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Adrien

Después de unos minutos a solas con Marinette, decidimos bajar a la sala de estar, ya que mi madre nos había llamado para cenar.

Marinette quiso que fuéramos agarrados de la mano, ya que sus padres estaban al tanto de lo nuestro. Admito que tenía algo de miedo, ella no me dijo qué reacción tuvieron sus progenitores con respecto a la noticia, pero estaba seguro de que no sería nada buena, aunque no pude negarme.

Al llegar a la sala, todas las miradas de los presentes se posaron en nosotros. Me sentía incómodo por tanta atención, en especial por la mirada que me lanzaba el padre de mi novia que no era para nada agradable.

Nos sentamos con el resto, al menos el comedor era lo suficientemente grande, lo malo, me tocó con el padre de Mari en frente de mí, que no disimulaba para nada esa mirada fulminante.

Mi madre caminó alrededor de toda la mesa dejándole a cada uno un plato de lasaña, normalmente cocinaba eso cuando teníamos visita.

— Tom, Sabine.— habló mi padre, llamando así la atención de todos— Dentro de una semana habrá un desfile de modas y después una gala, quisiera que ustedes estuvieran allí junto con Marinette.

Tom y Sabine se miraron entre sí, luego miraron a mi lado, de reojo pude ver como mi novia asentía con la cabeza.

¿Acaso le estaban pidiendo permiso a su hija para asistir?

Que raro, casi siempre es al revés.

— Nos encantaría, Gabriel. — contestó Sabine con entusiasmo— Ten por seguro que estaremos allí.

La cena transcurrió normalmente, los padres de Marinette hablaban como era su vida en Marsella y que los trajo a vivir a París.

Al acabar, mi novia y sus padres se tenían que ir ya que debían abrir la panadería, que se ha vuelto muy famosa desde que llegaron.

— ¡Ay no!— exclamó Marinette llevándose una mano a la boca— Olvidé mi celular, ya vuelvo, ustedes regresen— después de decirle eso a sus padres, subió las escaleras, segundos después el matrimonio Dupain-Cheng abandonó nuestra casa.

Minutos después, la azabache bajó ya con móvil en mano y volvió a despedirse, pero mi madre la detuvo antes de que cruzara la puerta.

— Espera Mari ¿Qué te parece si nos acompañas a mi y a Chloe de compras mañana? Necesitaremos vestidos para el evento.

Cierto, unos días antes de un evento, mi madre y mi hermana no les importaba ir con vestidos simples, además, mi padre estaría lleno de trabajo diseñando nueva ropa, que no tendría tiempo para crearles vestidos.

Al menos yo solo tengo que usar el esmoquin de siempre.

— Lo siento Emilie, pero pienso usar un vestido viejo — respondió ella, lista para irse, pero mi madre la volvió a detener.

— ¿Y si te regaló fotos de Adrien cuando era niño?

No me jodas.

Espero que Marinette se niegue, odio que Emilie muestre mis fotos de la infancia, la mayoría de ellas eran vergonzosas.

Para mi mala suerte, Marinette se giró con una enorme sonrisa en sus labios, y viendo a mi madre, preguntó:

— ¿A qué hora nos vamos?

☆♡☆♡☆

¿Cómo dejé que me arrastraran hasta aquí?

Las chicas me trajeron al centro comercial en contra de mi voluntad solo para dar mi opinión acerca de sus vestidos, sobre todo el de Marinette, ya que sería mi acompañante.

▪︎Por lástima▪︎ |Adrinette|Where stories live. Discover now