Capítulo 8

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Dos semanas pasaron a un ritmo acelerado, mi vida se basaba en grabar, comer, salir a tomar aire, dormir, grabar música, salir por la noche y volver a grabar.
El grupo de trabajo por suerte era muy lindo, personas sanas, agradables.
Nos dieron un tiempo para descansar y me metí en la motorhome porque iba a llamarme mi novio, cuando sonó mi teléfono atendí la video llamada.
-Mi amor-Santi me sonrió-¿como estas, ¿como va Madrid?
-Todo bien, ahora en un descanso entre grabación y grabación-suspiré y después le sonreí-¿como estas vos, mucho trabajo?
Él asintió con la cabeza.
-Tengo mucho trabajo, y yo estoy bien-él estaba tan feliz de verme- hace bastante no hablábamos, los mensajitos no son lo mismo
-No es lo mismo.. Lo se.. Pero cada vez falta menos-dije para animarlo más a él que a mí.
-Voy a estar esperándote-él me sonrió- ¿todo bien con tus compañeros?
¿Para que tocó ese tema?
-Sí...-asentí con la cabeza y traté de demostrar el ser buena actriz- todo bien
-Me alegro, me alegra escucharte bien, se que te distraje un poco y estás trabajando, hablamos en otro momento mejor-él suspiró-te extraño Lali
Se me formó un nudo en la garganta.
-Yo también-mentí-nos hablamos
-Suerte en todo mi amor-fue lo último que dijo antes de colgar.
Me quedé quieta, sentada en la silla con ganas de llorar, me estaba convirtiendo en una mentirosa.
Me aguanté las lágrimas y salí al exterior nuevamente para grabar.

Cuando terminé con la jornada del día volví a mi departamento, se había hecho de noche, el trabajar grabando en una serie tenía esas cosas, nunca habían horarios fijos.
Estaba por pedir delivery cuando sonó el timbre, pregunté quién era y me puse en estado de alerta, bajé por el ascensor y lo vi.
-Miguel-lo miré, él traía cervezas y una caja con pizza-¿esto?
-Imaginé que no ibas a cocinar algo y se me ocurrió un menú algo argentino-él me sonrió y lo imité, hice lo mismo-¿vas a invitarme a subir?
Lo dejé entrar y subimos por el ascensor en silencio, iba a decir algo cuando se abrieron las puertas.
Abrí la puerta del departamento y entramos.
-Gracias por resolverme la cena..-agarré algunas cosas para poner en la mesa- ¿para vos la pizza se come con cubiertos o la mano?
-Cubiertos claro-él me miró divertido.
-La mano, esa es la manera argentina-me reí, él soltó los cubiertos y me imitó, comimos con la mano y otra vez se produjo un silencio.
-Lali quiero que no te sientas incómoda conmigo-él soltó y suspiró-me importas cariño, no pienso negarlo, solo quiero que no te alejes de mí, que no te distancies por lo que hicimos o lo que no
Iba a beber cerveza pero él me sacó la botella de la mano para que lo mirara.
-Te dije que está todo bien...-volví a recuperar la botella y bebí- no tengo las cosas claras en este momento, siempre tuve todo organizado, planeado.. Pasó una pandemia y dejó congelado mis planes, me sacudió de mi realidad, pasaron cosas.. Y me hizo replantearme otras, ahora solo quiero dejarme llevar por el momento, sentir que estoy viva
Levanté mi mirada y me encontré con la suya, se me había quebrado la voz, hace tanto no me sentía plenamente viva, la última vez fue.. Peter.
-Entiendo-él asintió con la cabeza- lo que quieras vos siempre va a estar bien Lali- se había acercado a mí, tenía sus labios casi sobre los míos-podes decirme que retroceda, que me aleje, siempre voy a entenderte
Negué con la cabeza solo porque soy estúpida y necesito chocarme contra una pared para ver bien las cosas, dejé que me besara y me aferré bien a él tratando de llenar una especie de vacío, la química estaba, ¿pero la magia?
Me separé un poco de él y volví a besarlo, necesitaba despertar de esta realidad de mierda, la que me tiene mareada, confundida, sofocada.
Así fue que otra vez terminé en la cama con Miguel Angel y supe que todo iba a empeorar cuando a la mañana siguiente me desperté y él estaba mirándome, me acarició el pelo y me sonrió.
-¿Es muy tarde?-quise saber y él negó con la cabeza.
-Es Sábado Lali-me recordó- podemos hacer algo, te puedo llevar a conocer algún lugar nuevo..
-No creo que sea conveniente...-empecé y él se acercó, me besó.
-Como quieras-se encogió de hombros.
Pensé mejor y lo miré a la cara.
-Bueno, podes mostrarme algún lugar-cambié de opinión porque Cande me dijo que haga cosas, experimente, me deje fluir.
Nos cambiamos, nos arreglamos y pasamos por la casa de Miguel para que se cambiara de ropa, era una muy linda casa.
-¿Lista?-me preguntó y asentí con la cabeza.
-¡Vamos!-le dije y lo seguí hasta su auto.
Fuimos a la Plaza Mayor, ya había estado ahí para grabar una escena, pero no había recorrido bien ese lugar, los negocios con cosas típicas, los aromas, la arquitectura, todo era distinto a mi amado buenos aires, y aunque estuviera lejos se sentía familiar.
Caminamos por algunos callejones, en alguno había negocios de artesanos, en uno de esos pasajes él me robó un beso, me dio igual, se lo devolví y me reí por la situación.
Seguimos caminando y fuimos por helado, nos sentamos pegados a una fuente y un grupo de personas lo reconocieron a él, a mí no, me reí.
Se sacó algunas fotos y me guiñó un ojo divertido.
-Después de que estrene Sky rojo vas a estar igual que yo-me molestó y quise tirarle mi helado encima, él me detuvo y se terminó cayendo al suelo- me debes tres euros
-Te los devuelvo, aunque le duela a mi billetera te prometo que lo hago-le sonreí, me había divertido, lo había pasado bien.
Miguel me llevó hasta la puerta de mi departamento y besó mis labios, no dije nada, no lo impedí, solo no pensé en nada, solo en vivir el momento.
Volví a mi piso y abrí mi computadora, tenía un mail de mis productores, les había gustado la canción que había escrito, tendría que ponerle otro nombre pero en mi cabeza era Del otro lado 2.
Cansada me fui a la cama, me saqué la ropa
y me desplomé.

Me desperté porque mi celular empezó a sonar, mi novio.
Atendí semi dormida y cerré mis ojos cuando me saludó.
-Es.. No se que hora es acá, ni cené solamente me dormí-le conté-¿pasa algo?
-Lali-él suspiró-necesito mirarte a la cara
Me extrañé, prendí un velador y él pudo verme.
-¿Estas bien?-me preocupé.
-Lali todos lo saben-suspiró- que estas teniendo un affeire con tú compañero Miguel Angel
No, no, NO.
-Yo..-empecé pero no supe que decir, que justificar.
-Lali me gustaría hablar cara a cara con vos, en vivo-él volvió a suspirar-no se que hice mal, ¿cuando te descuidé? ¿Porqué pasó esto?
La voz de Santiago se quebró y me sentí la peor mierda del mundo.
-Yo no se..-quería darle explicaciones, pero ni yo sabía la respuesta-perdón..
-Lali me importas, llevamos mucho años juntos y lo que me preocupa es que evidentemente no te llegué a conocer bien como para darme cuenta de que estaba perdiéndote-él estaba conteniendo sus lágrimas, yo si lo conocía.
-Perdón.. yo-otra vez el nudo en mi garganta- me odio, me odio mucho
-No te odies, se que no sos mala persona, solo no se que te pasó... Y me desespera eso, no haber tenido ni una señal-la mirada de Santi estaba perdida-espero poder hablar con vos en algún momento, ahora necesito pensar, estar solo por algún tiempo Lali, no voy a responder mi teléfono, llamaba para decirte eso también
Él cortó la llamada y quise que la tierra me tragara, abrí mis redes sociales y todo ardía.
Me trataban de infiel, me lo merecía, me decían tantas mierdas, personas que no conocía me agredían,estaba en la mirada pública, toda la farándula hablaba de mí.
Me quebré, me puse a llorar, vi que tenía mensajes de mis amigas, mis hermanos, mi mamá, me detuve al encontrar uno en particular, Peter, la piel se me erizo y sentí miedo, no quería abrirlo, pero lo hice.
"Lali, no se ni porque te escribo, solo se que no te debes estar sintiendo bien, no soy mucho de estar en las redes pero se que están hablando mierda, solo te quería decir que no sos mala persona, todos los que te quieren o te conocieron en algún momento lo saben, no lastimes también a Miguel".
Esa última frase me mató en vida, "No lastimes también", "No lastimes también a Miguel".
Se me cortó la respiración por un momento y me sentí más mal de lo que estaba.
No solo había lastimado a Santiago, lo había lastimado a Peter.
Me cubrí con las sábanas deseando que todo fuera un mal sueño.

En tus manosWhere stories live. Discover now