prologue

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PRÓLOGOtoo good at goodbyes

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PRÓLOGO
too good at goodbyes








Las visitas a casa de James y Ariadne siempre mejoraban el humor de Aura.

Antes de que Dumbledore les hablara de la profecía, se habían visto menos de lo que querían, porque siempre estaban yendo de un lado para otro con las misiones de la Orden. Pero, si algo bueno les había traído estar encerrados, era que podían pasar mucho tiempo juntos.

Había pasado un mes desde el primer cumpleaños de Altair, cuando James, Ariadne y Harry tuvieron que usar el encantamiento Fidelio para ocultarse. Solo quedaba un día para Halloween, pero eso no era lo que les preocupaba.

Mientras Vega, Altair y Harry jugaban en la alfombra, los padres planeaban la fiesta de cumpleaños de Sirius, para la que solo faltaban cuatro días. Los tres necesitaban con urgencia una distracción y poner todo su empeño en aquella celebración era la mejor posible.

Necesitaban que saliera bien. Después del último año, cuando la guerra más fuerte les había golpeado, necesitaban algo de alegría. Los cumpleaños de Harry, Vega y Altair habían alegrado a todos un poco, pero eso fue antes de saber que Voldemort perseguía también a los Potter.

Con su esposa, sus hijas, sus mejores amigos y el hijo de éstos en el punto de mira de Voldemort, Sirius necesitaba una alegría, u olvidarse por unas horas de la guerra, al menos. Aura, James y Ariadne se habían propuesto dársela.

Vega se acercó a los sillones y Aura le permitió quedarse sentada en su regazo y jugar con las pulseras que llevaba puestas. Aquello siempre entretenía a Vega.

—¿Remus vendrá? —preguntó Ariadne, frunciendo el ceño—. ¿Querrá venir después de lo que pasó con Sirius y Jason el otro día?

No había sido una discusión para nada agradable. Aura soltó un suspiro.

—Le preguntaré —dijo James, tamborileando con los dedos sobre la mesa. Aura sabía lo mucho que le afectaba lo que estaba pasando entre sus amigos—. Intentaré convencerle para que venga.

—Está bien —asintió Aura—. ¿Quién se encargará de la música?

Antes, aquello lo hacía Marlene, con ayuda de Dorcas. Aura se prohibió llorar al recordarlo.

—Puedo hacerlo yo —respondió James, no muy seguro—. The Beatles, Queen, ABBA, Pink Floyd... Estará bien, ¿no?

—Estará genial —dijo Ariadne, acariciándole suavemente la mano a su esposo—. Yo puedo ocuparme de la comida.

—Mandaré a Jason a comprar decoración —decidió Aura—. Y trataré de hacer un pastel decente. ¿Alguien más a quien invitar, además de Jason, Remus, Peter y Mary? Ah, y Frank y Alice.

—Le preguntaré a Amelia y Samuel —repuso Ariadne, tras dudar un momento.

Era triste pensar que podrían ser muchos más nombres, si no fuera por la guerra.

—Somos bastantes —dijo Ariadne, apuntando los nombres en un pergamino—. Mañana les escribiré a todos. Espero que no tengan ninguna guardia o misión. Ojoloco está comenzando a exagerar.

—Sirius no tardará mucho en llegar —comentó Aura, mirando el reloj—. Será mejor que volvamos ya a casa. Tengo que acostar a las niñas.

—Harry está quedándose dormido —advirtió James—. Ari, ¿y si lo acostamos y...? ¿Cómo decíais Sirius y tú, Aura? ¿Hacer crucigramas?

El azabache sonrió con burla hacia su hermana.

—Oh, por Merlín. —Aura se echó a reír—. Eres horrible, James.

—Y me adoras, hermanita —replicó él, levantándose del sofá y yendo hacia su hijo.

Harry extendió los brazos de inmediato, exigiendo que le levantaran, y su padre le contentó. Ariadne esbozó una sonrisa al ver a James cargando a Harry, que trataba de quitarle las gafas al mayor.

—Vega, Altair —llamó Aura, levantándose también—. Tenemos que volver ya a casa.

—¿Papá ha vuelto ya? —preguntó Vega, mientras Aura la dejaba en el suelo..

—No creo, estrellita —suspiró Aura, sonriendo con tristeza a su hija—. Pero le verás mañana. ¿Y si hacemos tortitas para desayunar?

—¿Pueden ser tortitas de miedo? Mañana es Halloween, mamá.

—Está bien, serán tortitas de miedo. ¿Qué opinas?

La niña pareció pensarlo, pero acabó asintiendo seriamente. Aura se inclinó para tomar a Altair en brazos. La menor estaba a punto de quedarse dormida.

—¿Mañana seguimos organizando el cumpleaños? —preguntó Aura, mirando el montón de pergaminos—. Sirius tiene también guardia por la tarde.

—Pásate, James y yo vamos a hacer brownies —rio Ariadne, recogiendo todo en la mesa con un movimiento de varita—. Habrá para vosotras.

—No parece mal plan —decidió su cuñada—. Vendremos. Y... disfrutad de los crucigramas.

James sonrió, esbozando la misma sonrisa cansada que Aura veía a diario al mirarse en el espejo. Los hermanos se abrazaron, como cada vez que se despedían.

Si hubieran sabido que aquel era su último adiós, las cosas hubieran sido diferentes.




















holi, cambié el prólogo bc encontré esto escrito de allá por 2020 y me gustó, no afecta mucho a la historia de vega pero creí que quedaba mejor jsjs <3

✓ LONELY HEART ━━ cedric diggoryTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon