[26]

2.1K 289 124
                                    

Sus dientes atraparon sin piedad su labio inferior, mordisqueándolo hasta lastimarlo y luego su lengua se deslizó por el mismo lugar tratando de aplacar el dolor auto infligido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sus dientes atraparon sin piedad su labio inferior, mordisqueándolo hasta lastimarlo y luego su lengua se deslizó por el mismo lugar tratando de aplacar el dolor auto infligido.Los nervios la carcomían, la angustia no parecía querer irse y su cuerpo se lo estaba manifestando mientras esperaba que Renjun hablara en el camino a la cafetería de su abuela.Porque era obvio que ella no lo haría primero.

Durante todo el periodo de clases trató de distraerse con los chicos, no pensar en lo de esa mañana pero cuando el último timbre sonó y Renjun se presentó frente a ella con una sonrisa impecable preguntando dulcemente si ya se podían ir no encontró manera de negarse a la realidad.

—¿Te sucede algo hoy Dong? —finalmente el castaño habló, mirándola por el rabillo del ojo sin detener su paso.

—No, ¿porque Ren?

—Estas callada y normalmente hablas hasta por los codos —el castaño soltó una risa y ella lo imitó decidiéndose que era hora de dejar sus pensamientos a un lado y actuar como lo que era, su amiga.

—Es que estaba pensando en que mi abuela me dijo que podía pedir algo para mi cumpleaños, y creo que será que adoptemos un gatito —no mentía en cierta parte, si había pensando en eso la cuarta parte del día.

—¿No eras alérgica?

—¿Y eso que?, puedo tomar medicina, además de que el dolor no será tan fuerte como el de no tener un gatito.

Touché —susurró sonriéndole ladino.—Jeno es igual a ti, tiene tres gatos siendo alérgico.

—Jeno es inteligente ¿ves?

—Si, inteligente el chico que saco un dos sobre cien en una prueba—murmuró y luego rodó sus ojos con diversión.—Uh, llegamos Dong.

La pequeña frunció su ceño, levantando su cabeza rápidamente y girándola para observar al gran local.Ni siquiera lo había notado.

—Entonces supongo que aquí es donde nos separamos Ren —le sonrió levantando su mano derecha y moviéndola de un lado a otro.—Que tengas una bonita tarde.

—Tu igual, cuídate y nos vemos mañana—le respondió y en un acto inesperado alzó su mano posicionándola sobre la cabeza de la chica, y alborotó su cabello mientras sonreía.

Seguido de ello se largó, caminando calle abajo y dejándola ahí despeinada y sorprendida.

—¿Y ese pequeña? —a su lado una voz algo grave le habló y ella ya sabía a quien pertenecía.Se giró a observarlos, a ambos chicos que se mantenían con los ojos sobre ella mientras le sonreían.

—Hay cosas que debo contarles Jaehyun, a ti y a Yuta, por eso les pedí juntarnos aquí —murmuró.

—Somos todo oídos Shin, como siempre.Lo sabes.

Ella asintió, desde que los conocía, hace once años atrás, en todo momento supo que podía contar con ellos para charlar y desahogarse como hacían a la vez ambos con ella.

Los conoció en el mismo lugar a sus espaldas, en la cafetería de su abuela.Pues como antes había nombrado, el padre de Jaehyun trabajaba allí desde hace tiempo, y luego de la separación de los padres de YoonOh al señor le tocaba cuidarlo tres días de la semana.

El señor Jung no tuvo otra alternativa más que llevar al pequeño a su trabajo, dejándolo en una de las mesas jugando con sus autos durante horas.
A Shin le pasaba mas de lo mismo, con su abuela trabajando todo el día para sacar adelante el negocio y ella con temor a estar sola en la casa no tenía mas opción que quedarse allí.En la mesa frente a la del chico, y luego de verlos dos días seguidos se animó a acercarse a preguntarle si quería jugar, sin saber que de ahí en más se convertiría en un amigo para toda su vida.

¿A Yuta?, pues al japonés lo conoció gracias al otro chico, quien tuvo que hacer un tarea de la escuela con el y como ese día iría a la cafetería con su padre lo invito a hacerla ahí.Shin terminó conociéndolo y tratando de ayudar a hacer la cartelera con ellos a pesar de ser menor.Y aunque Nakamoto al principio era tímido y callado porque no sabía tanto el idioma una vez que se adaptó terminó acompañando a Jae todas las tardes a la cafetería.

Los tres se adentraron, tomando asiento y pidiendo algo para comer y tomar.Ambos chicos trabajaban allí mismo pero por esa semana solo era en la mañana.

Una vez sentados Dong comenzó su relato, sobre todo, absolutamente todo lo que sucedía con respecto a Renjun, ya que ellos no sabían de la existencia del castaño y por ende de su gusto hacia el.

No porque no les tuviera suficiente confianza, solo porque últimamente con las clases de ambos en la universidad más el trabajo a tiempo parcial no se veían tan seguido.Era lo que tenía tener una diferencia de tres años.

Una vez terminó, cortó un poco del de pastel de fresa esperando a que alguno de los dos hablaran mientras llevaba la cuchara a sus labios.Aprovecho para analizar el rostro de ambos.Jaehyun mantenía una mueca ladina, que lo hacía ver adorable ya que su mejilla derecha estaba algo inflada y su hoyuelo estaba remarcado.Parecía estar pensando seriamente en que decir, repasando todo lo que ella misma había relatado.En cambio Yuta, en la silla frente suyo tenía el ceño fruncido, su boca entreabierta y parecía apunto de lanzar una grosería típica de su carácter tan explosivo que al cabo de los años Jung y Dong habían aprendido a sobrellevar.

—¿Debería golpearlo?, ¿puedo golpearlo?, quiero golpearlo—finalmente Yuta explotó en un conjunto de palabras amargas y los otros dos solo pudieron estallaran en risas, divertidos porque el japonés jamás parecía pensar las cosas serenamente.

—¿No sería raro que un amigo de Dong vaya a golpearlo de la nada?

—Puedo decir que soy su novio —respondió con simpleza mientras se encogía de hombros y llevaba su taza de café a sus labios, sorbiendo luego de soplar durante un momento.

—Si fueras mi novio ¿no crees que sería sospechoso que jamás nos hubiésemos dado un beso y que por ello fue él el primero? —fue Dong esta vez quien interrumpió mirándolo con una expresión de obviedad enmarcada en su rostro.

—¿Estas insinuando que quieres que te de un beso?—sin una pizca de vergüenza Nakamoto respondió en un tono coqueto, alzando una de sus cejas mientras dejaba la taza a un lado.

—Yo voy a golpearte a ti si sigues coqueteando con Dong, ¡es una bebe! —Jaehyun le interrumpió amagando un golpe antes de que Yuta se apresurara a levantar ambos brazos en alto, para demostrar que se rendía.

—¡Claro que no!, cumplo los diecisiete en dos semanas —Shin se apresuró a agregar recordándoles ese detalle, y ambos dejaron su lucha de miradas para sonreírle a la par.

—¡Cierto!, ¿harás algo por tu cumpleaños bonita?, sino podemos planear algo para ti con Jaemin, Chenle y los demás.

—No es necesario Yuta, la abuela dijo que como el clima está tan bonito últimamente sería un desperdicio no festejarlo afuera y me propuso hacerlo en la playa.Seguramente haga comida como para batallones y me deje invitarlos a ustedes y los demás.

Ambos asintieron eufóricos por la noticia.

—Yo puedo llevar mi parlante —el moreno agregó sonriendo haciendo que sus hoyuelos aparezcan.

—Y yo las canciones, tengo la lista de reproducción de tus favoritas armada Dong.

La menor les sonrió, agradeciéndoles que sean tan buenos siempre con ella, y que esa tarde le hayan levantado el ánimo con solo un par de charlas.

Musa|Renjun|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora