ATRAPADA A ÉL

Parte 24

NARRADOR LEVANA

Cuando desperté me sorprendió mucho encontrar a mi lado a Ryan el tormento de mis pesadillas di un grito fuerte y esto lo despertó quise alejarme de él, pero me tenia en sus manos me amenazó con el tema de mis padres, sabía que si no hacía caso a sus palabras él les haría daño, después de darme de alta la doctora,  mis padres estaban en la oficina mi día cada vez iba de mal en peor  ahora que les diría.

Cuando llegue a la oficina ahí estaban ellos conversando con el director los salude y el director nos dejo solos, mi mamá estaba muy  alterada pensaba que estaba embarazada, creo que ella dudaba que Ryan y yo nos casáramos así de la nada.

-¿Por qué hija no nos dijiste nada de esto?- me preguntaba mi padre muy enojado.

-Yo bueno.... él- hay no sabia que decir oraciones incompletas salían de mi boca.

-Ademas si no mas recuerdo, creo que alguna vez nos mencionantes que ese chico te molestaba-enfatizó mi mamá con las manos cruzadas en su pecho.

-Como decirles en este año lo he conocido y me parece que es un joven muy diferente a los demás- si y muy diferente solo quería decirles que me tenía amenazada y que estaba loco de remate.

-Dime Levana ¿Por qué se quieren casar están muy jóvenes?-mi madre aún seguía sin entender la razón y de le doy toda la razón nadie en estos tiempos quisiera casarse a mi edad.

-Lo quiero- afirmé, pero lo quiero bien lejos de mí, lo odio por hacerme esto.

Después de una hora más entro el director conversamos los cuatro y de repente entro Ryan siempre tan arrogante y con ese porte que no fue desapercibido para mis padres, nerviosa por lo diría él solo aseguró que me amaba y que me cuidaría todo tan señor y educado para los otros y todo un asno para estar conmigo.

Al terminar de conversar el director nos mando a nuestras habitaciones, en el pasillo todo estaba tan callado no quería caminar a lado de él y acelere el paso.

-¡Espera!- gritó pero aún sin hacerle caso –bien sigue así y  otros pagarán-deteniendo mis pasos

-¡Te odio!- Grite al borde de las lagrimas.

-Si lo sé y no me importa ahora escucha, mi cumpleaños es este domingo y tu me acompañaras- sus palabras sonaban como una orden y volteando para mirarlo de frente.

-Porque yo, no quiero estar contigo-me molestaba que tenga que obedecer a sus caprichos, como si fuera algo suyo o peor como si fuera su esclava.

-¿Por qué?- y empezó a reír no le encontraba humor 

–tu eres mi novia y como tal tienes que estar conmigo además no iras sola, tus padres estarán presentes y mis padres quieren conversar con ellos,   quieren conocerlos- horrible persona es lo que es él, esta situación me enfermaba y sin aguantar mas me fui caminando dejando a él atrás.

-Oye mascota no he terminado- volvió a hablarme su voz era muy potente para que no escuchará y eso me irritaba.

-¿Mascota por qué me dices así?-me molesta que me hablará y me tratará como a un animal.

-Porque lo eres y yo soy tu amo por lo tanto me debes obediencia- y prepotente como lo es él me agarro mi mano y me jalo al edificio donde estamos todos los brigadieres.

-Sabes esto, no durará te cansaras de mí, porque no mejor te busca otra chica que te quiera- trataba de hacerle cambiar su idea.

-Oh mi bello y dulce conejito, de ti nunca me cansaré- y agarrándome de las dos manos se inclino para besarme y empujándolo no servia de nada era mas fuerte que yo.

-¡Suéltame!- ordené

-No sabes cuanto te extrañado y jalando de mi mano a la fuerza, él  me llevó a su habitación mi cuerpo tembló porque me lanzo a su cama temiendo por lo que me vaya a suceder.

-Tranquila no te haré nada no por esta noche solo dormiremos- y echándose a mi lado me abrazo muy fuerte

-suéltame no quiero estar contigo- empujaba y lloraba pero el aún se aferraba a mi, su 1.92 lo ayudaba me tenia muy sujeta a él

Esa noche llore tanto que había mojado su camisa y él aún se aferraba a mí

Solo espero que pronto me pueda liberar de este demonio.