━━𝐒𝐄𝐌𝐏𝐈𝐓𝐄𝐑𝐍𝐎 ┊ ❝Malia Murphy no sabía lo que era una verdadera y eterna amistad hasta que conoció al club de perdedores.❞
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(𝟏) Sempiterno. It chapter one /✓
(𝟐) Serendipia. It /✓
(𝟑) Saudade. It chapter two / en proces...
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Agosto, 1989.
«La vida es muy corta»
Una frase que se repetía Tracy Walsh cada que podía. No sabía en qué momento de su vida había empezado a tener el hábito de decirla pero era algo tan constante que incluso, era su lema personal.
¿Tal vez desde la muerte de su madre? Ni siquiera lo recordaba pero de repente, un día despertó pensando en que si no vivía todos los días como si fueran el último, sería demasiado tarde cuando al fin quisiera disfrutar de su vida.
Era algo extraño para una niña de tan corta edad tener ese pensamiento pero Tracy jamás le dio importancia a ello e hizo exactamente lo que le decía su corazón. Se arriesgo, reto sus sentimientos, fue espontánea, decidida y cada que se proponía algo, no importaban los obstáculos, ella siempre conseguía lo que quería porque si algún día llegaba a morir, quería irse teniendo el recuerdo de que hizo justo lo que deseó.
El problema fue cuando llegó Henry Bowers a su vida.
Tal vez Tracy no era el modelo de ser la chica más buena y amable del mundo. Si, era bastante arrogante y engreída, a veces solía ser algo cruel con las personas pero no era algo que hiciera con la intención de lastimar a nadie, era parte de su personalidad decir justo lo que pensaba, hiriera a quien hiriera.
Y exactamente eso fue lo que le llamó tanto la atención al matón de la escuela. Los dos adolescentes ya se conocían y a pesar de que Henry no tenía excepciones en cuanto a molestar se refería, si que tenía un extraño favoritismo con la castaña que al poco tiempo, también le llamó la atención a la misma.
Y sin saberlo, terminó hundiéndose en un abismo sin fondo.
Primero fueron cosas pequeñas. Desde cambiar su manera de vestir hasta el hecho de que se empezó a alejar de todos su anteriores amigos para poder ser sólo de Henry, tal y como lo solía proclamar tan orgullosamente el chico.
Sin saberlo, en unos meses ya no se pudo reconocer a sí misma. ¿Su actitud intrépida y rebelde? Esa se había ido al caño después de que Henry le dijera que debía quedarse callada cuando él se lo pidiera y dejar de hacer "estupideces impulsivas". Y claro que le habían dolido aquellas palabras a Tracy pero terminó acatando la orden de su novio y del que creía era, el amor de su vida.
Estaba enamorada, esa era la única excusa que ahora le daba al horrible cambio que había tenido gracias a Henry. Tracy se había convertido en un maldito robot sin emociones u opinión propia, tal y como Malia lo había dicho una vez, ahora sólo era un adorno del cual Bowers podía presumir.
Se sentía ahogada, atrapada en su mente. Cada vez que tenía un poco de valentía y quería decir algo para contradecir a Henry, era como si las palabras se quedarán atrapadas en su garganta torturandola en su subconsciente todo el tiempo. Estaba tan harta de sentirse de esta forma que sabía que poco a poco, con todo lo que acomulaba en su interior, podría explotar en cualquier momento.
