III

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Hay veces en la vida que uno piensa y se pregunta... ¿cómo acabé aquí? 

No tengo idea pero no me importa. Tengo errores, equivocaciones, confusiones y descuidos pero fue gracias a ellos que me forjaron para la persona que soy ahora y no me arrepiento. Tomé decisiones que jugaron no sólo en mi contra sino también para mis amigos y seres queridos. Estoy harto de quedar como un tonto, debilucho o perezoso.

Nosotros los humanos aprendemos de dos maneras, por las buenas o por las malas.

A mí me tocó por las malas pero eso no significa que yo deba hacer lo mismo. Soy lo suficientemente inteligente para estar consciente de que no es correcto, dicen que se paga con la misma moneda yo en cambio pagaré con mi propia moneda.

─Hola ─José me saluda acompañada de su amante. Viste un esmoquin con corbata plateada. Su cabello peinado perfectamente. Su colonia se filtra por mis fosas nasales. Elisa, su amante, lleva un vestido negro con escote, ya veo venir a hombres babeando ─. ¿Listo?

Asiento. Reviso mis mangas de la camisa blanca y ajusto mi corbata negra.

─Siempre ─nos abren la puerta e inmediatamente el estéreo, las personas bailando, olor a alcohol nos recibe. Las luces neón de color azul y rosado por el gran salón.

─Estaré haciendo ya sabes ─habla cerca de mi oído ─. Disfruta de la fiesta.

─Adivino ─miro a Elisa hablar con una rubia de cabello corto. Vestido rojo y un collar plata, es bonita ─. Harán un trío.

Da una carcajada.

─Me conoces muy bien mi querido amigo ─le apodaron el prostituto en la universidad. Hasta se folló con una profesora de su clase y según para él fue la experiencia más alocada que hizo, vive la vida sin preocupaciones y si hay uno sólo se concentra en lo feliz que es y se concentra en arreglarlo. Es fácil para él. No para las personas que tenemos uno, dos, tres o hasta diez problemas.

Aquí sólo hay alcohol, sexo y baile. Me sorprende que no hayan drogas, parece que todos quieren tener los pulmones sanos. Bien por ellos.

Se pierde entre la gente. Las mujeres bailando con sus parejas muy juntos, la pista de baile se reproduce Azul de JBalvin y comienzan a moverse más explícito. Tenía tiempo que no venía a un salón de fiesta. Desde que tomé esta vida apenas tengo tiempo para mi familia pero es lo mejor para mí y para ellos.

Pido un whisky a las rocas. Mujeres y hombres hablan íntimamente entre ellos. Aunque haya venido para disfrutar me la estoy pasando como un día normal y corriente. Me volví una persona distante, fría y calculadora antes sí me gustaban mucho pero ahora sólo lo veo como pérdida de tiempo. Prefiero estar en casa y trabajando en mis proyectos.

Ingiero de una el whisky. Lentamente cae por mi garganta y quema. Lamo mis labios y dejo el vaso en su sitio. Pido otro y hago lo mismo. 

─¿Sólo tomas whisky? ─una voz femenina a mi derecha. Cabello negro liso largo, piel clara tendiendo a morena, no lleva vestido. Una blusa azul, suéter blanco y un jeans oscuros. Tiene un cuerpo bien definido, sus ojos café y labios carnosos. Es muy bella.

Aclaro mi garganta.

─Es lo que más me gusta ─digo con la voz gruesa.

─¿Has probado el ron? ─se posa a mi lado, sus ojos fijos con los míos.

El vaso en mi mano lo tambaleo suavemente.

─Sí pero no soy de tomarlo mucho ─lo dejo en su lugar. Ella pide un trago y de una lo toma y lame sus labios por la última gota. 

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