21 de junio del 2013
Khaos.
Veo como Michelle se pone su polera que es más grande que ella. Ella me ve, y su mirada me recorre desde mi cara hasta mis pies.
-¿No tienes frío? -Pregunta y sonrio.
-¿Te molesta que esté así? -Entro a la cocina, y escucho un suspiro me volteo y eleva la mirada. ¿Me está viendo el culo? Ella desvía su mirada hacia atrás de mi.
-No me molesta, eres casi perfecta. Todos esas chicos de allá son casi perfectos para los ojos humanos. -Dice, y yo río, sacó un poco de refresco de la refrigeradora y me siento en el taburete de la cocina.
-¿Por eso nos consideran los dioses del instituto no? -Me encogo de hombros- Pero tú también eres... Perfección. -Tomo un sorbo de mi bebida- Y no me vengas con que no, porque sí lo eres.
-Siempre he pensado que me faltan pechos. -Dice, mientras se sienta también en el taburete. La veo a los ojos, y sí. Tiene miedo que diga que sus pechos son pequeños.
-¿Alguna vez te lo dijeron? -.Ella asiente-. Pues quién lo dijo es un idiota. Yo... Tienen el tamaño perfecto. -Digo sonrojandome un poco, diablos. Ella se sonroja, y me quita la bebida de la mano, dándole un sorbo.
-Simplemente es una de mis inseguridades. -Me devuelve la bebida, bueno el vaso vacío.
-¿Por qué, Michelle? -Pregunto, bajandome y dejando el vaso en el lavaplatos.
-Nunca fui la popular, no me gusta ser un centro de atención. Mi madre dice que me falta mucho para ser mujer, no tengo esa figura perfecta. Y ahora resulta que... -Se queda en silencio y espero a que continúe- Olvidalo, solo pienso mucho.
-Eres buena, bonita, inteligente tal y como eres, eres la perfección en mis ojos. -Digo tomandole una mano.
-Lo dice quién es buena hija, buena alumna, capitana, amiga. -Me ve y apreto los labios- Eres perfecta.
-No soy perfecta, soy todo menos eso, Michelle. -Expreso secamente- No todo el tiempo soy lo que ves ahora. -Digo tajante.
-Le dices a alguien que se la pasa siendo buena hija, siempre. -Habla duramente- Sacando buenas notas, clases avanzadas, viajando de aquí allá. ¿Crees que eso es ser sano y ser perfecto? No tenía ningún amigo hasta hace menos de una semana. Mi única meta es irme de aquí, dejar de depender de mis padres. Lejos de todo. -Dice al borde, con lágrimas en sus ojos.
-¿Así te sientes ahora? ¿Te quieres ir? ¿Lejos- Le digo, acaricio su mejilla con la yema de mis dedos, y cierra los ojos.
-No lo sé, Khaos. Ahora mismo me siento confundida. Me hacen sentir que formo parte de algo, no siento que me voy a fundir dentro de las paredes de esa casa. -La abrazo contra mi, y paso mis brazos en su cintura, apretandola, ¿Cuánto tiempo fuiste tú sola, Ellie?
-No lo pienses dejalo fluir. -Beso su mejilla y ella se esconde en mi cuello, beso su cabeza con delicadeza y acaricio su cabello con suavidad- Tienes el cabello húmedo, te vas a resfriar.
-No, tú sí. -Ahora que recuerdo sí, sigo con el traje de baño puesto.
-¿Quieres ir a la cueva del lobo? -Levanto la cejas sugerentemente, y ella me ve con el ceño fruncido, abre la boca, luego sonríe y golpea mi hombro- Me dolió, mala. Luego dices que yo soy la pesada.
-Me gustaría ver tu habitación. -Dice un sonrío maliciosamente- ¡No en ese sentido, Gabriel! -Chilla y yo río.
-Ya hasta pareces mi madre gritando mi segundo nombre. -Le digo y tomo su mano.
JE LEEST
Como enamorarte. (CE)
TienerfictieAlerta: NO APTA PARA PERSONAS SENSIBLES. ALERTA DE TRIGGER ¿Alguna vez has tenido miedo? ¿Inseguridades? ¿Miedo de lo que los demás puedan pensar? Está es la historia de Khaos Gabriel Winston y Michelle Alessandra O'Donell. Sí, ella se llama Khao...