Strange Love || ➳ 𝐁𝐚𝐧𝐠𝐜𝐡𝐚𝐧

III

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Habían pasado ya unos meses y Sun hee se encontraba en una cafetería con su amigo Hyunjin.

— Sun hee, tengo algo que decirte... —dijo el chico serio y al acabar sus capuchinos fueron hasta el parque de enfrente.

— ¿Qué ocurre? —preguntó Sun hee.

— Me gustas, Sun hee —dijo Hyunjin y llevó su mano al rostro de la chica, acercándose a ella para besarla.

Sun hee se dejó llevar y aceptó el beso.

Tras unos segundos se separaron y el chico se rascó la nuca un poco nervioso.

— Pe- perdón... Yo... Eh... —decía nervioso.

Sun hee le sonrió.

— ¿Saldrías conmigo, Sun hee? —preguntó el chico ruborizándose.

En ese momento no supo por qué pero en su cabeza apareció la imagen de Bangchan, el chico que hacía unos meses era nuevo y con el que cada vez tenía más confianza.

— Me gustaría esperar un poco... Y cuando pase un tiempo te responderé. Ha sido todo muy rápido y no sé, quiero ir lento. ¿Vale? —dijo Sun hee.

Hyunjin sonrió y asintió. Entendió perfectamente a la chica, que no le había dicho un no como respuesta, entonces estaba feliz.

(...)

Sun hee se encontraba en el pasillo junto a su taquilla, un día después.

Aún seguía dándole vueltas a lo que ocurrió ayer... Y a esos pensamientos que tenía sobre Bangchan. ¿Por qué?

— ¡Buenos días, Sunny! —dijo Bangchan sonriente como siempre dándole un abrazo a su amiga y compañera Sun hee.

— Te he dicho que no me llames Sunny, Chris —dijo la chica enfadada de broma apartándole de ella. Realmente era muy mono abrazándola y la hacía sentir bien.

Bangchan se había convertido en una persona en la que podía confiar y contar sus sentimientos y problemas. Él la escuchaba y le daba consejos, se sentía muy bien con él. Era distinto que con Hyunjin, también se sentía bien con él pero Bangchan le hacía sentir algo extraño y especial. Nunca había pensando en si le gustaba o no, pero cada vez esas preguntas se hacían más seguidas en su cabeza y no sabía responderlas.

— ¿Vamos esta tarde a dar una vuelta? —dijo Bangchan apoyando el brazo en su taquilla.

— Vale, creo que no tengo que hacer nada —dijo Sun hee.

— Pues perfecto, te espero en el puente a las ocho —dijo y sonrió, luego se dirigió a clase.

(...)

Las clases acabaron y Sun hee ya en casa se preparaba para ir con Bangchan.

— ¡Con Bangchan! ¡Qué suerte, amiga! Es súper mono, en mi clase todas le admiran, de verdad —decía su amiga a través del móvil.

— Pero ya sabes lo de Hyunjin... Y no sé si siento algo por Bangchan... —dijo nerviosa al pronunciar su nombre.

— ¡Claro que sí! Eso es que no te has visto hablando de él, pero estás enamorada. Se nota que te gusta —dijo su amiga riendo. — Y sobre Hyunjin... Puede que también te guste, pero aún no sois nada así que no pasa nada porque vayas con Bangchan y aclares tus sentimientos... Si te besa y te gusta más el beso con él pues... —decía su amiga.

— ¡Qué dices! ¡No va a besarme! Eres tonta... —dijo Sun hee nerviosa.

— ¡Pues bésale tú! Sí yo fuera tú lo haría... —dijo la amiga riendo.

Y Sun hee nerviosa le dijo que iba tarde y tenía que colgar. Qué decía de besar. Solo iban a pasear un rato como amigos normales y ya.

Sun hee se había puesto un vestido con flores muy bonito y en el pelo se colocó una pinza brillante.

Eran casi las ocho y decidió salir ya a buscar a Bangchan. Pero por el camino se encontró con alguien que la entretuvo.

— ¿Dónde vas? —dijo Hyunjin mirándola de arriba abajo sonriendo.

— He quedado con... Bangchan —dijo nerviosa y miró al suelo.

La expresión de Hyunjin cambió, de repente se puso muy serio.

— ¿Con Bangchan...? Ah... tu amigo el nuevo... —dijo un poco incómodo.

— Sí... Vamos a ir a dar una vuelta —dijo mirándole.

— Ah... Iba a avisarte para salir... Pero si ya has quedado vale... Oye sobre lo de ayer... —dijo Hyunjin.

— Tiempo, necesito tiempo Hyunjin... Por favor no insistas, ¿vale? —dijo Sun hee.

— Sí... Entiendo... —dijo Hyunjin y se acercó a ella para besarla de nuevo.

Sun hee no sabía que hacer y por miedo de hacerle daño no se apartó.

Esta vez fue un beso más corto que finalizó con una sonrisa por parte del chico.

— Hasta mañana... —dijo Hyunjin y se fue.

Sun hee siguió caminando confusa y casi estaba llegando al puente.

Habían pasado diez minutos y se sentía mal por haber hecho esperar a Bangchan.

Intentó de buscarle pero había demasiada gente y no podía localizarle.

Pero alguien le tapó los ojos. Era él.

— ¡Hola! —dijo el chico.

Sun hee se dio la vuelta y sonrió al verle.

— Perdón por tardar... Me entretuve un poco —se disculpó.

— No pasa nada, te iba a esperar de todas formas, me dijiste que vendrías y aquí estás —dijo Bangchan y le sonrió. —Bueno, ¿vamos? —preguntó y Sun hee asintió.

(...)

Estuvieron un rato caminando y para descansar un rato se sentaron en un banco, estaba atardeciendo y el cielo se tiñó de unos colores muy bonitos.

— ¡Qué bonito! —decía Bangchan mirando al cielo asombrado como un niño pequeño mientras sonreía.

Sun hee dijo que sí, pero en verdad estaba mirándole a él. Era muy agradable estar con él, le hacía feliz. Entonces comenzó a pensar en lo que le dijo su amiga antes y sus ojos se dirigieron a los labios de Bangchan. Tenía unos labios muy bonitos y sentía ganas de besarlo... Espera..
¿Qué acababa de pensar?

Bangchan de repente se giró hacia ella y le sonrió.

— ¿A que sí? —dijo sonriéndole y de nuevo el hoyuelo del chico se hizo visible. Eso se le hizo irresistible y no pudo evitar ruborizarse a la vez que asentía.

¿Qué sentía por Bangchan realmente?
¿Por qué sentía ganas de besarlo? ¿Por qué esa sonrisa acompañada del hoyuelo se le hacía tan irresistible?

Bangchan apoyó las manos en el banco y cerró los ojos.

— Me siento tan bien... —dijo Bangchan.

Yo también. Pensó Sun hee.

— Yo también... —dijo Sun hee.

Bangchan abrió los ojos y se giró hacia ella.

— ¡Juguemos a algo! Vamos, cierra los ojos —dijo Bangchan. — Primero yo te describo algo de este lugar y tienes que adivinar dónde está, luego tú a mí, ¿vale? —dijo Bangchan.

La chica cerró los ojos y Bangchan le describió un camión de helados que se encontraba a la derecha. Sun hee lo adivinó.

— Ahora tú —Bangchan cerró los ojos preparado para adivinar lo que fuera..