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Hoseok se estiró cómodamente en su cama, miró al lindo gatito somnoliento a su lado,  Yoongi se frotaba los ojitos con cansancio.

—Buenos días, Yoonie —dijo el castaño, a lo que el gatito respondió con un ruido cansado—. ¿Desayunamos juntos?

Yoongi asintió con cansancio.

—¿Puedo desayunar en la cama? —preguntó, sus ojitos se abrieron un poco, sus largas y oscuras pestañas se agitaron.

—Por supuesto, bebé —dijo Hoseok, besó su nariz sin poder resistirse.

El castaño se levantó, llendo a la cocina, tomando dos tazas, preparó primero el desayuno de Yoongi, su leche especial para gatos e híbridos (ya que la leche normal le caía mal) con dos cucharadas de azúcar, calentada un minuto en el microondas para que estuviera cómodamente tibia.

Hoseok regresó al cuarto para darle su desayuno.

Yoongi estaba sentado en la cama y se veía extrañamente ruborizado y parecía pensativo.

—Yoonie, aquí está tu leche.

No fue sino que Hoseok habló que el gatito se dió cuenta de la presencia en su habitación sus orejitas se alzaron con sorpresa.

—G-Gracias —murmuró, tomando la taza entre sus manos.

—¿Estás bien?

Yoongi asintió, aunque no convenció a Hoseok.

El castaño lo dejó, sin querer preguntarle qué pasaba, volvió a la cocina, a preparar su desayuno y sus cosas de la universidad.

Ese día era muy importante porque entregarían el trabajo que había hecho con Namjoon, más una presentación oral donde tendría que explicarle al profesor qué habían aprendido de todo lo investigado.

Repasaba el trabajo, con murmullos, mientras tomaba lo que quedaba de su capuchino.

—¡Miau~~! ¡Ho-oseok! ¡Miau!

Los maullidos desesperados de Yoongi lo hicieron dejar todo aquello y correr hacia el cuarto, preocupado.

—¡Yoon! ¿Qué-?

Se detuvo bruscamente, Yoongi temblaba, echo una bolita en el suelo cerca a la puerta, abrazaba a sus piernas y se escuchaban sollozos y maullidos, cada tanto, murmuraba el nombre de su humano.

—¿Yoonie?

Escuchaba sus respiraciones agitadas y se asustó, sin saber qué ocurría.

El castaño se sentó frente a él, acariciando su cabello y sus orejas con cariño, Yoongi mordía su labio inferior con fuerza y sorvia su nariz.

—¿Qué pasa, bebé? Me estás preocupando.

—Hobi... E-Estoy du-duro.

Hoseok abrió ampliamente sus ojos, no creía haber escuchado bien.

—¿Qué?

Yoongi alzó sus ojos tímidamente dejó de abrazar sus piernas para abrirlas, mostrando lo que decía a Hoseok.

Tanto Yoongi como Hoseok dormían sólo con calzoncillos y con una remera liviana por el calor de la estación, y nada de aquello disimulaba un poco la erección que tenía el híbrido.

Hoseok alzó sus cejas, sorprendido.

Se distinguía perfectamente el miembro de su híbrido, duro debajo de la fina tela de los calzoncillos.

—D-Duele— lloriqueó—. H-Hoseok... A-yúdame... Miau~

Hoseok comenzó a sentir calor, respiró de forma agitada.

Con pánico, se apartó del gatito y salió del cuarto, cerrando la puerta con fuerza.

Yoongi volvió a maullar, llamándolo de forma desesperada, por más que le partía el corazón, no quería hacerle mal.

Tomó su teléfono, marcando la persona más indicada para ayudarlo.

Gracias por leer, cuídense mucho <3

bad luck ✦ hopegaWhere stories live. Discover now