Banquete y Charlajos

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Hermione sabía que Zabinni y Parkinson estarían cerca, pero no sabía que haría Neville, no sabía si tenía armas o que cosas. Y menos de Heidi, ya que el ataque directo no era lo suyo y no tenía ninguna arma, si no había conseguido alguna en esos días. Estuvo pensando en dejarle el arco y flechas a Draco y ella llevarse la varita, así podía hacer el encantamiento convocador. Pero eso quizás estropee todo y los profesionales salten sobre ella y quiza con la varita Draco iba a sentirse más seguro y cómodo.

Hacia un frio terrible que le congelaba los huesos y no veía demasiado bien en la oscuridad. Decidió ir por el camino del arroyo hasta el escondite de Luna, cerca del lago. Cuando llego, todavía faltaba una hora o dos para el alba.

La castaña se sentó en el escondite, congelándose de frio y con un miedo terrible. "Todo esto lo haces por él, por Draco. Aguántalo"se dijo ella a sí misma. No podía rendirse ahora.

El cielo adquirió un tono de mañana gris brumosa y no había rastro de los demás. La verdad es que  a Hermione no le sorprendió, ya que todos han destacado por su fuerza, capacidad asesina o astucia. ¿Supondrán que llevaba a Draco con ella? Dudaba que Heidi y Neville sepan que él estaba  herido, lo que le venía bien, porque quizá así crean que él la cubría cuando vaya a por la mochila.

Pero ¿dónde la han puesto? El estadio ya estaba lo bastante iluminado. Hermione oyó los cantos de los pájaros diurnos, ¿no era ya la hora? Durante un segundo le entro el pánico de estar en el sitio equivocado. Sin embargo, no, recordaba  bien que Dolores Umbridge habló de la Cornucopia, y allí estaba. Entonces, ¿dónde estaba el  banquete?

Justo cuando el primer rayo de sol se reflejo en la Cornucopia de oro, la castaña notó movimiento en el llano. El suelo delante de la boca del cuerno se dividió en dos y surgió una mesa redonda con un mantel blanco como la nieve. En la mesa había cuatro mochilas, tresnegras grandes con los números 3 ,7 y 8, una pequeña verde con el número 9, y una mediana naranja con el numero 12.

A los pocos segundos de oír el clic de la mesa al encajar en el suelo, una figura con pelo color del rubio caramelo salió corriendo de la Cornucopia, agarro la mochila negra con el numero 3 y se alejo a toda prisa. ¡Era Heidi! ¡Ella era la única capaz de salir con una idea tan genial y arriesgada! Los demás seguían colocados alrededor del llano, analizando la situación, y ella ya tenía su mochila. Además, los había atrapado, porque nadie quería perseguirla, no con las otras mochilas sobre la mesa, vulnerables.  Heidi debió de haber dejado allí las otras a propósito, porque sabía que robar una con otro número haría que alguien la persiguiese. "¡Ésa tendría que haber sido mi estrategia!"pensó Hermione.  Mientras ella experimento sorpresa, admiración, rabia, celos y, por último, frustración, su mata de pelo caramelo ya había desaparecido entre los árboles. Ummm. La castaña siempre temió a los otros, pero quizá sea Heidi el verdadero contrincante.

Encima, a la Gryffindor le había costado tiempo, porque ahora quedaba claro que tenía  que ser la siguiente. Si Zabinni o Pansy llegaban antes a la mesa que ella, se llevarían el paquete. Sin vacilar, salió corriendo hacia la mesa y notó el peligro antes de verlo. Por suerte, el primer cuchillo se dirigió hacia su  lado derecho, así que lo oyó y fue  capaz de desviarlo con el arco. Se volvió, tenso la cuerda y lanzo una flecha directa al corazón de Pansy. Hermione  veía desde lejos a Zabinni huir con la mochila negra con el número siete, su alianza con la Slytherin había terminado. Parkinson se volvió lo justo para evitar un blanco mortal, pero la punta le agujerea el antebrazo izquierdo. Aunque es una pena que no sea zurda, a la castaña  le basta para frenarla durante unos segundos, ya que tenía que sacarle la flecha del brazo y examinar la gravedad de la herida. Hermione se siguió moviendo y colocó otra flecha de forma automática.

Hermione ya llego a la mesa, agarro la mochila naranja con el numero 12 y se la colgó del hombro. Se volvió para disparar de nuevo cuando el segundo cuchillo le dio en la frente. Le hace un corte encima de la ceja derecha, le ciega un ojo y le llena la boca de sangre. Se tambaleo y retrocedió, pero consiguió lanzar la flecha que tenía preparada hacia su atacante, más o menos. En cuanto sale, sabía que no iba a acertar; entonces Pansy se le echa encima, la derriba boca arriba y le sujeta los hombros contra el suelo con las rodillas.

Los Juegos del Hambre (Draco/Hermione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora