• La pieza •

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- ¿Si mi Teniente?

- ¿Eres mi acompañante no?

- Eh, si señor

- ¡No me digas así! ¿Cuántos años tienes?

- Aún no cumplo los veinte señ- Teniente

- Bien ¿y cuántos crees que tengo yo idiota?

El pelirrojo lo miro pensativo ladeando la cabeza ligeramente

- Veintiséis cabeza hueca, no soy un viejo al que puedes llamar señor

El menor se sintió ofendido pero decidió ignorarlo

- Ahora sígueme, el General Aizawa dijo que no podía moverme sin tí, por alguna extraña razón.

Ambos caminaron por los grandes pasillos uno delante del otro hasta salir del recinto de la UA

- ¿A dónde vamos?

- Cállate

La gran copula de la división se comenzaba a notar lejos y se podía ver la ciudad frente a ellos, era hermosa, de no ser por su sol artificial estarían totalmente a oscuras, en las paredes cristalinas podía admirarse el lecho marino además de algunas que otras criaturas acuáticas del fondo del mar, mediante caminaban se toparon con la capital comercial del Jawara

- Mira, no estoy muy de acuerdo con que tengas que acompañarme a todos lados

El menor frunció levemente su entrecejo

- Pero soy capaz de soportarte

Kirishima le regaló una sonrisa a lo cual Katsuki le cubrió la cara con su mano empujándolo levemente

- Jejeje ¿y precisamente a dónde vamos?

- Otra vez, ¿haces muchas preguntas no crees? Nos dirigimos al centro de forjado necesito reemplazar unas piezas en la cámara de comando y la bruja rosa no quiso salir por ellas

- ¿Bruja rosa? ¡Ah! habla de Mei-san

- Si, esa odiosa agg siempre está fastidiandome.

Ambos entrarón por el marco de la puerta de lo que parecía ser el centro de forjado dónde realizaban piezas para el mantenimiento de la copula, también creaban algunos objetos domésticos, muchos trabajadores se encargaban de crear distintas herramientas, tuercas y demás

- Oh teniente Bakugō, ¿viene por el remplazo del regulador de presión?

- ¿Si ya lo sabes por qué preguntas bastardo?

- Le avisaré al encargado

El trabajador se fué unos instantes de la habitación y regresó con un hombre a su lado el cual cargaba una caja que se veía algo pesada

- Señor Tetsu Tetsu

- Vamos no me digas así no soy más viejo que tú

- Lo que pasa es que el Teniente Bakugō y su amm escolta buscan el regulador

El peliplateado miró a los dos chicos frente a él y sonrió ampliamente

- Oh claro, les hago entrega de esta valiosa pieza

El de cabellos de plata puso en las manos de Bakugō la caja que luego pasó de mala manera a Eijirō

- P-pesa

- No te quejes

- Jajaja claro que pesa, está completamente armada de titanio y acero

- Bueno si eso es todo nos retiramos, vamos cabello de mierda

El menor se despidió de los demás amablemente y fué trás el cenizo, o por lo menos lo intentaba

- ¿Por qué no me ayuda a cargarla? llevo medio camino con ella

- Si quieres ser un buen soldado deberías de acostumbrarte a cargar más que eso

Kirishima no dijo nada más y continúo con su ardua caminata.

Una vez llegaron a la cámara de comando entrarón por la puerta principal donde cierta pelirrosa los recibió

- Que bueno que ya llegaron los estaba esperando per-¡QUÉ LE HICISTE A MI NIÑO?!

Mei miraba asustada a Kirishima quien traía una cara de muerte

- Solo cargó la refacción, no es nada

- ¿Qué no es nada? ¡Lo hiciste cargar esa cosa hasta aquí!

- Vamos idiota suéltalo ya

El pelirrojo dejó caer la pesada caja en la mesa y luego se dejó caer el mismo al suelo

- ¡Rápido Katsuki trae agua mi niño se muere!

- Carajo no hagas drama, él está bien ¿no bastardo?

El nombrado suspiro pesado y tartamudeando logró contestar

- S-si Mei-san e-estoy bien

- ¡Pero corazón mírate! ¡¿Ese idiota te hizo subir todas las escaleras con esa cosa en las manos verdad?!

- Ay ya cállate bruja, si te hace sentir mejor haste a un lado yo me encargo de él

Bakugō tomó a Kirishima entre sus brazos cargandolo y colocandolo en el sillón del cuarto ofreciéndole una botella con agua

- ¿Mejor?

El pelirrojo asintió algo sonrojado y no era solo por la agitación de su cuerpo si no más bien fué provocado por la cercanía del contrario

- Más te vale no volver a dañar al niño Katsuki

- Si si lo que digas, ahora haz tu trabajo y repara esa porquería de máquina

- No insultes a mi bebé que es el que te mantiene con vida y a todos nosotros juntos.

Una vez terminado el trabajo el cenizo abandonó la habítacion dejando solos a la mujer y el pelirrojo

- ¿Seguro que estás bien? Ese idiota se pasó contigo

- Tranquila Mei-san, el teniente Bakugō no me haría daño

- Bueno si tú lo dices cariño

- Tengo que irme, prometí llegar temprano a la cena

- Bien ¿cuidate vale?

- Claro que sí, nos vemos luego

El de cabello rojo se despidió alegremente de la mujer mientras se alejaba caminando tambaleantemente tropezando con sus propios pies

- Jeje nunca cambiará

Pandemia [ Bakushima ]- En Edición-Where stories live. Discover now