002. la copa mortal

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Las Seelies no pueden mentir.

Sonrío ante el pensamiento y vuelvo del pequeño recuerdo, donde Meliorn no para de molestarme e insiste en que me tumbe junto a él, finalmente lo hago.

—Aparte, hoy es el cumple de la chica Fray.—Suelta Meliorn como si nada y me incorporo, me prometí a mi misma que iba a estar en su cumpleaños. Salgo corriendo de la habitación.—¿Dónde vas?—Escucho decir a Meliorn.

—A preparar la Corte Seelie para la batalla.







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—Adelante.—Avisa la Reina Seelie y empieza la batalla en la Corte.

Después de unas horas logré acabar con casi todas las Seelies, solo me faltaba una, kaelie.
Era hasta ahora la Seelie con mas fuerza, rapidez y valentía. Hasta que me enfrento a ella. Todo cambió cuando le gané, obteniendo el puesto y siendo la sucesora del trono de las Seelies.

—Reina Seelie.—Le hago una reverencia pero ella me interrumpe, y obtengo un pequeño flashback de cuando llegue hace tres meses.

Lucie, eres la Seelie más especial que tengo no hace falta que me hagas una reverencia, sé que me tienes respeto.

Gracias, después de tres duros meses de entrenamiento con Meliorn lo logré.—Miro a Meliorn y lo abrazo recordando este mismo día hace tiempo, todo iba a cambiar y debía vivir en el mundo mundano.

Lucie te ayudaré a introducirte en el mundo de las sombras.

Salgo de la Corte Seelie y corro hacia mi destino, el departamento de los Fray. Ando de nuevo por las calles de Brooklyn después de tres meses pero esta vez, con la única diferencia de ser una subterránea, lo cual significa que nadie me ve.

Toco la puerta de nuestra apartamento y me abre mi madre, desgraciadamente es ella, el odio me ciega pero algo que he aprendido en la Corte es que los Seelie adoramos todo y en el fondo (muy al fondo) no hay enfados. Y la abrazo, lo necesitaba.

—Lucie.—Susurra en mi odio, se separa y mira mi cuerpo tocado flores que hay sobre mis hombros y cuellos, y algunos tatuajes Seelies. Con un simple movimiento de dedos los escondo para que Clary no los vea.

—¡Lucie!—Grita Clary y viene corriendo a abrazarme—Te he echado de menos. ¿Cómo te ha ido el curso de cocina?—Me pregunta pero no entiendo. Miro a Jocelyn y abre los ojos, entiendo.

—Muy bien, pero lo he suspendido. Odio cocinar.—Ambas reímos y nos abrazamos.—Felicidades pequeña—Le sonrío a Clary ya que acaba de cumplir sus dieciocho años.

—Solo soy un año menor.—Reímos y miramos a mi madre la cual trae entre sus manos dos cajas, una más grande que la otra.

—Felicidades Clary—Le tiende una caja y a mi también, dudo si abrirla pero al final lo hago.—Es una Estela.

—¿Qué es un pisapapeles?—Pregunta Clary desentendida y confundida ante el objeto tan raro.

—No, es mucho más que eso, es muy antiguo.—Dice suspirando, todavía le tengo rencor por lo de la Corte pero lo hizo por mi bien y le agradezco. Literalmente me consideraba muy buena, en el mundo de la sombras tras los entrenamientos. Después de todos recordé a todos los subterráneos, los chupasangres, los chucho, y los viejo de cuatrocientos años. Así los llamábamos. Recuerdo las palabras de la Reina una y otra vez seguidas en mi cabeza "Eres la Seelie más especial que tengo.—Llevarlo siempre encima es una reliquia familiar.—La voz de Jocelyn hace que salga de mis pensamiento.

✓ | 𝒔𝒆𝒆𝒍𝒊𝒆, shadowhunters Where stories live. Discover now