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Marinette

Sentí que había dormido demasiado después de tanto llorar.

Aún no podía creer que casi todos me mintieron.

Me levanté de la cama con dificultad, mis ojos ardían, mi garganta estaba seca, no tenía ganas de hacer nada.

Con las pocas fuerzas que tenía, salí de mi habitación y bajé a la cocina, no vi a mis padres por ningún lado, supongo que estaban en la panadería.

Mejor para mí, así no verán a su hija de esta manera.

Tome un pan integral y me servirá jugo, los llevé a mi cuarto, creo que mi estómago solo tenía espacio para eso.

No sabía qué más hacer, normalmente pasaba el tiempo con Adrien o con mis amigas, pero ahora no quería saber nada de ellos.

Pensé en tal vez dar un paseo por las calles de París para despejarme un poco, así que me puse un vestido bastante sencillo y salí por la panadería para despedirme de mis padres, claro, asegurándome de que no vieran mi rostro.

El aire fresco me hacía bien, incluso fui al parque que está cerca de la escuela y decidí pasar un rato allí, sola.

Escuchar el canto de las aves, a los niños jugar, de verdad me relajaba, quería tener la mente en blanco por unos momentos.

Cuando sentí que tenía suficiente, me fui de allí y tomé otro camino para llegar a mi casa. Me metí por un callejón que se veía bastante seguro, pero con cada paso que avanzaba, escuchaba una clase de quejido cerca, cuando oí con más claridad, pude distinguir un maullido de dolor, ese sonido venía de una caja.

Me asomé y vi que era un gatito naranja, estaba muy delgado y sucio.

Lo cargué sin importarme cómo quedaría mi ropa, y busqué por el resto del callejón a ver si habían abandonado a más, pero no, este gato naranja era el único.

— ¿Marinette?

A la salida del callejón me estaba viendo Luka, el novio de Chloe, él camino hacia mí y me acarició la cabeza, sigo sin entender porque se comportaba así de dulce conmigo, lo ha hecho por un tiempo.

— ¿Es tu gato?— inquirió.

— No, acabo de encontrarlo allí— apunte la caja con mis ojos— ¿Y tú qué haces?

— Me dirigía a la tienda, pero si quieres puedo acompañarte al veterinario.

— Pero no tengo con qué-

— No te preocupes, yo pagaré.

Yo acepté, porque en este momento solo me preocupaba la seguridad de este minino, y no traía nada de dinero conmigo, cuando tenga la oportunidad le pagaré.

La veterinaria no quedaba muy lejos, y para nuestra suerte, estaba vacío, pudieron atender al gato.

Luka y yo estábamos en la sala de espera, y la única manera de matar el tiempo era hablando con él, pero siento que nuestro tema de conversación será Adrien, y no se que decir sobre él.

— Perdón por meterme, pero ya sé lo que pasó entre tú y Adrien— habló.

— No es una sorpresa que Chloe o Adrien te lo hayan dicho— traté de evitar su mirada.

— Me enteré por mi novia, me escribió.

—Hasta ahora, eres una de las personas que conozco que no me ha mentido.

— No me gustan las mentiras, y nunca estuve de acuerdo con que Adrien lo hiciera, pero no logré hacer que cambiara de opinión— dijo en un suspiro. Voltee a mirarlo y estaba recostado sobre el respaldar— Tenía miedo de perderte.

▪︎Por lástima▪︎ |Adrinette|Where stories live. Discover now