(𝟏) 𝐒𝐄𝐌𝐏𝐈𝐓𝐄𝐑𝐍𝐎 | it chapter one.

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LIBERTAD
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— ¿Malia? — Pregunto Tracy al entrar a la habitación de su hermanastra y ver extrañada a la rubia quien seguía durmiendo con todas las sábanas y mantas cubriendola hasta el cuello.

No la admitiria pero apenas y había logrado dormir sintiéndose culpable por lo que sea que le hubiera sucedido a Malia.

— Malia... — Repitió al sentarse en la cama de la menor y cuando notó que no recibía respuesta alguna, suspiro frustrada.

— ¡Malia! — Exclamó un poco más alto pero sólo logró que esta hiciera una mueca de molestia y se removiera dándole la espalda — Bien pero que te conste que al principio lo hice de buena manera... — Murmuró la castaña con tono inocente y acercó sus manos lentamente hacia los bordes de las sábanas que tapaban el cuerpo de la rubia — ¡MALIA! — Grito esta vez y en un rápido movimiento retiro las sábanas que la cubrían.

Pero se arrepintió al instante cuando vio que la chica no traía absolutamente nada debajo de estas. Tracy grito asustada logrando que por fin la rubia despertará y se dio la vuelta rápidamente evitando ver a Malia.

— ¿Pero que...? — Murmuró Malia entre dormida y apenas logró abrir los ojos bien, las imágenes de lo ocurrido la noche anterior rondaron su cabeza.

Había sido una pesadilla, era obvio.

— ¡¿Por qué demonios estas desnuda?! — Exclamó histérica Tracy aún dándole la espalda y la ojiverde frunció el ceño confundida.

— ¿Desnu...? — Bajo su cabeza y al comprobar que efectivamente lo estaba, abrió sus ojos como platos y rápidamente agarró las sábanas de su cama para cubrir su cuerpo. — Y-yo... Ehm... — Balbuceo sin saber muy bien como explicarle y su mente comenzó a ser un caos, ¿Entonces si se había ido a dormir sólo con aquella toalla significaba que la "pesadilla" si había ocurrido?

— ¡No me expliques! — Dijo la castaña y abrió la puerta de la habitación de su hermanastra sin dirigirle la mirada — Dios, no quiero saberlo. Sólo... Tú madre quiere que bajes a comer algo, pronto será medio día.

Y sin decir nada más, abrió la puerta para poder saliendo con rapidez de la habitación de la menor.

Mientras que Malia seguía teniendo una especie de crisis al no poder diferenciar muy bien si lo que le había ocurrido, había sido real o no.

Aún con las sábanas rodeando su cuerpo, se levantó de la cama y camino hacia su baño con lentitud. Miró fijamente la perilla de la puerta por unos segundos dudando entre sí abrirlo o no.

— Por favor, es una estupidez — Murmuró la chica bufando y dándole la espalda la puerta de madera.

Era obvio que había sido una especie de pesadilla. Seguramente y cuando estaba entre dormida, salió de la bañera y se metió a la cama sin siquiera vestirse. Tampoco era muy raro, a veces cuando estaba entre dormida hacia cosas y luego no las recordaba.