─── 005. ECLIPSE.

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Capítulo cinco:
UGH, PERROS.

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El día de su llegada aún no había terminado

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El día de su llegada aún no había terminado. El vuelo, tirarle cosas a su familia y hablar sobre su pasado había acabado con la energía de la adolescente.

Estaba exhausta y hambrienta. Se quejó al revisar que tanto como en la heladera y alacenas no había comida, por lo tanto, cuando Edward devolvió a Bella a su casa pasó por el mercado a comprarle alimento a su sobrina.

Mientras que comía en una cuchara mantequilla de maní, miraba como Emmett revolvía la cebolla con un poco de aceite para que no se queme. A espaldas de él, sobre la mesada para cocinar, Rosalie ayudaba a su marido a cocinarle a su hija mientras que ella criticaba y se burlaba de sus padres al verlos así.

—Vamos, papá. Puedes hacerlo mejor— se burlona muchacha mientras arrebataba una rodaja de tomate de la tabla donde cortaba su madre.

—Saca la mano— dijo Rosalie golpeándosela levemente con una sonrisa.

La rubia y su marido estaba feliz de que su pequeña hija haya vuelto a sus brazos, podía sentirse en cada rincón de su hogar. Nunca habían visto tanta sonrisa por parte de Rosalie desde que Persa se había integrado a la familia.

Por su parte, la pelirroja sabía que Rosalie y Emmett estaban haciendo su mejor intento por cocinarle, por más que ella le dijo que no hacía falta, ellos querían hacerlo pero era claro que iba a terminar en tragedia.

Los tres se quedaron tensos y agudizaron todos sus sentidos de un momento para otro.

—Ugh, perros— dijo Persephone rodando sus ojos.

Emmett apagó el fuego y se acercó rápidamente a la ventana gigante que había enfrente.
Los lobos se acercaban a paso lento y gruñendo la vivienda de los Cullen.

—¿Que suce-— preguntó Persa acercándose a la ventana, pero antes de poder llegar Edward la había tomado de un brazo alejándola de la ventana. —Oye, ¿qué carajos?— mustió molesta.

𝐏𝐄𝐑𝐒𝐀. [Jacob B. & Jasper H.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora