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Los días pasaron con rapidez para Shin, entre ponerse a pintar el cuadro y mantenerse alejada de Renjun mientras mantenía su mentira de la florería, en menos de lo pensando las dos semanas estaban acabando

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Los días pasaron con rapidez para Shin, entre ponerse a pintar el cuadro y mantenerse alejada de Renjun mientras mantenía su mentira de la florería, en menos de lo pensando las dos semanas estaban acabando.Por suerte en el transcurso de esos días Huang no había insistido más en acompañarla porque YukHei siempre aparecía avisando que él la llevaría porque su casa quedaba al lado del trabajo de la pequeña —si, al final Wong se había unido a su mentira—.Las primera dos veces Renjun había peleado un poco pero luego pareció rendirse.

Shin se entero tiempo después que simplemente ya no insistía porque acompañaba a Yenmin a su casa en su lugar.

Faltaba solo un día, era viernes y la exposición era realizada en el instituto el día sábado, por lo que ahora se encontraba en clases de arte terminando los últimos detalles, tratando de realzar un poco más el color de algunas partes.Al final había cambiado un poco la idea por el poco tiempo que tenía, teniendo que rehacer y experimentar, pero creía que estaba bien.

—Recuerden que mañana deben estar puntuales —la profesora comentó mientras caminaba por el salón observando de reojo los diferentes retratos.—Y quedarse hasta el final porque daremos las medallas de reconocimiento.

La castaña paró de hacer los finos trazos con el pincel azul, pequeños recuerdos de ella y Renjun tiempo atrás llegaron a su mente.La promesa que se habían hecho, en el salón de artes mismo en el que ahora estaba, cuando todo estaba bien.Hizo una mueca mientras volvía a pasar el pincel por el lugar, no estaba segura si aún esa promesa seguía en pie para el castaño, pero para ella si lo estaba porque seguían siendo amigos a pesar de todo.

—Manzanita ¿vienes? —la suave voz de Chenle la sacó de sus pensamientos, el timbre había sonado y no lo había notado.Lo observó con una sonrisa en su rostro antes de levantarse y pararse al lado de él y Jisung para caminar hacia el salón de química.—No puedo creer que ya tengamos que entregar el examen final de algunas materias, parece ayer cuando empezamos.

—Lo sé, ¿verdad?—Jisung respondió y luego hizo una mueca en sus labios bajando el decibel de su voz.—El próximo año todos los demás se irán a la universidad.

Ambos asintieron a la par algo cabizbajos, lo sabían desde que se juntaron a Jaemin y Donghyuck hace cuatro años, en un determinado momento ellos se irían, pero ahora faltaba tan poco que les atemorizaba.¿Que pasa si se distanciaban debido a eso?, ¿si luego los ven como inmaduros niños de secundaria?.

Y luego estaba sumarle el hecho de que ahora tenían más amigos que se irían, Jeno, Renjun, YangYang y Mark, la tristeza se multiplicaba.

—Hey, chicos tranquilos, no podemos dejar de ser amigos si ni siquiera hemos visto a Donghyuck confesarle sus sentimientos a Miren, la chica de la que lleva enamorado desde primaria, o ellos no han visto a Jisung dar su primer besito.

—¡No lo digas tan algo Dong Shin!—Park vociferó sonrojado mientras se cubría el rostro y Chenle se burlaba de él riendo con su típica risa que llamaba la atención.—¿De que te ríes?, si tu tampoco lo hiciste—inmediatamente cualquier rastro de diversión desapareció del rostro del Chino.

—Ya dejen de pelear, en resumen a lo que quería llegar es a que no nos separaremos solo porque no nos veamos aquí ¿si?, podemos juntarnos fuera de clases—Shin comenzó a explicar aún caminando con los chicos a su lado, en un tono calmo—.Es probable que ellos hagan más amigos y nosotros también, claro que si, pero nuestra amistad es imposible de encontrar en otro lado, no hay más locos que puedan soportarnos más que nosotros mismos.

—Eso fue muy lindo, me harás llorar manzanita —Chenle dijo dramático antes de tirarse sobre ella a abrazarla.—Espera, ¿nos llamaste locos?

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La castaña suspiró acomodando su mochila sobre su hombro derecho y observó por última vez el cuadro ahora posicionado sobre uno de los caballetes y rodeados por otros más, debía dejarlo en la galería esa noche antes de la exposición por orden de la profesora, y por ello estaba allí aún después de diez minutos pasados desde que había sonado el timbre de salida.

Lo observó por unos segundos y luego sonrió con levedad pasando los ojos por cada trazo y sintiéndose orgullosa de haber podido acabarlo en dos semanas cuando también debía estudiar para las otras materias, las horas de esfuerzo que había puesto en el habían servido.

Deslizo la fina capa de tela para cubrirlo y se dio media vuelta para salir de ese pequeño cuarto donde se guardaban los cuadros y útiles de artes que no estaban en el salón normal, estaba cerrando con llave cuando sintió unos pasos por el pasillo que se acercaban.

—Oh, espera, debo guardar este —la dulce voz de Renjun llegó a sus oídos y la menor se giró a verlo, estaba agitado y caminaba a un paso apresurado mientras sostenía un cuadro que no se lograba apreciar muy bien.

—Ren, hola —saludó sonriéndole aunque habían almorzado juntos esa tarde con los demás chicos , el pareció sorprenderse al tenerla en frente y nerviosamente movió su cuadro a sus espaldas, impidiéndole a Shin ver que era.

—Dong, ¿viniste a dejar algo? —murmuró mientras pasaba su lengua por su labio inferior ansiosamente y la chica asintió en respuesta.

—Si, ese cuadrocomunicó indirectamente esperando que el castaño lo entendiera y él solo asintió distraídamente.—¿Tú igual guardarás un cuadro?, ¿es para tu proyecto final?, Jaemin me dijo que debían hacer una especie de exposición de sus cuadros favoritos de sus tres años en el instituto para graduarse.

—Ah si, algo así —el Chino comentó y luego desvió su mirada hacia detrás de ella.—Te buscan —agregó con su expresión tornándose seria de repente y un tono tosco escondiéndose entre líneas.

Dong se giró ante esas palabras y se encontró con YukHei mirándolos unos pasos más atrás, lo había hecho esperarla en la salida mientras ella hacía eso.

—Me había olvidado —rió volviendo a mirar al castaño frente a ella quien conectó su mirada tierra con los dulces como la miel de la menor.—Creo que debería irme—continuó y Huang asintió en respuesta aún sin apartar sus brazos de detrás de su espalda.

—Nos vemos Dong—la nombrada le sonrió leve y seguido comenzó a caminar hacia Wong pero antes de marcharse por completo volvió a girar a Renjun quien no había apartado la mirada de ella.

—¡Nos vemos mañana Renjun! —gritó, sonriéndole y moviendo su brazo de un lado al otro como despedida.Esperaba que Ren hubiese entendido a lo que se refería y que cumpliera su promesa.

—¿Puedo ir a tu casa a comer el pan ese que te gusta, bebé? —Yukhei le preguntó una vez llegó a su lado pasando sus brazos, como ya se había vuelto costumbre, al rededor de sus hombros.

—Sabes que si.

Musa|Renjun|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora