Capítulo 13 - Cosas del pasado.

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28 de julio del 2013.

Khaos.

-Setenta y cinco, setenta y seis...

-¿Sabes que nunca se irán si no aprendes a dejar ir?-Dicen tras de mi.

-Lo sé, escuche eso en las terapias.

-¿Has tocado piano? -Pregunta.

-No, desde hace años.

-Nadie te hará nada.

-Lo sé. -Vuelvo a contar.

-¿Recuerdos? -Asiento- Quisiera poder ayudar, pero a veces debe hacerle fuerte a tus recuerdos, enfrentarlos.

-¿Crees que no lo hago? -Digo molesta.

-Hacer 200 repeticiones no es hacerles frente, Khaos, es mantener tu mente ocupada, algún día deberías abrirte a alguien y contarle las cosas como son, ni siquiera la terapia te ayudo a abrirte, Khaos, ¿Como quieres enfrentar todo sola? Todos necesitamos a alguien en algún punto de nuestras vidas. -Me tiro al suelo, y pongo mi brazo sobre mis ojos.

-He tratado, Kalvin, pero es tan difícil, se me hace tan difícil que alguien lo sepa.

-¿Vergüenza?

-No lo sé, son muchas cosas del pasado, que duelen y lastiman hasta el punto de que si las cuentas duelen más, porque te traumaron en el pasado, te da miedo de que todo se caiga a pedazos. -Dejo ir en un susurro.

-No te diré que te entiendo, porque no lo hago, jamás lo haré porque no sufrí lo mismo que tú, pero te diré que puedes, eres una Winston, puedes con tus batallas y mucho más. -Me sonríe levemente, y me levanto de golpe.

-Gracias -Le sonrío.

-¿Michelle sabe algo de esto? -Niego- Debería, si tanto la quieres como se te ve en los ojos, tal vez ella sea la persona con la que te abras.

-Eres muy bueno diciendo lo correcto. -Lo abrazo fuerte.

-No me abraces, estás sudando. -Me aleja, y yo me aferro más a él- Te quiero, hermanita.

-¿Tienes alguna pareja allá por Inglaterra? -Muevo mis cejas, él ríe y se encoge de hombros- ¡Tienes a alguien! -Grito.

-No -Ríe- Estoy intentando algo, aunque ella no me da lugar hasta ahora. -Rasca su cabeza.

-Ánimo, nadie se resiste a un Winston. -Entro por la puerta de la cocina.

-Buenos días, hija. -Saluda mi padre, desde la puerta de la entrada, frunzo el ceño.

-¿Ya te vas? -Él asiente, y lo veo salir.

Antes de subir las escaleras escucho una melodía triste provenir del estudio. Me detengo un momento. Kalvin no es, lo acabo de dejar fuera, ¿Mamá? Niego con mi cabeza.

¿Qué sucede? Nunca toca melodías así, solo cuando grabó un disco de venta. Puedo reconocer a Franz , Schubert pieza N°20- Andantino. Frunzo el ceño, me encamino hacia el estudio.

Suspiro fuerte, tengo cinco años sin entrar, y la última vez fue sólo para llamar a Kalvin. Pongo mi mano en la perija dorada, la giro y entreabro la puerta.

Veo a mi mamá viendo por el ventanal y tocando, veo como fluye la música por sus dedos hasta llegar a todo. Siempre ha sido buena. De pronto veo una leve lágrima deslizarse por su belleza.

Decido entrar. Camino por el encerado del suelo, tan brillante, el piano de cola junto la ventana, el banco. Todo sigue igual desde que tengo memoria.

Como enamorarte. (CE)Where stories live. Discover now