Cuando llego a la hacienda de Somerset, aún no hay evidencia de la presencia de los Denavritz y mucho menos de Emilia. Me enoja demasiado que sean tan impuntuales.

- Magnus, cariño. - Saluda Benklie con una sonrisa hostigante.

- Señora Somerset. - Respondo con un leve asentimiento.

- Le he insistido a mi marido que te de las tierras a ti.

- Aprecio el gesto pero en verdad no deseo ese terreno.

- ¿Entonces a que vienes? - Cuestiona extrañada.

- Supongo que este lugar me gusta.

- ¿Te gusta el sitio o sus visitantes? - Inquiere, levantando una ceja.

- ¿Visitantes? No entiendo su insinuación.

- La señorita Emily. Veo que se lleva muy bien con ella.

Esta mujer es bastante entrometida y me molestan considerablemente sus palabras. No veo de donde saca esas conclusiones pues no le he dado motivos a nadie para que piensen de esa manera.

- Creo que esta usted confundiendo las cosas. La trato igual que al resto.

- Oh por supuesto. Solo digo que se desenvuelve bien cerca a ella.

- Cariño, deja en paz al rey Magnus. - Intercede Somerset antes de que yo pierda la cabeza y dirigiéndose hacia mi dice - Espero hayas venido con todas las armas para ganar la contienda porque sé que a usted no le gusta perder.

- Yo gano lo que quiero ganar y pierdo lo que quiero perder.

Me enoja que insinúen que no soy capaz de controlar las situaciones. Si me muriera por obtener esas tierras ni siquiera me molestaría en venir a pelear por ellas, solo las invadirá y colonizaría a mi antojo.
Parece que ellos aún no saben a lo que se atienen conmigo.

Aproximadamente 20 minutos después veo a Emily caminar hacia mi, le sonrío pero una expresión de derrota es lo que recibo a cambio.

¿Qué le habrá pasado? ¿Qué nueva estupidez habrá hecho Denavritz? O ¿acaso Lerentia le habrá inventado otra cosa sobre mi?

- Hola, Magnus. - Saluda Denavritz con esa educación tan fastidiosa que siempre trae consigo.

- Rey Magnus para ti. - Replico con desdén.

- ¿Acaso no puedes contestar un saludo sin ser altivo?

- Si sabes quien soy, sabes a que te enfrentas.

- El ser amable no le hace daño a nadie.

- Solo soy amable con quien quiero y tú no estás en la lista.

- ¿Tienes una lista para eso? - Contesta divertido.

Denavritz en verdad es demasiado estúpido como para existir y aún más para ser rey.

- Si y el único nombre que figura es Emily Malhore. - Contesto con superioridad. - ¿Eres Emily Malhore? No lo creo, porque tú no te pones nervioso cuando me acerco.

- ¿Estas insinuando que ella si?

- No me hagas desconfiar de tu inteligencia, Denavritz.

Me observa con molestia para luego dirigir una fugaz mirada a Emily, quien hoy parece estar en otro universo.

- Bien. Iniciemos las negociaciones. - Vocifera Somerset, atento a la confrontación.

- Como sabemos Mishnock es un reino medio que necesita expandirse y estas tierras serían una gran opción para hacerlo. - Empieza Denavrtiz, tomando la iniciativa.

El corazón del Rey. [Rey 3]Where stories live. Discover now