Hay un momento en el que te preguntas...
¿Estará bien lo que estoy haciendo? ¿Que consecuencias puede traer?
Ella lo pensó, pero aún así quiso arriesgarse.
Muchos hacen locuras por amor a alguien, lo que hizo ella fue cambiar totalmente.
Convertir...
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—¡En serio no puedo creer la suerte que has podido tener! ¡Pero si hay veces que ni siquiera te bañas! ¡No lo supero! —dice poniendo las compras en el auto. Todo el rato que hemos estado en el súper, ha hablado de eso. No hay quien la pare.
—¡Oye! ¿Qué cosas dices? Claro que me baño.
En serio que si me baño, hay días que el frío y la flojera me ganan. Pero al final termino bañándome.
Mi mejor amiga ríe, después de que le conté cómo es que crucé palabras con Marcus, obvie algunas cosas, por supuesto. Como por ejemplo que por el nerviosismo le dije que era hermoso, no se lo digo porque sé que se burlaría de mí, sabiendo que ningún chico ha logrado ponerme nerviosa. Y la otra cosa que no le conté fue el beso que él me dio.
Ahora que lo pienso. ¿Hubo necesidad de que me diera un beso?
—Lo que no logro entender es... ¿Por qué te dio las entradas? Lo digo porque a pesar de que es buen cantante y tiene muchísimas fans, no es muy cercano a ellas. Por eso es que estudia en una escuela de varones, aunque estudia virtualmente. Pero es distante porque las fans lo agobian demasiado.
—¿En serio? —Ella asiente. —La verdad no lo sé. Solo me las dio y ya. —mentí.
—Lo bueno es, que no me quedaré con las ganas de ver al bombón de Marcus.
Después de haber comprado, nos dirigimos a casa de mi mejor amiga.
—¡Mamá! ¡Ya llegamos!
—Hola, mis niñas hermosas. —dice Maribel apareciéndose en la sala y recibiéndonos con un beso en la frente a cada una.
—Esto es para ti, Maribel. —Le entrego lo que le compré. Pero no me recibe.
—¿Otra vez has gastado dinero comprando cosas? Sabes que nada de esto es necesario.
—Se lo dije mamá, pero no me hizo caso.
—Lo hago con mucho gusto Maribel.
—Mamá, ya sabes cómo es Jordan.
—Mi niña.
—No digas nada Maribel. —Le entrego nuevamente y esta vez las recibe. —Es como agradecimiento. —Me acerco a ella y le doy un beso en la mejilla.
(***)
Después de haberle rogado a Maribel, para darle permiso a mi mejor amiga. Ella se lo dio, con la condición de regresar temprano a casa y que la llamemos cuando hemos llegado al local y cuando ya estemos de vuelta a mi casa, que ella estaría al pendiente.
