Capítulo 5

2.2K 226 36
                                    

Ya estaban allí, en Kyoto, todos juntos. Tenían sus pequeñas bolsas de equipaje colgadas al hombro, leyendo una pequeña guía. __ estaba sentada sobre el suelo, esperando que los chicos salieran del baño de la estación para poder seguir con su viaje. Alzó la cabeza, encontrándose con su amiga Sakura.

-¡Sakura!-saltó sobre ella, abrazándola.

-Hola, __-saludó la chica, correspondiéndola el abrazo-¿Te unes a nuestro grupo? Nos falta un integrante.

-No puedo, perdón-__ llevó una mano a su nuca, riendo-Ya voy con Gakushuu y los otros  ogros.

Ambas chicas rieron por el comentario, __ siempre acostumbraba a llamarlos así. Para ella, casi todos los chicos eran feos, quitando a Gakushuu y quizás a Karma y Nagisa, pero el resto, puros ogros bajitos de mal gusto. Lo peor de todo, era cuando recibía cartas de amor de aquellos ogros estrafalarios.

-¿Nos llamaste ogros?-preguntó Araki a su espalda, para después dar un resoplido-No sé por qué no me sorprende.

-Quizás ya te hallas acostumbrado-se burló Gakushuu, haciendo un gesto con la mano para saludar a Sakura.

-Yo me voy-dijo Sakura, comenzando a caminar-Adiós.

__ se despidió de ella moviendo frenéticamente la mano de un lado a otro, golpeando repetidas veces en la cabeza de Seo, lo que hacía que el resto riera. Quizás, ellos no eran los más amable ni los más guapos, ni tampoco los más justos, pero eran sus amigos y eso no lo iba a cambiar.

-¿Y entonces dónde vamos?-preguntó __, girándose hacía los chicos.

-Vamos a ir a estudiar a una biblioteca que hay por aquí cerca, dicen que es muy buena-soltó Gakushuu, caminando por delante de sus amigos.

-¿Qué? ¿Estudiar? ¡NO!-se quejó __, sujetando el brazo de su novio-No me hagas esto, Gakushuu, después de todo lo que hemos pasado y me vas a obligar a estudiar.

-No digas eso-se retractó el pelirrojo con un ligero tono carmesí en sus mejillas, mirando hacia otro lado.

-Tu novia es muy dramática, Gakushuu-rió Sakakibara-Aunque en parte tiene razón, vinimos aquí a despejarnos, a tomarnos unos descansos, ¿por qué tenemos que estudiar?

El chico que llevaba la deantera, tras esa afirmación, paró en seco. Gakushuu posó su vista en sus compañeros y arrugó la nariz de forma descarada, haciendo un gesto que le indicaba a __ que se alase unos segundos de él. La fémina así lo hizo, dejando paso a su novio para dar comienzo la amenaza.

-Os repito que la clase A es y será la mejor-espetó con total confianza-Pero vosotros, patanes, habéis decaido de los primeros cinco puestos. Debería daros verguënza eso, así que no quiero reproches.

-Sí, Asano-san-concluyeron los cuatro chicos restantes con un aura paranóica.

-¿Y qué hay de mí? Yo quedé segunda, como siempre-se quejó __, agarrando el brazo de su novio-No me hagas estudiar, Gakushuu, sabes que lo odio.

-Te estás empezando a poner molesta-el muchacho cerró los ojos-Bien, haremos otro trato. Aguanta la sesión de estudio y prometo que mañana saldremos a pasear o lo que tú quieras, ¿bien?

-¡Por supuesto que bien!-exclamó-¡Vamos, vamos! ¡La biblioteca espera!

Anonadados por el cambio de personalidad de la muchacho, los cinco virtuosos no tuvieron más remedio que seguir sus pasos hasta aquel edificio al que algunos llaman biblioteca, aunque __ prefería llamarla infierno con puertas. ¿De verdad estudiría? No, que va, simplemente fingiría que lo hacía, demasiada pereza ya daba sostener el libro.

Con ayuda de su novio, la chica abrió las pesadas puertas de madera, entrando en aquel "acojedor" edificio bien estructurado. A pesar de ser un biblioteca, no tenía nada que envidiar a una mansión. Sus dimensiones asombraban, filas y filas de estanterías, reemplazando las mesas, sillones, y la gran cupula de crital sobre sus cabezas. __ no esperó ni don segundos para revolcarse sobre aquel mullido sillón de color veis, causando gracia en sus acompañantes. 

-Deja de hacer eso, __, nos van a hechar-refunfuñó Araki, sentándose sobre un sillón en frente de la susodicha, desempacando todos los libros que llevaba en su cartera-Creo que estas son todas las asignaturas. ¿Qué vamos a estudiar?

-Yo quiero lengua-canturreó Sakakibara apunto de alcanzar el libro, mas un golpe seco en su mano lo detuvo. 

-No está bien que estudiemos las asignaturas que se nos den bien, debemos reforzar nuetsros puntos débiles-explicó Asano-Si quieres, luego, pueden estudiar lengua, pero ahora estudia matemáticas, anda, que se te da mal.

-Vale-aceptó.

Ya todos sostenían un libro entre sus manos, menos __, quien aún seguía sentado sobre el sillón con su cabeza recostada en las piernas de su novio. Rebuscó un poco entre los libros que Araki había dejado en la mesa, pero ninguno llamó su atención. ¿Qué tipo de libro quería leer? Insectos, eso quería, e iría a buscarlo.

-Ahora vuelvo, voy a por un libro-se exucó, comenzando a divagar por los pasillos que las estanterías formabana.

La verdad, había demasiados libros para escoger, cientos y cientos en cada pasillo, de tantas clase que abrumaban. Además, aquella biblioteca de dos pisos era tan grande que, si se descuidaba, alvidaría como llegar a la entrada, que es donde todos la esperaban. Con esos pensamientos, continuó caminando por las pasillos, en busca de un buen libro al cual dedicar su valioso tiempo.  

Tras mucho buscar, casi medio hora perdida, en su camino se cruzó un precioso libro que captaba su atención y, en pocos segundos, ya estaba de vuelta con sus compañeros, con aquel libro pegado a su pecho, sonriendo como una tonta. Se sentó al lado de su novio y, retomando la postura de hace unos minutos, comenzó a leer. La verdad, aquel tipo de insectos era un poco repulsivo, pero la fascinaban cualquier tipo de bicho.

-Que asco-comentó su novio con una cara insatisfactoria al echarle una ojeada que __ tenía entre manos-¿De verdad quieres estudiar esa cosa? Es repulsiva.

-Tranquilo-sonrió-A mí me gustan los insectos, ya lo sabes.

-Haré como que me parece normal-bufó el pelirrojo, dejando suaves caricias en el pelo de la chica.

-¡No se pongan melosos!-Tomoya fulminó a ambos con la mirada-¡Que os conozco! ¡Eso no va a pasar! ¡Que estamos en una biblioteca, por favor!

Les echaron, y todo por los gritos de Tomoya. El chico, arrepentido, se disculpaba haciendo toda clase de reverencias, frases extrañas y compases atareados. No les quedó más remedio que estudiar en el hall del hotel, por mi abarrotado que estuviese.

-Que envidia me dan-suspiró __.

-Ya, ya-palmeó su cabeza el chico, brindándola una sonrisa-Cumple el trato.

Bueno, ¿qué tal? A mí personalmente no me ha gustado nada este capítulo T.T

No soy perfecta, ¿sabes?  Asano Gakushuu y túWhere stories live. Discover now