〖Misión ser pareja ✧ Amajiki Tamaki〗

⇝13; Misión completada

— Nada le pasa, Amajiki-kun. — Respondió la misma chica mientras miraba con leve amenaza a la Hadō que se cruzaba de brazos resignada.

Al terminar de recibir los diplomas todos escuchaban el último discurso del director, pero algo raro estaba sucediendo, no era como el de siempre.

— Y antes de que puedan felicitarse entre sí, mis queridos estudiantes. — Nezu sonrió. — Necesito que Amajiki Tamaki-kun pase adelante un momento.

Tamaki se tensó en su lugar, pero debido a los empujones de Mirio pasó de forma temblorosa casi cayéndose en el camino, pero logró llegar a este y miró con cierto temor al director.

Pero entonces notó que alguien más se levantaba, su novia estaba subiendo al pequeño escenario con un rostro serio y seguro.

El pobre elfo solo pudo pensar en lo peor ¿Y si le terminaba públicamente? Él sabía que no podía relajarse ni en la graduación, ahora estaba muerto de miedo.

— ¿T-T/n? — La llamó nervioso y ella suspiró mientras lo miraba fijamente.

Eso fue suficiente para que cerrara sus ojos con miedo, no quería verla mientras le terminaba, no quería eso.

— Tamaki... Abre tus ojos, por favor.

— ¡N-No quiero ver como me terminas! — Gritó con la voz quebradiza y entonces escuchó una leve risa de parte de T/n.

— Nada de eso, abre tus ojos.

Temeroso abrió un ojo, pero al ver semejante escena rápidamente abrió el otro mientras su boca se abría por la impresión.

Su querida novia estaba arrodillada frente a él con una cajita abierta mostrando así un anillo de plata con pequeñas amatistas incrustadas.

Inevitablemente se tensó y comenzó a temblar en su lugar, los gritos emocionados de todos los de tercer año no ayudaban en nada y el ver como ella abría sus rosados labios lentamente tampoco.

— Amajiki Tamaki... Eres lo mejor que me ha pasado desde que entré a yūei, me enamoré de ti cuando te vi el primer día de clases y después de dos duros años me atreví a confesarme, me aceptaste y eso me hizo muy feliz porque salir contigo fue tal y como lo imaginé, una maravilla. — Comenzó a hablar con una delicada sonrisa que lo hacía temblar aún más. — Y por eso ahora quiero preguntarte otra cosa... Y espero que nuevamente aceptes. — Tomó aire y le miró esta vez decidida. — Tamaki... ¿Quisieras aceptar este anillo de promesa?

— ¿P-Promesa? — Susurró confuso, el creía que le estaba pidiendo matrimonio.

— Sí, aún somos jóvenes por lo que quiero que tengas esto como prueba de que en un futuro te pediré matrimonio. Así que... ¿Qué dices?

Al oír eso sus ojos se pusieron llorosos, ella era demasiado para su corazón de pulga.

— T-Tendría que ser al revés. — Alcanzó a balbucear y T/n soltó una risa.

— Cuando me confesé dije que yo te daría el anillo, así que no digas eso ahora y solo responde que estoy nerviosa. — Admitió con un sonrojo en sus mejillas.

— A-Acepto...

Listo, esa palabra fue el detonador de los gritos emocionados que se hicieron oír entre los graduados, en las ventanas se veía claramente como los de otras clases los felicitaban entre gritos, entre ellos resaltaban Kirishima y Tetsutetsu que se abrazaban gritando que su senpai era la más masculina del mundo mientras unas lágrimas "varoniles" caían por sus ojos.

— ¡Prometo cuidarte Tamaki! — T/n deslizó el anillo por su dedo anular con una gran sonrisa. 

— E-Estoy a tu cuidado.

Al oír eso ella soltó una pequeña lágrima, aunque no sabía si era de felicidad o miedo del solo pensar que todo era un sueño, pero cuando Tamaki le sonrió tan avergonzado la hizo inmensamente feliz. Sin poder resistirlo agarró sus hombros con firmeza y juntó sus labios con emoción así también confirmando que no era un sueño.

No podía ser un sueño porque sentía los esponjosos labios de su novio al igual que su calidez corporal y el olor a sudor que desprendía el chico al estar bajo tanta tensión, pero aún así esa era la realidad... La realidad se había puesto de su lado.

Misión completada.