•❥ Parte 11 ❥•

140 51 58
                                    

—Para mañana tendrán que presentar el trabajo con su compañero de a lado

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Para mañana tendrán que presentar el trabajo con su compañero de a lado. Tienen que tener una buena presentación y la exposición que me brindarán tiene que ser impecable.

¿Con mi compañero de a lado?

Hoy, Joshua no ha venido. Me envió un mensaje diciendo que no iba a venir porque amaneció enfermo y que su madre le prohibió que viniera en ese estado.

Le dije que no se preocupe, que luego yo le pasaría los apuntes. Pero mi problema no es ese, sino que Marcus está a mi costado.

¡Y me quiero morir! Ya he estado junto con Marcus, pero siempre ha sido en compañía de Joshua. ¡Nunca sola! ¡Nunca!

Y que él no haya venido hoy, y que el profesor invente un trabajo en pareja y que justo la persona que está a mi lado es Marcus. ¡Es un caos, para mí corazoncito!

No sé que voy a hacer.

—¿Dónde haremos el trabajo?

Escuchaba tan lejos lo que me decían, solo pensaba en mi situación.

—¡Jordan! —siento como alguien toca mi hombro.

Mi mirada va hacia la persona, era él.

—¿Sí? ¿Qué pasa? —trataba de sonar lo más tranquila posible.

—Te decía que ¿Dónde haremos el trabajo? ¿En tu casa o en la mía?

—En la mía, en la mía. —hablo rápidamente.

—Bueno, dime ¿Tú le pasarás los apuntes de hoy a Joshua? ¿Verdad?

—Sí. Yo se los pasaré.

—Está bien. Nos vemos en la tarde, en tu casa.

Suelto una risa nerviosa. —Eh... Sí, en mi casa.

(***)

—Por fin, damos por finalizado el trabajo.

Eran ya casi las diez de la noche, el trabajo nos tomó todo el resto de la tarde, Alfonso nos trajo de cenar y luego pudimos concluir.

En verdad, no sé por qué se me hacía difícil trabajar a solas con Marcus, creí que me pondría nerviosa y que me descubriría. Pero no, pasamos la tarde escuchando música, mientras trabajamos.

Mi parte favorita de hoy fue que en un receso se pusiera a cantar, lo hizo con tanta emoción que hasta casi se me sale una lágrima.

¿Talvez exagero? Sí, pero nos divertimos mucho.

Alfonso nos preparó cositas ricas, cada cierta hora, y sobre todo me estuvo haciendo ojitos cada que venía a vernos.

—Tienes una mancha.

No entiendo a lo que se refiere. Alfonso compró torta de chocolate como postre después de la cena.

—¿Qué? —Lo miro confundida.

Él poco a poco acerca una mano hacia mi rostro y pasa uno de sus dedos por mis labios de manera tan delicada.

El color tomate subió a mis mejillas y la calentura excedía los números que se permitía.

Marcus me mira como si nada. —¡Ya está! —Se aleja y se limpia con una servilleta. —Tenías chocolate. —dice sin más.

No podía siquiera asimilar lo que ha pasado, no podía controlar los movimientos de mi cuerpo, no podía moverme.

—Creo que ya debo irme. —dice poniéndose de pie y claramente avergonzado.

Con todas las fuerzas me pongo de pie y disimulo lo que acaba de pasar. Porque en verdad no entiendo nada.

¿A caso le gusto? Eso es imposible, desde el primer día dijo que no era su tipo.

Definitivamente, no le puedo gustar siendo un chico. Eso no. Que sea todo menos eso.

—Te acompaño a la salida.

—Gracias. —Lo llevé hasta la puerta y después de cerrar pegué un grito que a cualquiera dejo sordo.

—¿Qué pasó, señorita Jordan? —Alfonso se corrige. —Disculpe, joven Jordan.

—Marcus ya se fue, Alfonso.

Suspira aliviado. —Disculpe, es solo que aún no me acostumbro. Sé que ya debería saber cómo llamarla.

—Lo sé, Alfonso. —Lo interrumpo. —Para la próxima, simplemente ten más cuidado.

Empiezo a subir las escaleras.

—¿Se encuentra bien, señorita?

—Sí, no te preocupes.

No puedo dejar de pensar que puede caber la posibilidad de que le pueda gustar a Marcus. Y definitivamente no quiero eso, nadie lo quiere.

Se supone que a él le gusto yo, obviamente siendo una chica. Por eso está buscándome. ¿No?

Me tumbo a mi cama sin saber que hacer con lo que tengo en la cabeza. Cada día mi vida es más difícil siendo chico.

Nunca me imaginé haciendo tal cosa por alguien que conocí, en mi librería favorita.

Marcus tuvo el poder de que yo hiciera tal locura, tanto que ni siquiera me lo pensé, solo lo hice y ya.

Y todo esto ha sido posible con la ayuda de Dani y Alfonso. Sin ellos nada de lo que pasa hasta el día de hoy hubiese sido posible.

(***)

—El trabajo de ambos ha sido excelente, se ha notado mucho la dedicación que le han puesto. Los felicito. —dice mientras nos llenan de aplausos.

—Muchas gracias. —suelta mi compañero, antes de que yo hable.

—Pueden tomar asiento.

Ambos nos dirigimos a nuestros lugares.

—Guao, nunca imaginé que harían un buen trabajo sin mí. —dice Joshua.

—Pues ya ves que podemos. —reí a su comentario.

Joshua finge estar ofendido, poniendo una mano en su pecho. —Eso me ofende, pero los perdono porque los quiero y son mis amigos.

Los tres reímos a lo que dice.

Un fuerte dolor de vientre cesa mis risas. Hoy en la mañana amanecí con estos dolores, creí que era por algo que comí el día de ayer.

Ahora sé que no es por algo que comí, miro la fecha en mi celular, estamos 28 y hoy me viene mi periodo.

Carajo. No tengo toallas higiénicas a la mano.

Siento como el alma me baja y si me pongo de pie habrá una gran cascada rojiza.

¿Qué hago ahora?

¿Qué hago ahora?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Por amor me convertí en un chico ||Libro 1|| ✔Where stories live. Discover now