Capítulo 11

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Contrariedad se expresaba en sus vocablos, mezclando sonidos y acciones aleatorias que le hacían difícil entender al contrario la explicación. Ya harto, tomó sus hombros, dispuesto a reprenderla, mas ella, astuta en todo su caval, cayó al chivo con un ruin beso.

- Como te iba diciendo - continuó, sin tomar importancia a lo sucedido segundos antes - Ellos fueron los que me indicaron que fuese allí, que cenara a su lado y más tarde, me tendieron una emboscada.

- ¿ Estás completamente segura de eso? - inquirió el pelirrojo, con desconfianza - ¿ Cómo puedo creerte? ¿ Qué prueba me darás para corroborar tus hechos?

__ meditó, sucumbiendo ante el impulso de abofetearle por su desconfianza, más mantuvo la sangre fría y entornó la puerta de la habitación, antes de penetrarle con la mirada.

- Tú mismo puedes ser la prueba - cercionó.

- ¿ Qué dices?

- Escucha, Gakushuu, ambos nos conocemos. Somos conscientes de lo que sucede en la cabeza del otro, pero, ¿ celos? ¿ De dónde salieron?

Las miradas confusas que el chico procesaba eran cómicas a su ver, ojeando como tornaba los ojos con descaro hacía un lugar poco usual, y sin pudor, hundía su cabeza allí, abrazando su cintura.

- No sé a qué te refieres - contestó por fin, deleitando a su pareja con aquellos ojos morados tan espesos - Cuéntame.

- Pervertido - masculló, sintiendo como el calor inundaba sus mejillas, antes de acariciar la suave melena de Asano - Sé que me seguías. Me seguías desde el día que te contesté mal en la escuela. Hasta dudo mucho que pisaras tu casa en ese lapso de tiempo.

Jugó con el cabello del chico, antes de resoplar y permitir mejor acceso a la zona que Asano frecuentaba, sus pechos.

- El día que visité el centro comercial, estabas allí, el camino de ida al lugar macabro donde los hombres me conduciron, estabas allí, durante toda nuestra plática, estabas allí - sonrió con complicidad - No trates de negarlo, soy consciente de los hechos.

El silencio, fiel amigo de la pareja, reinó de nuevo, mientras Asano se ceñía a la blanda ropa de __ con sus manos. Pensaba en que responder, que decir para no hastiar a la mujer, así sólo pudo pronunciar una palabra.

- Perdón.


- Abre la boca - acertó a pronunciar, mientras cabilaba con la cuchara en la mano.

- Ño - contestó, gritando la cara.

- Vamos, Gakushuu - se exaltó - Cómete el maldito yogur de una vez.

- No quiero - refunfuñó.

Con sus ojos tornados, proceando un puchero, Gakushuu se negaba a comer después de lo anteriormente acontecido, siendo obligado a separarse del pecho de su novia, según él, injustamente. Río un poco, antes de adoptar de nuevo su carácter.

- Bueno, ya está - se rindió, aceptando el yogur entre sus manos - ¿ Has hecho algún avance con Karma?

- Se podría decir que sí.

- ¿ Se podría? - repitió,con artazgo en su voz - Sabes perfectamente que necesitamos la información cuanto antes mejor, así que no te hagas la niña buena y lánzate cuanto antes.

__ encarneció, acarició sus ropas y sonrió, aceptando la condición bien dispuesta que su novio requería. Mientras mantenía su fija mirada en como el muchacho ingería el yogur, deleitándose con el dulce sabor que tenía , no pudo evitar arrebatarle el manjar, para después dirigirle a su boca. Tragó la sustancia y, percatándose de la cantidad de babas de su novio que había incrustadas en la mezcla, escupió.

- ¡ Asqueroso! - tronó, lanzando el yogur lo más lejos de ella que podía- ¡ Eres un maldito, Asano!

- ¿ No querías que me comiera el yogur? - estupefacto, recogió el desperfecto - Lo he hecho, y después, lo he vuelto a vomitar. Y tú te lo has tragado.

- Hijo de....- torció su boca, hastiada, y abandonó la habitación en segundos, desechando los gritos infames de su novio, quien reía a carcajadas.

Gakushuu alargó sus pasos, alcanzando el cuerpo de la chica, y tomó su brazo, cargándola de nuevo al interior de la habitación, mientras la mujer pataleaba. Mientras rechinaba sus dientes, __ fue depositada de nuevo en la cama. Cerró sus ojos, se tapó con una fina sábana y se preparó para dormir.

- ¿ Ya vas a dormir? - burlón, el chico pronunció.

- Silencio - espetó, siendo consciente de la escena que había recreado por un enjambre de babas.

Se acurrucó en la cama, de su novio además, sin molestarse en proporcionarle un hueco para descansar. Asano, quien no pecaba de considerado, apartó con corta suavidad el cuerpo de __, abriéndose paso entre las sábanas, durmiendo a un costado de su cuerpo.

Ambos, cada uno girado hacía un lado, contemplaban el suelo fijamente, antes de que la chica cortara el silencio.

- Idiota - habló.

Esas palabras bastaron para que el chico se girara y, con sus hábiles manos, detonaran unas estruendosas risas salientes de la boca de la fémina, quien se afirmaba al borde de la cama para no caer. Mientras Asano continuaba con las cosquillas, __ mal decía el hecho de confesar sus puntos débiles a tal vil ser, quien atormentaba su paz constantemente.

- Disculpate - exigió, como requisito para que se detuviera.

- Ni hablar - __, debatiendo su ego, negó con ímpetu.

- Bien, seguiré con las cosquillas - advirtió.

- ¡ No, no, no! ¡ Perdón, perdóname! -imploró.

- Vale, vale.

Y cesando su acción, ambos quedaron recostados en la cama, cada uno contemplando un lado de la habitación, espalda contra espalda.


- ¡ Ya llegué! - anunció el mayor de los Asano, Gakuho, quien, al no recibir respuesta inmediata, se confundió - Que raro.

Escaló las escaleras, con la chaqueta al hombro, adentrándose en la habitación de su hijo, detonando una casta sonrisa. Contempló la escena con altivez, admirando la calma que su hijo albergaba, cosa que no todos los días se veía.

Recostados sobre la cama, ambos jóvenes descansaban en paz. __, apoyada sobre el pecho de su novio, el cual le proporcionaba total comodidad, sonreía inconsciente, mientras que el chico, sujetando su cintura, mantenía una expresión relajada y tranquila, la cual no era una frecuente característica de su rostro.

Gakuho sonrió.

- Está chica nos traerá muchos problemas - afirmó, antes de regresar a su habitación.

Holaaa, ¿ ya me extrañaban? Sí, ¿ verdad? Lamento no haber publicado antes, era la semana de mi cumpleaños y pues... Mis padres me tenían rodeada -_- Espero que disfruten el capítulo, porque no tengo ni idea de lo que escribí.

No soy perfecta, ¿sabes?  Asano Gakushuu y túWhere stories live. Discover now