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El receso de verano había comenzado y Mingi se despedía de las clases por las siguientes ocho semanas. Estaba feliz de haber concluido otro año de universidad. Si bien extrañaría su vida universitaria en Seúl, estaba emocionado por volver a casa y estar con su familia y amigos por un tiempo. Aunque no hacía mucho que los había visto, pues una tragedia hizo que él tuviera que volver a su ciudad natal repentinamente hace un par de semanas atrás.

Su amiga más cercana, Yeji, había fallecido. Por supuesto que, ni bien se enteró, viajó de vuelta a casa para asistir al funeral y estar con sus cuatro amigos, Seonghwa, Yeosang, San y Jongho. Pero Yeji no solo era su amiga, sino que era la novia de su mejor amigo San ―básicamente su hermano―, y si la pérdida ya lo afectaba muchísimo a él, no podía ni imaginar cómo debería estar sintiéndose San en esos momentos.

Ellos se habían hecho amigos en secundaria y, desde entonces, eran inseparables. Sus padres trataban a San como un hijo más, literalmente era parte de su familia. Su madre, en particular, lo amaba. Antes de que terminaran la secundaria, él y San trabajaban juntos en el vivero de su madre, pero desde que él se fue, el pobre San se quedó teniendo que hacer todo el trabajo él solo. O así era, hasta que su madre decidió que ―considerando los recientes hechos― la salud mental de San no estaba en condiciones de aguantar todo el trabajo él solo y contrató a otra persona más. Mingi se sorprendió, pues su madre le había taladrado la cabeza incontables veces diciéndole que el vivero era un trabajo familiar y se rehusaba a dejar que alguien ajeno trabajara allí. Eso solo demostraba lo mucho que quería y se preocupaba por San, y en parte le alegraba porque significa que él no debería trabajar en el vivero durante sus vacaciones.

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―¿Hola? Llegué.

Su autobús había llegado mucho más temprano de lo planeado. El reloj marcaba las ocho y treinta de la mañana, cuando se suponía que debía haber llegado cerca de las once. Mingi ya sabía que no había nadie en su casa en ese horario, pero no estaba de más intentarlo. El silencio confirmó lo que suponía. Su madre acababa de salir al vivero y su padre seguía de viaje. 

Pensó en llamar a su madre y avisarle que había llegado horas antes de lo previsto, pero decidió no hacerlo, sabiendo que ella posiblemente lo haría ir a verla al vivero y él ―aunque sí quería ver a su madre― aún tenía ganas de seguir durmiendo. Puso la alarma y se dispuso a dormir hasta entonces, pero un mensaje lo interrumpió.

[08:45] madre: 

Cuando llegues, podrías venir al vivero?

San acaba de avisarme que no se siente bien y no vendrá

Me serviría tu ayuda 

visto

Hasta ahí habían llegado sus planes. Bufó, observando fijamente su cama y lamentando no poder descansar, pero sabía que su madre lo necesitaba y no iba a decirle que no. Especialmente si San se sentía mal, su mamá estaría preocupada todo el día pensando en su segundo hijo.

[08:47] mingi:

de hecho acabo de llegar

ya salgo para allá

enviado

Camino al vivero se dio cuenta de lo mucho que en realidad extrañaba estar en su ciudad natal, pues le traía muchos recuerdos, más que nada con San y sus amigos. Mentiría si dijera que él no estaba preocupado por su amigo, considerando su reciente pérdida. Si bien él no estaba aquí tanto como desearía, sabía por Seonghwa, Yeosang y Jongho cómo se encontraba su mejor amigo en ese último tiempo y la imagen de San sufriendo no era una que le agradara en lo más mínimo. Solo podía suponer lo destrozado que estaba, y eso era suficiente para hacerle doler el pecho por él. Estaba ansioso por finalmente ver a su amigo y abrazarlo, porque era lo único que podía hacer por él en esa situación.

I LIKE ME BETTER; yungiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora