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Farey

¿Alguna vez pensé ver como una de mis mejores amigas encontraba a su otra mitad? No, pero eso había pasado en el aeropuerto.
Ese chico que ahora se llama Aurel Boutin era el Alma gemela de mi queridísima pelirroja amiga.
¿Como había sido la reacción de su hermana? Épica.

No, no fue de mala manera se puso a gritar y saltar, dios, me había dejado sorda.
Ahora mismo estábamos yendo hacia la pequeña casa que habíamos alquilado para nuestra estancia, Rydel estaba sentada adelante sin decir nada pero calmada por fuera, la conocía tan perfectamente que podía llegar apostar que estaba pensando en miles de cosas en su cabeza.
Este viaje sería muy interesante ya no ponía duda.

—Hemos llegado chicas —la voz de Aurel resonó por todo el auto.

—Gracias por traernos —le agradecí al ver que ninguna de las chicas hablaba.

—No fue nada, estoy para servirles —o servirle a la pelirroja que estaba a tu lado mejor dicho

Espere que Chania bajara del auto para bajar detrás de ella.
Con ayuda de las chicas deje la maleta en el pequeño living, una casa simple, de color neutro, con tres sillones, uno grande como para tres personas y dos chicos.

Una escalera que llevaba al segundo piso donde estaban los dos cuartos, después nos repartiremos las habitaciones.

Podía ver la entrada de la cocina y una puerta al lado de la entrada que daba al patio trasero podía deducir.
Pero las demás no estaban pendiente de cómo era la casa, sino de la pelirroja que estaba hablando con Aurel, chismosas a no más poder.

Esta vez no se estaban comiendo la boca por lo menos, mi amiga tenía una linda sonrisa en su rostro, ese chico no demoraría mucho en caer en las garras de mi amiga, ella era hermosa y su forma de ser también lo era.
Luego de unos minutos mi amiga entraba por la puerta, la cerró detrás de esta y se quedó parada mirando a la nada.

—¿Y? —Persia le pregunto mirándola 

—Mm, ¿Qué pasó? —Rydel camino hasta uno de los sillones y se dejó caer en este

—¿Como que, que paso? —me senté en frente de esta—. ¿De qué hablaron ahí afuera?

—Ah eso... —ladeo su cabeza y nos tendió un papel a lo que antes de que alguna otra la tomara, lo tomé yo.

—Su número —le mire sonriendo como el gato de Alicia—. Este quiere una noche de sexo

—Nunca pensé estar más de acuerdo en algo que diga Farey, pero lo estoy —Persia se sentó a su lado.

—Por favor, iremos despacio. Besa bien y todo eso, pero quiero hacer las cosas bien —nos miró a cada una

—Es lo que pienso yo también. Deben conocerse antes —le aseguró

—Es guapo —murmuró apoyando su cabeza contra el sofá—. Su lengua es el jodido cielo sin duda 

Su último comentario nos hizo soltar una carcajada, está realmente había quedado colada por nuestro amable Aurel aún que algo me decía que escondía bastantes secretos, no se si clasificarlos como oscuros pero que los tenía, los tenía.

—Venga, dejemos de lado el amor y vamos a arreglarnos en las habitaciones —Chania se paró enfrente de nosotras con los brazos cruzados sobre su pecho

—Yo me pido a Farey, lo siento hermana pero dormir contigo es dormir con un oso —Rydel levantó sus manos en son de paz al ver la mirada que su hermana le daba, yo solo encogí mis hombros, no me importaba con quien durmiera

Mis Elegidos | #VD1Where stories live. Discover now