• Preludio •

1.8K 286 56
                                    

- ¿No podemos ir más rápido?

- Shōta cálmate

- ¿Cómo quieres que me calme, si Bakugō no contesta el comunicador que le dí?

El pelinegro tenía un mal presentimiento, pero no pudo hacer nada hasta que el siguiente día llegó, y ahora sentía que no debió dejar que Katsuki se quedara en aquel lugar

El aeronave en el que viajaban algunas de las principales autoridades de la división  llegó por fin a la guarida de la gente de la superficie, las puertas se abrieron para ellos, cuando aterrizaron en el hangar se dieron cuenta de que todo se encontraba envuelto en un extraño silencio, el comandante fué el primero en poner un pie fuera de la nave y las luces se encendieron

Shigaraki estaba sentado en una especie de trono rodeado por su gente

- Es un gusto tenerlos de regreso

El peliceleste les regaló una sonrisa cínica

El rubio mayor estaba a punto de hablar cuando fué interrumpido por su primer general

- ¿Dónde está el Teniente Bakugō?

Al ser nombrado el cenizo la sonrisa de Tomura creció desmesuradamente

- Oh, él estaba preparándose para recibirlos

El peliceleste se paró de su aciento acercándose a los invitados haciendo su voz resonar por todo el lugar

- Traiganlo

Dabi salió de la habitación, después de unos segundos regresó con una silueta extraña como acompañante, pasos fuertes pero pesados se oyeron haciendo crujir la madera debajo de sus pies, al igual que el tintineo de unas gruesas cadenas, la habitación carecía de luz por lo que era difícil ver al cenizo

- ¿Katsuki?

El cuerpo del ojicarmín se arrastraba pesadamente, la luz comenzaba a hacer de las suyas y ahora podía verse con mejor claridad aquello que hizo soltar más de un quejido de angustia por parte de los recién llegados, el "rostro" de Bakugō mostraba unos ojos que  carecían de brillo pues ahora eran opacos, de su espalda sobresalían dos grandes protuberancias que arrastraba en el suelo, su longitud era mucho más grande que la de un humano promedio, su piel antes de un pálido color melocotón ahora era enfermizamente blanca, todo su cuerpo mantenía venas pulsantes y sobresalientes, sin mencionar los hilos de sangre que descendían de su mandíbula debido a filosos colmillos, ahora parecía una completa bestia

– ¡Kacchan!

El peliverde intentó acercarse al cenizo obteniendo un gruñido gutural en respuesta y alejándose rápidamente antes de recibir un gran golpe

– ¡¿Oh per- qué le han hecho?!

– ¿Les gusta? Es mi nuevo espécimen

– Tú ¡desgraciado!

El general Aizawa  logró tirar al suelo a aquel hombre de cabellos azulados logrando darle un puñetazo a lo que la cadena que sostenía a Bakugō fué soltada dejando que se abalanzara sobre el pelinegro

– ¡General!

– ¡Joven Bakugō sueltelo!

Katsuki mantenía al general de bajo suyo, mordisqueando su brazo izquierdo con firmeza

– Atrapénlos

Los cómplices de el azul cenizo reaccionarón ante sus palabras abalanzandosé sobre el resto de soldados libres que quedaban y logrando someterlos

– ¿Lo ves?

Shigaraki habló llamando la atención de Toshinori, se levantó del suelo limpiándose con el dorso de la muñeca el hilo de sangre que resbalaba por la comisura de sus labios

– Ésto lo causaste tú, tú y tus malditos aires de héroe, dime ¿Dónde estabas cuando nosotros te necesitábamos?

El de hebras rizadas apuntaba acusatoriamente al rubio mayor que no entendía de que estaba hablando aquel hombre

– ¡¡¡Dime!!! ¡¿Dónde estabas cuando nos abandonarón aquí arriba?! ¡¡¡Dime!!!

– ¡No entiendo de qué estás hablando!

El rostro de Tomura se torció

– Ya veo...¿Te gusta lo que logré hacer? Puedo controlarlo, perfeccione la falla genética y puedo usarla a mi antojo cree los Nomus, ¿No estás contento?

Toshinori no podía concentrarse, podía oír a Shōta gritar de dolor, podía oír los gritos de los demás intentando hacer que Bakugō soltará al pelinegro, pero ¡¿por qué no podía hacer nada?!

– ¡Kacchan suéltalo! ¡Por favor!

Deku logró soltarse de su agarre e intentó  jalar  la cadena que Katsuki tenía en el cuello lo cual provocó que el contrario le diera un gran manotazo mandándole lejos

– ¡Joven Midoriya!

– Intenten gritarle cuanto quieran, no lo soltará, él ya no es el Bakugō Katsuki que alguna vez convivió con ustedes, ahora es un simple saco de masa viviente que no tiene pensamiento alguno, no razona, si quiera sabe que tuvo familia o quién era antes de convertirse en ésto, ahora lo manipulo a mi antojo y no pueden hacer nada al respecto, deberían saberlo, después de todo es lo que el virus puede causar

All Migth no sabía que hacer todo a su alrededor estaba mal muy mal

– ¿Qué es lo que quieres?

Los ojos azules de aquel hombre rubio estaban llenos de lágrimas  de desesperación que poco a poco bajaban por sus mejillas 

– Te quiero muerto, pero antes, quiero verte sufrir, a tí y a todos los que nos dieron la espalda

Deku despertó de su aturdimiento logrando colarse silenciosamente en una cápsula de escape, tenía que avisar a los demás.

Un grito de dolor inundó toda la habitación, Aizawa al fin había sido soltado por Bakugō, pero se retorcía en el suelo sosteniendo su brazo, Yagi se acercó al azabache sosteniendo su cabeza

– ¡¿Qué pasa?! ¡Shōta contéstame!

Tomura se acercó al mayor susurrándole algo al oído

– No pierdas tú tiempo, el virus ya corre por sus venas, él ya no sabe quién eres

– ¡No! ¡no!

All Migth fué alejado de Aizawa y encadenado al igual que los  soldados restantes

– Esos tres no me sirven, conviertanlos y luego coloquenlos junto a los demás, yo me encargaré del comandante, preparen todo, nos vamos de aquí

La gente de Tomura, acató la orden colocando todas las cápsulas que contenían Nomus en un deslizador, listos para invadir el campamento de la división y talvez también el Jawara.

Pandemia [ Bakushima ]- En Edición-Where stories live. Discover now