;23

3.5K 426 241
                                    

DESPUÉS DE LA PESADILLA 
▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂

DESPUÉS DE LA PESADILLA  ▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂

Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou télécharger une autre image.

▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂

Dicen que las tormentas traen un caos tras otro cuando llegan. Aún cuando parece que todo se calma y saldrá el sol nuevamente, esta vuelve con más fuerza destruyendo todo lo que hay a su paso.

Porque así son las tormentas. Se alimentan de la calidez y la calma que se siente cuando se cree que todo estará bien.

Los perdedores creían que todo estaría bien en cuanto Eso fue destruido. Que por fin podrían ser felices, estar en paz consigo mismos y con las personas que los rodeaban.

No sabían que todo era un plan maestro de por parte de la tormenta que estaba apuntó de derrumbarlos por completo arrebatandoles las pocas esperanzas que les quedaban.

Sobre todo a una persona en especial.

Pero al no notarlo estando sumidos en aquella ilusión de paz que los había estado rodeando desde que salieron de la casa Neibolt, ninguno notó las señales.

— No puedo ir a mi casa así — Murmuró Eddie viéndose con una mueca de asco a través del gran ventanal en el que todos los perdedores se veían reflejados — Mi mamá va a matarme.

Richie al escuchar esto, sonrió con burla y se giro a mirar al pequeño que seguía sin despegar la vista del ventanal.

— Desapareciste 24 horas seguidas, seguro tú cara ya está en la televisión— Dijo burlón y está vez, Eddie si lo miró fulminandolo con sus ojos marrones — Y ése vómito huele peor que los zapatos de tú madre.

«Mentiroso»

El azabache sabía que aún con ese vómito cubriendo al pequeño asmático, sería capaz de besarlo si él se lo pedía.

— Ya callate, Richie — Lo regaño Beverly con la mirada y el de lentes elevó sus manos con inocencia.

— Tú tampoco hueles muy bien, Tozier — Musito Malia con diversión ante las palabras de su amigo que al escucharla, le sacó la lengua también divertido.

— Oye, para empezar. Los zapatos de mi mamá huelen a Popurri, idiota — Protesto indignado, cruzando sus pequeños brazos sobre su pecho  cuando todos empezaron a caminar nuevamente por la calle.

Stan, quién segundos atrás había tomado la mano de Mike disimuladamente mientras todos caminaban, se giro a verlo confundido.

— No es cierto.

— ¡Si es cierto! — Repitió el castaño con un enojó que fue desvaneciendose cuando Richie lo abrazo por los hombros — A-además... ¿Cómo sabrías a que huelen? Pará empezar. — Añadió intentando sonar firme con la pequeña discusión sin sentirse intimidado por las caricias que hacía el de lentes sobre sus hombros y cuello.

(𝟏) 𝐒𝐄𝐌𝐏𝐈𝐓𝐄𝐑𝐍𝐎 | it chapter one.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant