ninguno era lo suficientemente digno para su amado elfo.
— Bueno, siempre dices que las amatistas se ven bien en Amajiki-san ¿Verdad? — Le dio una idea y T/n negó.
— Se le ven bien, pero le di un anillo con amatistas en nuestra graduación ¡Debe ser algo mejor!
— Uhm... ¿Qué podría ser?
Ambas miraron los anillos con atención hasta que una vendedora algo divertida por la situación decidió ir a ayudarlas un poco.
— Buenas tardes ¿Necesitan ayuda? — T/n asintió rápidamente viéndola como su salvadora.
— Busca un anillo para pedirle matrimonio a su novio. — Informó Kendō y la vendedora asintió.
— Es algo inusual, pero suena interesante que usted sea la que pida su mano. — T/n infló el pecho con orgullo al oír eso. — Ahora, dígame ¿Qué tipo de persona es su pareja?
— Es una persona maravillosa... Es tímido, pero cuando debe es valiente, también es hermoso cuando se avergüenza por un simple beso o cuando vuelve de viajes por trabajo y solo me abraza, es como un pequeño que no quiere soltarme nunca, hasta sus celos son tiernos.
La vendedora soltó una risa junto con Kendō al notar el rostro enamorado de T/n la cual rápidamente se sonrojó.
— Bien ¿Y qué color cree que le iría bien? — Preguntó algo enternecida.
— Oh, el morado o azul le va muy bien. — Itsuka concordó con un simple asentimiento de cabeza.
— ¿Qué opina de una amatista?
— En realidad, en la academia le regaló un anillo de promesa con una amatista y ahora quiere algo más. — Respondió la menor y la vendedora asintió pensativa.
Poco después sacó un anillo del escaparate mostrando algo que impresionó a T/n.
— Este en un anillo de plata con dos incrustaciones de zafiro, es un color fuerte y brillante a comparación de las otras piedras de color azul...
— ¡Lo llevo! — T/n la interrumpió al gritar eso abruptamente así sacando una risa de Kendō.
— T/n-chan, calma, el anillo no saldrá corriendo. — La pelinaranja intentó calmarla un poco.
— P-Pero... ¡Es que se vería muy bien en Tamaki! — Se defendió.
— Si lo desea podemos grabarle unas palabras en su interior.
Al oír esos los ojos de la novia del Amajiki brillaron.
— ¡Por favor!
— Bien, solo escriba aquí unas palabras. — Le dio una pequeña libreta y T/n lo meditó.
A los segundos escribió con una suave sonrisa y entregó la libreta.
