✓ | 𝒔𝒆𝒆𝒍𝒊𝒆, shadowhunters

006. el descenso al infierno no es fácil

꒰ 𝐒𝐄𝐄𝐋𝐈𝐄 ꒱ؘ࿐ ࿔*:

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Los tres salimos de la sala de entrenamiento a una gran velocidad siguiendo a Clary, la cual está demasiado confusa y enfada caminando rápidamente por los pasillos del instituto. Jace y yo la seguimos para intentar que se relaje.

—Clary, tienes que calmarte.—Jace agarra su mano, logrando tranquilizarla un poco o al menos que no pueda huir.

—¿Calmarme?¿Quieres que me calme? Vale Jace puede que tú seas un G.I. Joe sin emociones pero...

—Que es un G.I. Joe.—Pregunta confundido pero no más de lo que ambas hermanas Fairchild estábamos.

—Un soldado sin sentimientos...—Me cruzo de brazos y me apoyo en la pared más cercana observando y estando pendiente de su conversación.

—...que no sabe de emociones, ni si quiera que es perder a alguien, a tu propia madre.—Finalizó mi hermana por mí.

—Tienes razón, no conocí a mi madre.—Wow, y lo dice tan naturalmente. Me extrañó no sentir nada de melancolía es su voz, pero lo entendía, no la había conocido y seguro que le daba igual.

—No lo sabía.—Clary arrepentida se disculpa con Jace.

—A eso me refiero, no sabéis nada de todo esto, de mi, de mi vida, en el mundo de la sombra sin entrenamiento ni un plan estáis muertas.—Aclaro mi garganta por el error del rubio.

—Recuerdas que sé sobre el mundo de las sombras ¿Verdad?—Encaro a Jace, que está de brazos cruzados.—Pero tú tampoco sabes de mí. Lo que no sabes desgraciadamente para ti, es que soy la mejor de la Corte.—Doy vuelta alrededor de ambos intentando intimidarles, bromeando, pero solo lo consigo con Clary. — ¿Crees que los subterráneos o el círculo acabarían conmigo? Meses de sacrificio entrenado duro y ahora un shadowhunters ¿Se atreve a decir que no se pelear o que simplemente no estoy preparada?

—Si para ti, pelear significa extender los brazos y mover cosas con ellos, lo haces muy bien, pero en el combate cuerpo a cuerpo ¿Lograrías salir viva?—Da un paso queriendo hacer lo mismo conmigo intimidarme pero te aseguro que no lo logra.

—¿Quién ha hablado de extender los brazos?—En un simple y ágil movimiento saco su espada del cinturón, donde lleva unos cuantos cuchillos más y por lo que reconozco dagas. Esquivo un golpe proveniente suyo y lo acorralo contra la pared sintiendo mi enojo, acerco el cuchillo a su cuello.—Tan solo tres meses haciendo esto ¿Y tú? Por lo que muestras llevarás haciéndolo durante años.—Bajo el cuchillo y se lo entrego.—El perder digo.