Capítulo 24
Espero que ahora si puedan verlo, de verdad que no se que pasó, es que yo si lo veo! :3
Hola. Son las 7:30. La primera noche durmiendo aquí fue horrible. Gritos, golpes, sollozos... simplemente horrible. ¿Sabes lo que es dar vueltas en la estúpida cama sin poder dormir escuchando como los otros sufren? Hubiera querido gritarles que se callaran, que estaba cansada y que los golpearia a todos, pero no fue así. Mi enfermera entró a eso de las dos treinta y me dio unas pastillas para poder dormir, aunque estas no me hicieron efecto hasta las cuatro, cuando todo se estaba clamando. Sólo espero que lo que queda del día no sea igual, sino me escapare, odio estar aquí, encerrada.
(...)
Agradezco que conocí a James ayer, sino estar aquí sería una pesadilla. Elizabeth me llevó a tomar el desayuno y no me fue demasiado bien, es más...estoy castigada.
-Flash back-
Solté un suspiro mientras tomaba asiento en una mesa y esperaba a que Eli volviera de buscar mi desayuno. Tenía unas nauseas desde que había despertado y el olor a la comida que había aquí era asqueroso.
-¡Hey!.-La voz animada de James me saco de mis pensamiento y levante la mirada encontrándome con su amplia sonrisa mientras tomaba asiento frente a mi.
-Hola, James.-Intente sonreír de la mejor forma pero no lo logre, él río entre dientes.
-Mala noche, ¿Eh?.-Pregunto, sin borrar la sonrisa de su rostro. Asenti, ¿Como es que sé veía tan bien, acaso no había escuchado todos los ruidos?
-Muy mala.-Comenté, él sonrió comprensivamente.
-Lo sé, las primeras veces es difícil.-Rasco su nuca mientras elevaba un poco las comisuras de sus labios.-Pero aún asi, esas ojeras se ven bien en ti.-Él sonrió coquetamente y reí nerviosamente mientras sentía arder mis mejillas.
-Oye, James, deja de molestar a mi niña.-La voz de Elizabeth me salvo de nuestro silencio incómodo.
-Sólo he dicho la verdad, Eli.-Él sonrió como niño pequeño y ella rio mientras negaba con su cabeza.
-¿Ya has desayunado?.-Le pregunto mientras dejaba frente a mi lo que sería mi desayuno. Que asco, era demasiado.
-No, y ahora que lo dices creo que ya tengo que irme, mi enfermera me llama.-Nos sonrió ampliamente para luego irse.
-Te interesa mi niño.-Hablo Elizabeth con una sonrisa burlona una vez que James se había alejado.
-Claro que no.-Dije negando repetidas veces con mi cabeza y ella rió.
-Esta bien, esta bien...mejor desayuna, cariño.-Me sonrió alentadoramente y mire mi plato, sintiendo un nudo formarse en mi garganta y otro en mi estómago.
-Yo...tengo nauseas.-Dije casi rn un susurro, posando mi mirada sobre Elizabeth. Fruncio su ceño ligeramente y luego suspiro.
-Tienes que comer igual.-Sentenció, tratando de soñar suave.
-Pero de sólo ver la comida quiero vomitar.-Comenté, enfurecida.
-Oye, calmate cariño.-Dijo ella al ver cuán alterada estaba.
-¡No me calmare y mucho menos comeré esa mierda!.-Exclamé, atrayendo la atención de algunas personas. Ella suspiro y se paró de su silla.
-Tienes que hacerlo, ___.-Negué con la cabeza y ella miró hacia otra de sus compañeras.-Lo siento, pero tienes que hacerlo y también te tienes que calmar.-Me miro y bufe.
