Fın De Semαnα. | Intendenteplay

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Gustabo se encontraba entretenido jugando con el agua, mientras el mayor se encargaba de limpiarle, pasaba con cuidado la esponja por todo su cuerpo dando pequeños masajes.

– ¿Puedes inclinarte un poco?

En respuesta asintió y se inclinó hacia adelante, Conway tomó en sus manos la crema abriendola y untando en sus dedos.

– Creo que te dolerá un poco. – Con mucho cuidado colocó la crema en las heridas de los azotes en el cuerpo contrario, dejando besos cortos como muestra de cariño o disculpa si se había excedido.

– Gracias.. – Murmuró.

Jack sonrió y tomó el brazo del ojiazul ayudándole a salir de la bañera, cogió una toalla dándosele para que este se secara, mientras el tomaba otra sacándole su rubio cabello. Era lindo tener cerca al menor y poder disfrutar de su compañia, no lo iba a admitir pero le agradaba un poco —mucho— tenerlo consigo.

Al terminar su labor se dirigió a su maleta para darle ropa, escogió una de las pijamas y se la dió: – ¿Ositos?
El menor le miró y fruncio su cejas.

– ¿Qué? A mi me gusta. – Tomó su pijama y procedió a cambiarse.

– Realmente eres muy tierno – Dijo riendo.

– No lo soy, los osos son muy de hombre.

– Ya, lo que tu digas.

Gustabo luego de cambiarse, corrió a la cama y se estampó contra el colchón, gustoso de sentir las suaves y calidas sábanas.
Como amaba dormir.

– ¿No va a venir? – Se había girado hacia el y le miraba con las cejas alzadas.

– Iba a limpiar un poco.

– ¡Que aburrido eres! Definitivamente eres un viejo, uno de los que limpian mil veces el mismo sitio.

– Claro que no.. Lo hago doce mil si hace falta, Nena.

Gustabo se echo a reír, sabiendo que había un poco de verdad en lo que dijo. Luego le volvió a mirar y se echó a un lado palmeando la zona libre.

– Venga, que se enfría la cama.

(...)

E

l rubio había caído en un trance luego de dos días llenos de acción —más de lo que el haría— se encontraba cansado, se sentía cálido y relajado abrazando a su mayor, mientras recibía caricias en su cabello y algunas veces en su espalda.

– Entonces... – Conway, que estaba revisando algunos documentos bajó su mirada a la del rubio alzando un ceja.

– ¿Qué ocurre?

– Ahora soy tu sub. ¿Oficial? – Había echo una mueca de confusión. – No lo tengo muy claro –

– Pues, si realmente te sientes cómodo con serlo. Pues lo eres.

Gustabo sonrió satisfecho y escondió su cara en el estómago del otro. Ocultando su emoción, había conseguido tener un Dom. Lo que el siempre había querido, y no sólo eso, su amo era su jefe con el que tenía un pequeño crush.

"Genial, premio doble" – Pensó.

– Por cierto, no lo tengo claro pero...

– ¿mh?

– Ese anuncio que hiciste, ¿se lo enviaste a alguien más?

– Pues se lo envié por accidente a usted, así que creo que no.

Conway solo pudo asentir, para luego volver a sus acciones anteriores. Sin embargo, le seguía inquientando el echo de que el menor pudo haber enviado el correo a otras personas por accidente.
Y quería creer que no fuera de ese modo, porque realmente tendría un problema.

Debía hacer que Gustabo quisiera quedarse completamente con el.

(...)

Por otro lado, en la comisaría de los Santos, se encontraba el agente Greco de servicio.
Había Estado patrullando y atendiendo algunas denuncias, luego de desocuparse un poco caminó sigilosamente a los vestuarios, dejando un post de notas pegado en el casillero perteneciente Gustabo:

"Qué lindo sería verte en mini falda, Gustabito"
                                       - Tu futuro Dom.

Salió vigilando que no hubiera nadie cerca, y con una sonrisa se dispuso a seguir trabajando.
Hace unos días —cuatro exactamente— un correo algo extraño le había llegado, con curiosidad lo revisó dándose cuenta del contenido algo inapropiado.
Su primera impresión fue una broma, pero al ver el resto de información supo que no era así, y se sorprendió al ver el dueño de su ahora confusión.

¿Qué hace Gustabo pidiendo que le azoten? Y segundo, ¿existen entrevistas para esas cosas?

A Greco le agradaba el rubio, y jamás había pensado en si tenía sentimientos más allá del compañerismo, pero imaginar a su superior atado y a su merced hizo que reconsiderara esa opción.

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711 palabras.

Algo corto, pero da avance a la trama 👀

¿Guerra de shipps?

Linda tarde o noche, chiques ✨💕

- Dan Evans