• Rebobinar II •

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(Octubre 4013)

Lo siento Daikiō, no pude hacer nada Tanirawa quedó expuesto a una de las ballenas que llegaron a reabilitación, se ha confirmado que el virus también se esparce en los animales, lo perdimos amigo, rompió el contenedor y escapó al mar, aún posee el rastreador que le pusiste hace unos meses pero...

El hombre estaba dolido, la criatura en la que estuvo trabajando tanto tiempo no era solo un experimento, era importante para él, se encontró presente desde que era tan solo un embrión, él era su creador y ahora su pobre animal estaba sufriendo víctima de un error genético en el que además él estuvo involucrado, quería que el mundo se lo tragara

- Entiendo

- En verdad lo siento amigo, sé cuánto amabas a esa criatura

Colgó la llamada, muchos países se habían derrumbado, los representantes de todo el mundo estaban en alerta roja, las personas caían por montones y los que no se convertían morían atacados por los que alguna vez fuerón su familia, amigos o vecinos, sus ojos amapola comenzaron a llenarse de lágrimas no quería que Eijirō naciera entre tanta miseria, él no quería que esto acabara así, escogió su carrera para hacer un mundo mejor y lo único que había echo fué ayudar a destruirlo

Al final tuvo que levantarse de su asiento e ir a buscar a su esposa, grande fué su sorpresa al ver que no estaba en ningún lado, miró los papeles que estaban en su escritorio, la fina letra de su esposa estaba impregnada en las hojas y planos, su alma se fué de su cuerpo por unos segundos al leer ciertas palabras escritas en una tinta diferente a las demás

- ¡Mierda!

Tenía que encontrarla antes de que hiciera una locura.

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La mujer de cabellos chocolate estaba sumamente cansada, había logrado llegar a su antiguo laboratorio aunque eso implicara estar rodeada de "Nomus" como se les había denominado a esas criaturas anteriormente en los laboratorios de África, estaba segura dentro de esas cuatro paredes aunque no sabía si resistirían lo suficiente, faltaba poco menos de dos semanas para que diera a luz

- ¡¿Dónde está?! ¡¿Dónde está?!

Registraba sus bolsos con el pulso al tope, cuando la yema de sus dedos logró tocar el frío cristal tomó entre sus manos un pequeño tubo de ensayo con el "virus", con sumo cuidado lo colocó en una especie de máquina dónde lo sometió a centrifugación, en el último mes no había descansado, solo quería lograr su comentido y estaba a punto de lograrlo

- Bien, solo tengo que conectarlo a la máquina

Su vientre ahora estaba rodeado de cables, los signos vitales del bebé eran monitoreados desde la computadora central, sus pequeños latidos podían oírse desde las bocinas del ecografo, eso solo lograba ponerla anciosa, sus manos se movían por si solas, había preparado un plano de la cadena genética de Eijirō, solo debía adaptar la falla del virus dentro de su hijo

- Si esto falla, habré desperdiciado toda mi vida y fracasado

Colocó los nanobots en el saco amniótico que rodeaba al pequeño, estos lograron penetrar la piel del bebé hasta llegar a sus células, la secuencia de ADN tenía que ser modificada por los robots que ella manejaba desde su monitor, las máquinas diminutas habían logrado penetrar los cromosomas y mitocondrias de una de las células alterando la información genética, implantó con éxito la falla al colarla en una de las millones de letras genéticas que contenían los genomas mutando por completo la cadena genética de Eijirō, por un momento el sistema del pequeño rechazó el genoma provocando que sus signos vitales se detuvieran

Pandemia [ Bakushima ]- En Edición-Where stories live. Discover now