"No quería admitirlo, sin embargo, él sabía que era su Tua Cantante.
Tal vez no era sinónimo de alma gemela, pero vaya que su corazón había empezado a latir desde que la conoció".
¡Imaginas y one shots de Crepúsculo!
Disclaimer: Empecé a escribir es...
Eres una de las turistas a las que guían hacia el salón de los Volturi.
—¡Wow! ¡Todo se ve... magnífico! —murmuras emocionada sintiendo que el lugar era perfecto para ti, la decoración era asombrosa y la vibra que emanaba ponía tu piel de gallina.
La persona que los guiaba abrió paso a un enorme salón. —Benvenuto all'ultima fermata che farai nella tua vita —la gran mayoría no entendió, pues no eran familiares con el idioma que habló la joven mujer.
Sin embargo, tu ceño se frunció al entender lo que dijo. Y antes de que pudieras notarlo, las puertas ya se habían cerrado y te era imposible salir.
Te abriste paso hacia el frente de la multitud de turistas, encarando a la guía que enarcó la ceja al verte.
—Ultima fermata? Che cosa stai pianificando? —confrontas en italiano. La persona frente a ti se hizo a un lado con una sonrisa burlona. Un hombre rubio te miró, sus ojos rojos te analizaban. Verlo hizo que tu ser empezara a temblar. Pasaron un par de segundos y los gritos de las otras personas inundaron tus oídos.
Tus ojos se abrieron en sorpresa. —¡Mierda, vampiros! —gritaste. Observar que las demás personas caían muertas al suelo te hizo sentir náuseas, pero al ver que incluso niños eran asesinados hizo que el horror se apoderara de tu ser.
No pasó demasiado tiempo cuando los gritos cesaron. Una montaña de cadáveres adornaba la sangrienta habitación, haciendo que lloraras. Ninguno de esos turistas merecía lo que les pasó. De un momento a otro recordaste que no estabas sola, y un grupo de esos monstruos con capas tenían la mirada puesta sobre ti.
—Extraño. No tengo ganas de clavarte ni un colmillo —un vampiro pelinegro con el cabello largo y la piel más blanca que has visto mencionó, su voz tenía un tono de sorpresa.
—Ni yo, ¿qué hay de ti, Caius? —un hombre alto, con una cara desanimada secunda. Varios más asintieron, a lo que el rubio que habías visto antes de que empezara la catástrofe frunció el ceño.
—No siento atracción hacia su sangre, es como si su cuerpo la protegiera, Aro —él dijo, los nervios te revolvieron el estómago. ¿Qué demonios harías ahora? Deseabas nunca haber salido de Beacon Hills.
—Interesante —habla el líder, pues cuando hablaba el silencio inundaba el lugar —. ¿Cuál es tu nombre, querida?
—Gianna Argent —dices con firmeza. No querías que descubrieran realmente tu estado anímico.
—Una Argent, ¡qué coincidencia! —la risa del que parecía ser Aro inundó tus oídos —Jane, ¿podrías...?
Una chica rubia, Jane, trata de mirarte pero de inmediato sus ojos se separan de los tuyos.
—No puedo... No puedo hacerlo —murmura, con sorpresa. Tu ya estabas harta, por lo que solamente gruñiste y les diste la espalda.
—¡Dementes! ¡Me largo de aquí! —antes de que pudieras salir, unos grandes brazos te aprisionan, impidiéndote la salida.
El rubio que se frustró antes, se acercó a ti y con una sonrisa se aproximó a tu cuello.
—Tal vez no desee beberte, pero una belleza así no es natural. Seguramente serás una gran adición a nuestro clan —y sin darte tiempo a responder, gritas al sentir sus afilados colmillos atravesando tu cuello.
El veneno de vampiro era insoportable y te quemaba por dentro, tu visión era borrosa y solo escuchabas un pitido en tus oídos. Aún así los brazos de Caius te abrazaban.
No sabías que dentro de Caius se había encendido una llama pasional que lo consumía por dentro. Verte por primera vez desafiando la autoridad de los reyes de Volterra lo hizo sentir curiosidad hacia una humana como tú.
Solo faltaba esperar.
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Traducciones:
*Bienvenidos a la última parada que harán en su vida
**¿Última parada? ¿Qué estás planeando?
Es el imagina más largo que he escrito y me gustó uvu; ya saben, si quieren que esto se convierta en un one shot con la vida inmortal de Gianna Argent con los Volturi, pueden decirme.
