7. Alex

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Si sigues el camino correcto y haces el bien, obtendrás una recompensar. El cielo es lo que promete la religión. Todas las religiones prometen un paraíso donde vivirás feliz eternamente. ¿Qué pasaría si la vida fuera el mismísimo infierno? Y después de la muerte llega la gran recompensa por haber llegado hasta el final de la meta.

-Me estoy follando a mi secretaria -confieso aturdido, nada mas cruzar el umbral de la puerta. -Que a la vez es compañera de piso y amiga de Sof.

Supongo que la presión me puede y que necesito soltarlo a la única persona que sé que no me va a mirar como lo que soy: un maldito imbécil.

-Buenas tardes, Alexander -contesta ella pasando por alto mis palabras. -Antes que nada me gustaría que tomaras asiento.

Obedezco, como lo hacia Sof a cada orden que salía por mis labios.

-Ahora, toma aire, y respirar hondo...

Me quedo mirándola sin parpadear, no quiero respirar. Quiero despertarme de mi propia pesadilla. Estar en la piel de otra persona y dejar de ser yo mismo.

-Llevo seis meses follando con alguien que ni siquiera sé quién coño es.

-¿Estás enfadado contigo o con ella?

No estoy enfadado, Alice no me oculta nada, es mas transparente que el agua de un manantial. Estoy decepcionado porque cuando estoy con ella solo pienso con la polla.

-No estoy enfadado con nadie.

-¿Cómo sabes que son amigas? ¿Has vuelto a seguir a Sofía?

-No, Alice me lo confesó.

-¿Le has hablado a Alice sobre Sofía?

-Claro que no. Me ha invitado a una fiesta donde sé que asistirá Sof, y voy a ir.

Ella niega desaprobando. Sé que enfrentar a Sof cara a cara puede echar a perder todos los avances que he hecho. Pero no quiero desaprovechar el encuentro que tanto he esperado. Es mi oportunidad de darle a conocer a Sofía el Alex que ella merecía.

-Alex, el primer paso a dar y el más importante de todos es mantener distancia con Sofía y todo lo que la rodea.

Lo único que quiero mantener con Sof es cercanía, cuanto más cerca mejor, la quiero enredada en mi piel y acorralada entre mis brazos. Sin poder huir de mí, pero por su propia voluntad. Casi a diario tengo la oportunidad de repetir lo que hice hace años, pero no es como quiero a Sof. Quiero que me ame. Que haya pasado el tiempo suficiente como para ni siquiera recordar con exactitud mi rostro, y tal vez exista la oportunidad que prometió en la nota que quedóde ella. Olvidar, para poder empezar de cero.

-Lo intento, pero el destino se empeña en unirnos.

No es casualidad que ella y Alice sea amigas, es una señal divina que solo me cerciora de que Sof es mía. Siempre lo ha sido y siempre lo será.

-El destino es inexiste, y eres tú quién se empeña en seguir cerca de ella.

Sé que solo tengo que verla, ver su reacción cuando me tenga delante, y si veo el mismo rechazo en su mirada, me alejaré de Sof. Esa es la única señal que pienso respetar.

***

Invito a Alice a pasar una vez que me he vestido de Michael Jackson. Él el rey del pop, yo el de mi propio infierno. Alice dice que va de Madonna. Yo solo veo un vestido corto que deja poco a la imaginación y unos leggins de rejilla que me la están poniendo muy dura.

-Estás...

-Para mojar pan y repetir -dice con seguraridad, y una sonrisa que se asoma por la comisura de sus labios.

-Para mojar lo que sea o lamerte directamente con la lengua.

Alice me observa traviesa, acorta la distancia y acariciar mi pecho por encima de las prendas. Se insinúa con sensualidad tratando de obtener algo a cambio.

-¿Le gustaría chuparme algo, señor Miller?

Admito que Alice sabe como excitarme, incluso sabe como manejarme en ésta situación y eso me aterra. Alguien que tenga poder sobre mí, no puede ser algo bueno. No puedo permitir que Alice tome las riendas de mi vida, ni de mi polla. Reacciono. Atrapo la mano que se pasea por mi cuerpo sin ningún permiso, y la giro con brusquedad obligando a reposar su cuerpo en la mesa del comedor. Llevo la mano hasta su nuca y presiono para que quede completamente inmovilizada y a mi merced. Nadie puede dominar al demonio, y menos una sumisa desquiciada.

-¿Va castigarme, Miller?

Eso es lo que ella desea con todas sus fuerzas, provocar mi ira para recibir un castigo que en realidad viene a ser un premio para una masoquista.

-Eso te gustaría mucho, ¿verdad?

Jadea impaciente cuando mis manos hacen contacto con sus leggins de rejilla, llego a la orilla de estos y los bajo junto a su ropa interior.

-Azotame fuerte, por favor.

Acaricios sus nalgas con tacto, para finalmente enterrar mis uñas en su piel. Alice jadea, gime y pide más.

-Esta vez no te voy a complacer.

Me desbrocho el botón de mi pantalón con una sola mano, mientras con la otra sigo inmovilizandola por completo. Alice mueve el culo ansiosa.

-Te estas volviendo un blando, por eso no me quieres azotar.

Alice es tan egoísta como yo, solo piensa en lo que a ella le gusta, en lo que quiere y está dispuesta a lo que sea con tal de obtenerlo. Pero esta vez no, esta vez solo voy a complacerme a mí mismo. Sin importar si ella termina o no. Cuantas más ganas tenga, más perra se volverá, más dispuesta estará y eso es un punto a mi favor.

Escupo en mi mano y la restriego por su sexo. Entro de un solo empujón, ella grita de la expresión y hace intención de mover su cuerpo, lo que me obliga a posar mi mano libre en su columna.

-Eres un capullo, Miller.

Quiero acabar sin que ella pueda llegar al orgasmo.

-Cállate, no te quiero oír.

Alice empieza a jadear, porque sin darme he dado una orden que ella recibe como algo excitante y positivo. Soy lo que Alice quiere que sea, ese hecho me paraliza. No soy el que domina, siempre ha sido ella.

Siempre toma el control, siempre la trato como ella exige, siempre le doy lo que ella espera de mí.

-¿Qué pasa, joder?

Ya no estoy excitado, salgo de Alice. Aún estoy a tiempo de darle la vuelta a todo.

-Ponte las bragas no querrás llegar así.

Ella me mira frustrada.

-¿Lo estás diciendo en serio?

-Te follaré cuando yo quiera, no cuando tu lo digas. Aquí la perra eres tú.

Ella sonríe de medio lado, aún no termino de entender a Alice. No sé que tan mal está de la cabeza, tal vez esté peor que yo.

-¿En el baño durante la fiesta?

Niego. Sea lo que sea, roza el extremo.

-Mientras todos estén bailando y ajenos a nosotros, tú terminarás lo que has empezado -añade.

Arqueo una ceja, de nuevo estoy recibiendo ordenes, no suena a una petición. Suena a algo que estoy obligado a cumplir.

-Tú no vas a acabar, yo sí, en tu boca y en el baño de la fiesta.

Alice se relame los labios. No me percato de la sonrisa que se daba en mis labios, porque no puedo evitar que me guste ese lado tan sucio que tiene. Es como si fuera mi otra mitad, y que juntos podemos ser felices o terminar de destruir lo que queda de nosotros.

El infierno Del Demonio (Libro 2)Where stories live. Discover now