Estocolmo - Supercorp

24. Super-Suits

—Oh, fue un grito de gusto. Gracias a H'ronmeer —el marciano habló aliviado.

Lena lo miró con el ceño fruncido, pues era muy extraño escuchar a Supergirl con esa voz tan... grave.

—Te queda muy bien, Alex —Lena elogió con sinceridad.

—Gracias, Lena —contestó sonriendo.

La agente pensó que tal vez era momento de darle un voto de confianza a la empresaria. Después de todo y más allá de lo sucedido, Lena era familia.

—Deberíamos ir yendo —la superhéroe expresó mirando a su mejor amiga—. ¿Ya has desayunado bien?

—Sí, estoy perfecta. Dame un momento para ir al baño y vamos ¿Si? —le sonrió—. El auto lo dejé estacionado a unos metros de aquí —los demás se miraron entre sí—. ¿Qué pasa?

—¿No sería mejor ir en autobús? —cuestionó la rubia—. Para llamar menos la atención.

—¿Y te parece que no llamaría la atención que yo, Lena Luthor, esté viajando en un autobús público? —arqueó sus cejas.

—Lo siento, Su Majestad —bromeó la kryptoniana—. Pero créeme, es lo mejor —la pelinegra rodó los ojos como respuesta.

Lena miraba el autobús con una curiosidad absurda, Kara intentaba no reírse ante su actitud.

—¿Qué es lo que tanto te llama la atención? —preguntó divertida.

—Lo siento, debo parecerte una idiota —la rubia negó.

—No, me pareces adorable. Igualmente, suerte que no estamos en hora pico —la empresaria arqueó sus cejas.

—¿Por?

—Pues, hay una gran congestión de gente en todos los transportes públicos —respondió con obviedad.

—¿Ves? ¡Debo parecerte una idiota! —exclamó alzando la voz.

Un señor ubicado dos asientos delante, se volteó a mirarlas. Lena se sonrojó al percatarse de la mirada.

—No eres una idiota por no saber esto —golpeó su hombro, juguetonamente—. Fuiste criada en un mundo de lujos, sin más.

—Sí, un mundo de lujos... —murmuró—. Pero no sirvió para sentirme menos miserable —sus ojos reflejaron tristeza.

La kryptoniana hizo una mueca afligida y la abrazó. Momentos después se alejó de ella, pues habían llegado.

—¿Vamos, señorita Luthor? —la mencionada sonrió, tomándola de la mano.

—Vamos, señorita Danvers.

Mientras ellas se encaminaban al edificio, los demás luchaban contra Rama Khan y sus aliados.

Ya en el laboratorio de LuthorCorp, Lena se dispuso a trabajar en el traje. Mientras, la súper se dedicaba a observarla y admirarla.

—El traje no estará listo por lo menos en unas horas. Pero haré todo lo que esté en mis manos para acelerarlo.

—Lo sé, Lena. No te preocupes, ¿Ok? —le sonrió—. Sé que puedes hacerlo.

—Hey —Alex llegó al laboratorio, agotada.

—¡Alex! ¿Qué pasó? —la kryptoniana se acercó a la mencionada con preocupación.

—Rama Khan no está solo. Hay tres de ellos —comentó—. Cada uno con un diferente poder para controlar un elemento.

—¿Y los demás? —preguntó la científica, también preocupada.