CAPÍTULO 2

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<<Queda detenida por el delito de narcotráfico y crimen organizado>> La patrona se dejó caer pesadamente en el sillón mientras recordaba aquellas palabras, alzó su mano en la cual sostenía una escuadra calibre 45 bañada en oro y con el grabado "La Miko". Apuntó hacia la botella de vodka que tenía en la mesa ubicada a unos 10mts y disparó, el tiro fue certero; la botella se hizo pedazos y sonrió al ver su efectividad, esperaba dar pronto con el jefe de operaciones especiales. Sus hombres le habían informado de que la tarea no había sido fácil, que no habían registros, ni fotos del tipo pero, que apretando algunos cuellos habían conseguido su nombre. El satelital sonó llamando la atención de la azabache.
-Bueno!- contestó con fastidio.
--*Necesito verte, mis contactos me informan de que la zona costera está plagada de militares y no podremos hacer la entrega de esta noche*-- informó la voz al otro lado de la línea. La miko puso los ojos en blanco y masajeó el puente de su nariz.
-Maldita sea! Me dijiste que ese sector nunca había sido vigilado! Encárgate de encontrar al sapo, yo me encargaré de la entrega- cortó la llamada, iria a prepararse.

///////////////// (DEA) ///////////////

-Aquí lo tiene jefe; el cártel del pájaro negro fue desarticulado el 04 de enero del año en curso, en el operativo falleció el líder, su hija y nieto, además de 78 de sus hombres, eso sin contar las bajas que tuvimos- informaba el agente yöhei, pero fue interrumpido por su superior.
-Eso ya lo sé Bankotsu! Lo que necesito saber es: ¿que pasó con el cártel? ¿Quién tomó el mando tras la muerte del pájaro negro? Porque al parecer siguen operando con normalidad- tomó el informe que le acababan de dar y al abrirlo, lo primero que vió fue la fotografía de Kagome. -dime, ¿Que pasó con la monja?- inquirió sin despegar la vista de la fotografía.
-Me encargué de investigar y luego de que la dejamos en libertad... Ella no volvió al convento, la madre superiora nos dijo que la señorita Higurashi se había ido del país y que la llamó para despedirse. Averigué en migración y si, ella consiguió pasaporte y luego visa en el consulado español, viajó a Barcelona el 31 de enero y según los registros ella no volvió- detalló.
-muy bien, tampoco creo de que una niñita tan llorona haya sustituido al pájaro negro, seguramente alguien más tomó las riendas del cártel y eso Bankotsu, eso es lo que vamos a averiguar... Me informaron de una entrega que harán esta noche en la costa norte, ahí estaremos- el jefe cerró la carpeta, se colocó sus lentes oscuros e invitó a la salida a su compañero, ambos salieron en vehículos oficiales junto a su convoy.

////////////// (Rancho Wolf) ///////////////////

-Vaya, esto no me lo esperaba- dijo el apuesto moreno dejando de lado el par de pesas con las que hacía sus ejercicios.
-Esta no es una visita de cortesía- aclaró la azabache.
-Espero que sea de placer- respondió en tono seductor al ver como la hermosa dama posaba sus ojos en su marcado abdomen perlado en sudor.
-Por supuesto- reconoció ella acercándose al moreno, pasó sus dedos por el pecho del joven y luego los bajó por el abdomen haciéndolo suspirar y cerrar los ojos. -No hay nada más placentero que ganar toneladas de dinero- le susurró al oído.
Inuyasha frunció el entrecejo, odiaba verla coquetear con ese tipo, así que intervino.
-Vamos a necesitar 8 lanchas rápidas para esta noche; 5 para la mercancía y 3 para los custodios- espetó con firmeza clavando su mirada en el moreno.
-Y a este pulgoso ¿quién lo invitó?- cuestionó frunciendo el entrecejo y dirigiéndose al peliplata. Inuyasha le apuntó con su pistola y el moreno sonrió. -No olvides que estás en mi propiedad, perro- dijo arrogantemente pues 7 de sus hombres le apuntaban al ojidorado.
-Inuyasha, baja el arma por favor, venimos a negociar, no a pelear- el ojidorado desvió la mirada hacia su patrona y al verla asentir bajó el arma. No se tragaba al imbécil y no le importaba morir con tal de enviar al bastardo al infierno pero debía obedecer.
-Bien, hablemos de negocios- dijo el moreno invitando a su socia a tomar asiento.
-Como bien lo dijo Inuyasha, necesitamos 8 lanchas para esta noche. Tenemos una entrega que hacer y el sitio está plagado de policías, es por eso que la embarcación que usariamos no nos sirve; es muy lenta para la retirada. Haremos la entrega en altamar, rápido y sin errores- refirió la Miko.
-¿Y qué gano yo?- cuestionó el moreno deslizándose hacia la joven, con su índice acarició el brazo de la azabache logrando que su guardaespaldas y amigo peliplata pusiera los ojos en blanco y suspirara con fastidio.
-Te daré el 5% de las ganancias- respondió la joven tomando la muñeca del ojiazul, poniendo así, un alto al manoseo.
-10% y una cita- contrapropuso el moreno con una sonrisa ladina.
-10% y no hay cita- espetó la joven poniéndose de pie e Inuyasha rió por lo bajo y se cruzó de brazos.
-¿Por qué eres tan arisca Miko? ¿Acaso no te gustan los hombres?- cuestionó totalmente serio, no le agradaba que las mujeres le dijeran que no.
-Koga... Cuando te conviertas en uno, podremos salir, ya luces bien, encárgate del resto- el moreno frunció el entrecejo al oír la risita del peliplata.
-¿Mucha risa pendejo?- gruñó acercándose al ojidorado.
-Hazte hombre y luego hablamos, cabrón- respondió el contrario con una sonrisa burlona. El moreno le apuntó con una Makarov a la cabeza mientras resoplaba con furia. -Jálale cabrón, no te tengo miedo- retó el ojidorado.
-¿Hay trato o no hay trato?- demandó a saber la joven llamando brevemente la atención del moreno.
-Por supuesto que hay trato!- siseó sin despegar la vista del peliplata quien sonreía orgulloso.
-Perfecto, envíalas al lugar de siempre a las 7:30 pm- se acercó al moreno y lo besó en la mejilla antes de salir.
-Un día nos vamos a encontrar y la Miko no estará ahí para salvarte las nalgas- bufó el moreno al ver al ojidorado dar la vuelta.
-Cuando quieras- respondió el peliplata saliendo del rancho.

/////////////// (Playa) ///////////////

-Todo está listo Sesshomaru; nuestros hombres ya están en sus posiciones- informó el agente yöhei. Su superior vió disimuladamente su entorno y vió a decenas de agentes vestidos de civil y otros haciéndola de pescadores.
-Perfecto Bankotsu, necesito que estés pendiente de cada movimiento y me mantengas informado- dió un sorbo a su café y el sonido de su celular llamó su atención. Bankotsu se retiró.
-Hola mi amor ¿ya están en casa?- preguntó al atender.
--*Hola cielo, acabamos de llegar, Rin quiere decirte algo* -- inmediatamente la alegre voz infantil ocupó la línea. --*Hola papá, saqué 10 en matemáticas!*-- exclamó la pequeña con emoción.
-wow! Felicidades princesa, te ganaste un helado súper gigante- respondió el peliplata con una sonrisa en sus labios.
--* yo también quiero helado*-- intervino la fémina al otro lado de la línea mientras de fondo se oía canturrear a la niña.
-claro que si mi amor, nos vemos luego... Kagura... Te amo- confesó mordiendo su labio inferior, su hija y su esposa eran lo más importante en su vida.
--*Yo te amo más, mi cielo*-- respondió antes de cortar la llamada dejando en el ojidorado una enorme sonrisa.
La noche llegó, con ella el frío y la expectación. Los agentes se habían dispersado a lo largo de la costa, algunos como turistas que "dormían" otros apostados en escondites estratégicos. Las horas pasaban y no había señales de nada.
--*shishinintai reportándose*-- el radio sonó.
-Adelante- respondió el ojidorado.
--* Deberíamos enviar los primeros peces al agua*-- sugirió el moreno, empezaba a impacientarse.
-Afirmativo, envía al (2-14) repito, envía al (2-14)- ordenó.
--*Enterado*-- contestó antes de finalizar la comunicación.
Media hora después la lancha regresó con resultados negativos.
-Esto no me está gustando- gruñó el jefe de operaciones especiales. Sabía de qué algo no iba bien, sus largos años en la institución y habiendo estado a cargo de la división de inteligencia de seguridad nacional y previamente de la división de inteligencia estratégica, supo inmediatamente lo que ocurría. -Nos vamos!- ordenó por radio. -Iremos a altamar- completó la orden para luego abordar una de las 6 lanchas rápidas que habían preparado.
Treinta hombres uniformados y con chalecos antibalas surcaron las olas en busca de los narcotraficantes. Su misión; decomisar la droga y detener a los criminales.
Todo era oscuridad, la escasa luz de luna no ayudaba mucho en el operativo cuando repentinamente... Ráfagas de lo que sin duda, era un M16 empezaron a escucharse; los inescrupulosos delincuentes atacaban.
-Sorpresa!- gritó uno de ellos y risas acompañadas de la lluvia de balas recibían a los oficiales de la DEA. No les quedó de otra que cubrirse y responder al ataque.
-Enciende las luces!- ordenó el agente yöhei y los halógenos cegaron momentáneamente a los narcos pero estos no pararon de disparar, logrando herir a varios agentes.
-Son demasiadas lanchas! No podremos contra ellos!- espetó la agente Kimura.
-Sango, cierra la boca y dispara!- ordenó el peliplata mientras disparaba un AK45.
-Sango tiene razón, son demasiados, deberíamos pedir apoyo!- segundó el agente Houshi.
-Demasiados mis huevos! ¿Ya les dió miedo?- demandó a saber mientras disparaba de nueva cuenta.
-claro que no sessh, pero necesitamos el apoyo aéreo!- objetó Bankotsu a la vez que disparaba un AR15.
-Abajo!- ordenó el ojidorado y sus 3 compañeros obedecieron. -¿ya viste al que está a las 3,15? Trae una maldita basuca!- alertó. -Estos tipos están muy bien preparados, sabían de que vendriamos!- reconoció, para luego retomar su posición y empezar a disparar.
Un grito femenino se escuchó, seguido de varias voces masculinas que gritaban con preocupación la palabra "Miko".
--*Jefe, tengo a cuatro de mis hombres heridos!*-- le informaron por radio.
-Mierda!- espetó furioso.
--*Señor, los del (2-14 y el 9-03) no responden*-- informaron al agente yöhei por radio.
-¿viste lo que has provocado? Tenemos que irnos Sesshomaru!- reclamó tomándolo por la camisa para que dejara de disparar el AK. Los ocupantes de las lanchas enemigas continuaron rafaguenadolos y Bankotsu al no obtener respuesta de su superior, tomó el mando y ordenó la retirada.
-Atención (5-34) envía dos agentes a las lanchas (2-14 y 9-03) nos retiramos, repito, nos retiramos- ordenó. Envió a las lanchas con los agentes heridos y luego las demás les siguieron para mayor seguridad.

EL CÁRTEL DE LA MIKODonde viven las historias. Descúbrelo ahora