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Incluso en casa, Yoongi no podía sacarse esa sensación fea del pecho.

No sabía que los celos podían durar tanto.

Aún sin cambiar a su forma humana, siguió a Hoseok por todo el departamento, maullando para que le diera atención.

- Ya, Yoongi, para - masculló Hoseok, cuando el gatito comenzó a pasar por entre sus piernas haciéndolo tropezar, aunque el minino no le hizo caso.

Hartado, tomó al gatito maullante e intentó callarlo de la forma que siempre le funcionaba, dejando infinitos besos por toda su cabecita, se apartó con una sonrisa, esperando que Yoongi saliera corriendo avergonzado como solía hacer siempre, pero en cambio, alzó sus ojos grises hacia el humano.

- Miau.

Hoseok rodó los ojos, soltando un suspiro cansado.

- ¿Ya no huyes? - Yoongi lo miró-. Bien, ya verás.

Se acercó al sofá, sentandose y con Yoongi sobre su regazo.

- ¿Cambias para mí, gatito? - preguntó Hoseok, acariciando sus orejitas, sonriéndole de forma encantadora, y Yoongi no pudo no obedecer.

El castaño sonrió un poco más al ver al lindo chico con orejitas y cabello revuelto totalmente ruborizado.

Bajó su mano del cabello de Yoongi hacia su pálida mejilla, para acercar sus rostros y dejar un beso sobre sus labios, sin más que un contacto, sin moverse.

Esperando que el gatito reaccionara, Hoseok se apartó para sonreír con victoria.

Pero Yoongi seguía sin moverse, mirándolo con ojos brillantes, que se movían nerviosamente de los ojos de Hoseok hacia sus labios.

Yoongi se sentía raro, pero ya no le parecía malo, los besos de Hoseok habían hecho que los celos que quedaban se fueran, pero había dejado una extraña emoción en su pecho.

- ¿Nada? - preguntó Hoseok, viendo que el minino seguía igual.

Tomó el rostro de Yoongi de nuevo, para juntar sus labios otra vez, moviendo sus belfos lentamente sobre los finos y suaves labios de su gatito, quien no sabía cómo responder.

Hoseok nunca lo había besado así.

Cerrando sus ojos para hundirse en el beso, Yoongi abrió un poco sus labios, dejando que la lengua de Hoseok entrara en su boca, recorriendo su interior, dominando completamente sobre su inexperta y razposa lengua que intentaba reaccionar.

Aún sin los resultados esperados, Hoseok continuó besándolo profundamente, esperando que Yoongi hiciera lo suyo.

No supo cuanto tiempo estuvieron así, cortando el beso para dar una rápida bocanada de aire y después seguir, pero luego de eso Yoongi seguía sin cambiar a su forma gatuna, aunque si parecía completamente avergonzado.

Y muy lindo a ojos de Hoseok.

Con el rostro completamente ruborizado, los labios hinchados y temblando ligeramente, mientras sentía su corazón golpear su pecho, acelerado por aquello, Yoongi sentía que podría desmayarse de todas las emociones que corrían en su interior.

- Mi gatito ya está grande - dijo Hoseok, en tono cariñoso, acariciando su mejilla y parte de su cabello, haciendo que Yoongi ronronear bajo-. Ya no cambia y sale corriendo a esconderse.

Yoongi se acercó a él para abrazarlo, acomodando su cabeza cerca del hombro de Hoseok, se sorprendió un poco cuando escuchó el corazón también acelerado de su humano.

Hoseok le devolvió el abrazo, sin dejar de acariciar su cabeza, con una sonrisa en el rostro.

- Y Jiminnie dice que Jungkook es el más suave... Tu pelo es el más lindo - dijo, haciendo que una pequeña sonrisa apareciera en los labios de Yoongi-. Eres lo más lindo de mundo, Yoon.

bad luck ✦ hopegaWhere stories live. Discover now