-"Si quieres matarte y seguirte destruyendo hazlo"-

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                                                            Capitulo 31

Hola. Han pasado ya tres días de lo sucedido con Ann y hoy en la madrugada Melody llegó a mi habitación. Primero quise matarla por el hecho de haberme despertado, siendo que había logrado dormirme una hora antes. Pero la noticia que me dio esfumó todo mi malhumor y rastro de dolor de cabeza que haya podido tener esa noche…

-Flash back-

Me removí en la cama mientras sentía que alguien me movía el brazo, impaciente. Solté un gruñido y la luz de la habitación se encendió, molestándome aun ms. Solté un suspiro y abrí un ojo, encontrándome con mi amiga. Estaba con su ropa de dormir y con el rostro algo adormilado aun pero aun así no dejaba de sonreír.

-¡Levántate!.-Exclamó ella y llevé mi vista hacia el reloj que reposaba en mi mesa de luz. Fruncí mi ceño al ver que eran las 3:30 am.

-¡Quiero dormir!.-Exclamé, frunciendo mi ceño.-¿Qué haces despierta a esta hora?  Tu enfer…-Ella me interrumpió.

-Saca tu culo de la cama y seguime, ¡Ann ya despertó!.-Mis ojos se abrieron como platos y si no fuera porque

Mel comenzó a tirar de mi muñeca para que saliera de la cama no me habría movido de allí. Tomé una chaqueta del suelo y salimos apresuradas de mi habitación. Los pasillos estaban iluminados por los escasos focos de luz que había y el suelo estaba demasiado frío para mi gusto. Claro, ya estábamos llegando a diciembre y el frío era cada vez más notable. Solté un suspiro y Mel me miró por unos segundos, preocupada, pero agradecí que hubiéramos llegado  al lugar donde estaba Ann porque estaba segura de que ella me preguntaría el porqué de mis suspiros. Yo solo lo sabía y es que… había vuelto a bajar  de peso, no demasiado pero…me habían dicho que si seguía hacía no podría salir para Navidad y…tal vez tampoco para Año Nuevo. Mel abrió la puerta de la habitación en la que  se encontraba Ann y me hizo pasar.

-¡Ann!.-Exclame emocionada y corrí hacia su camilla, ella rió suavemente.

-Hola cariño.-Susurró abrazándome suavemente, sonreí ampliamente mientras sentía las lagrimas picar en mis ojos.

-Te extrañe tanto, Annie.-Besé su mejilla y volví a hundir mi rostro en su cuello. Era tan bueno ver que ella se encontraba bien, era tan… relajante para mi pensar que ella estaba sana y salva.-Nunca más nos hagas esto.-Le dije apartándome de su cuerpo y mirándola amenazadora, ella rió ligeramente.

-Lo prometo, lucharé por seguir en pie.-Me sonrió como pudo y sus ojos se aguaron.-Aunque cueste tanto…-Murmuró y las lagrimas cayeron por sus mejillas, las limpié rápidamente.

-No cariño, no llores.-Murmuré mientras Mel se acercaba por el otro lado de la camilla y tomaba su otra mano.-Nosotras estamos para ti.-Le dije, ella sonrió ampliamente.

-Gracias, chicas.-Nos sonrió.-Si ustedes no hubieran llegado yo…estaría muerta.-Susurró con preocupación, suspiré y miré a Mel.

-Tendrías que habernos dicho lo que te estaba sucediendo, Ann.-Mel la miró seria y Ann suspiró.

-Lo siento, es solo…que pensé que podría con todo aquello sola.-Negó con su cabeza para luego seguir.-Pero lo único que logré hacer fue…casi matarme.-La decepción era notable en su voz, le acaricie la mano y le sonreí reconfortante.

-Nadie puede con tanto sola.-Le dije.-Todos tenemos que sacar nuestros problemas a la luz.-Mel asintió, totalmente de acuerdo conmigo.

-Prométenos que nos dirás cuando estas cosas te pasen.-Comentó Mel, mirando preocupada a Ann.

El diario de ___ Thompson (Harry y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora