CAPÍTULO 10

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Arthit salía furioso del aquel lugar, sabía que venir al hospital con Kongphob era una mala idea desde el inicio, todo esto solo le hizo revivir los malos recuerdos que creía haber olvidado y aunque no quería llorar, sus ojos estaban empapados. Sin embargo debía ser sincero consigo mismo, nunca podría olvidar aquellas imágenes de Kongphob en un hotel con ese hombre, ahí desnudos, mientras él trabajaba para tener un mejor futuro con su amado, sin pensar que Kong, su querido Kong tenía un amorío.

Cuando su amiga le indicó las fotografías quiso morir…la persona en la que más confiaba y amaba lo traicionó. Es por eso que aunque firmó los papeles de divorcio con lágrimas en los ojos y con un gran dolor en su corazón, no buscó a Kongphob. En especial, cuando Yul le dijo que esas fotos habían sido tomadas una semana antes de su boda. Ahora todo tenía sentido, la incomodidad, el distanciamiento y la duda de su esposo en la intimidad.
Era porque ya no lo quería, porque ya tenía un nuevo hombre.

Él quisiera ser capaz de olvidar esos momentos de dolor pero aún recuerda esa tarde cuando intentó por todo medio contactar a Kongphob, aunque lo único que obtuvo fue el sonido de la contestadora o la típica, el número que usted está llamando está fuera de servicio o no existente. La desesperación y la angustia eran sus únicas aliadas, no quería pensar lo peor. Al llegar a su hogar y ver todas las luces apagadas esos sentimientos crecieron, recuerda cómo siguió intentando localizar a su esposo y después a los abuelos de Kongphob, pero nadie le atendía, ahora sabe que ellos también fueron cómplices en todo su sufrimiento.

Una estúpida sonrisa salió, al recordar como estuvo a punto de llamar a la policía, hasta que una pequeña nota rosa lo detuvo, era un papel que sin duda pertenecía a Kongphob, esas notitas eran las favoritas de su esposo, estaban en la mesa de la sala. Con simples palabras escritas que dejaron muy en claro el mensaje, lo estaba dejando; —Lo siento Arthit, no me odies. Te amo… — en esas palabras se había resumido toda su relación, todo, sus felices por siempre, que idiota fue al creer en los finales felices.

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ARTHIT'S POV

Mi corazón dolía mucho, no solo por el hecho de saber que Kongphob tiene una hijas sino porque a pesar de todo él siguió adelante y yo como un gran idiota me quedé atascado. Es verdad que hoy me caso…aunque yo no quiero.
Pero se lo debo, Yul es la persona más increíble del planeta, ha estado para mi en todo momento. Ahora viendo que Kong puedo rehacer su vida creo que yo también puedo.

Respiro hondo una vez más para poder avanzar hasta el final del pasillo, ya no tiene caso llorar o lamentar lo que pasó.

—Señor…— me llama a mis espaldas una voz, haciendo que mis pasos se detengan.

Al voltear veo a la enfermera que me sacó la sangre, la que me hizo ver que Kongphob me había mentido, otra vez. ¡Maldito!

—Si —le respondo sin mucho ánimo.

—Señor, casi no lo alcanzo —suspira cansada — quería que firme algunos papeles.

— ¿No puede ser en otro momento?— «la verdad hoy no tengo ganas, ni tiempo »

—No tomará mucho tiempo — se gira para señalar el camino.

—Ok —suspiró derrotado.

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Después de firmar el documento donde accedía a donar más sangre en caso de otra emergencia, mire al reloj sino salía de ahí no llegaría a la boda…no, mejor dicho a mi boda.
Donde uniría mi vida con una gran mujer que me ama, debería estar feliz ¿no?

Amor con manzanasWhere stories live. Discover now