• ¿Enamorado? •

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– ¡Pero que cosas dices Kirishima!

El chico de sonrisa triangular se levantó rápidamente de su cómoda cápsula para ver mejor al pelirrojo con los ojos bien abiertos y mechones de cabello azabache por doquier

– Solo es una pregunta

– ¿Pero por qué tan de repente?
además ¿a mitad de la noche?

– Bueno es que desde hace unos días me he sentido raro frente a una persona y siento algo como si-

– ¿Cómo si flotaras?

– ¿Cómo mariposas en el estómago?

El azabache y el ojicarmín voltearon a ver al rubio con una cara de interrogación

– ¿Qué? He oído que los ancianos dicen eso

– ¿Tan siquiera sabes que son esas amm "mariposas" de las que hablas?

– De hecho mi querido Sero, el otro día ví un libro con ilustraciones de mariposas, son unos bellos insectos lepidópteros en su estado adulto casi perfecto, tienen el cuerpo alargado, con cuatro alas grandes y de colores generalmente muy vistosos producidos por-

– Ve al punto hombre

– Creo que era una expresión para cuando te gusta alguien

– Umg, bien sigamos, ¿qué es lo qué sientes Kirishima?

– Bueno, la verdad siento como si me ahogará y no pudiera respirar

– ¿Seguro que no es miedo lo que sientes?

– Sero, cada vez que estoy con él mi corazón se acelera y me siento feliz

– Espera un momento, ¿él?

– Oh sí, y es tan masculino~

– Déjame adivinar, ¿a caso es el Teniente Bakugō?

– lo es

– ¿Y tú piensas que es lindo?

– Sin dudarlo

– Carajo amigo estás enamorado, él no es nada lindo

– Oh...¡oye!

Eijirō no lo demostraba pero  estaba algo nervioso, nunca había sentido ese sentimiento ya que normalmente su atención se enfocaba en otras cosas, pero desde que ese hombre rubio había llegado a su división alteró todo su ser sin darle tiempo de reaccionar.
Finalmente después de una pequeña conversación acerca de los sentimientos del teñido, los tres soldados lograron dormir plácidamente.

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Seis semanas habían pasado, durante todos los días tenían entrenamiento arduo, clases de supervivencia, se capacitaban para el manejo de armas y maquinaría de expedición, todos habían avanzado mucho aunque había áreas dónde unos eran mejores que otros, en fin no había tiempo para distracciones.

– Kirishima pon atención

Eijirō estaba encantado con la manera en la que Bakugō explicaba el uso correcto de los controles de los submarinos, estaba en las nubes. Desgraciadamente él no era el mejor poniendo atención a las palabras de los contrarios y menos si se trataba de Bakugō Katsuki, ese hombre le hacía hacer cortocircuito

– Lo siento Bakugō

Desde hace un tiempo el rubio dejó de insultarlo o decirle palabras hirientes así como le permitía llamarlo por su apellido y no por su cargo

– Es importante que sepas cómo  manejar una de estas, ¿qué tal si muero y no puedes regresar por tu cuenta?

– ¡Bakugō no digas eso!

El rubio lo miraba divertido ante su reacción

– Jajaja

El cenizo reía a carcajadas por la expresión del pelirrojo, Eijirō lo miraba con un pequeño puchero molesto hasta que de repente el Teniente guardo silencio y se levantó  levemente de su asiento, se acercó al pelirrojo a lo que éste lo miró curioso, Katsuki sonrió ligeramente tomando al teñido del mentón  poniendo sus caras demaciado cerca casi haciendo su respiración chocar 

– Yo nunca te dejaría Eijirō

Sus miradas se centraban el uno en el otro viéndose fijamente hasta que el rubio se separó abruptamente

– Bueno eso es todo por hoy puedes retirarte

Kirishima solo se quedó pasmado viendo al otro alejarse, su corazón quería salirsele del pecho además de que un calor insoportable invadía todo su cuerpo, salió corriendo con sus manos en el rostro se sentía tremendamente feliz y su sonrisa era más brillante de lo normal, iba tan emocionado que no vió por donde caminaba lo que provocó que chocará con alguien callendo al frío suelo

– Kirishima, lo siento no te ví

– Oh no te preocupes Mina, también fué mi culpa

El ojirubí se levantó con ayuda de la pelirrosa

– ¿Y por qué tan alegre?

– Oh Mina estoy enamorado

– Que bien, ¡¿espera qué?!

– Después te cuento mi querida amiga

Eijirō se despidió de la rosada y siguió con su camino tarareando alegre

– ¿Y a éste qué pez lo mordió?

Pandemia [ Bakushima ]- En Edición-Where stories live. Discover now