Pensamientos

Sufrimiento

Estoy... agotado, herido, dañado, perjudicado pero sobre todo, solo...

El dolor de cabeza persiste y no desaparece, ojalá esta tormenta termine pronto, lo deseo con todas las fuerzas que me quedan. Un abandono, una apuñalada, un disparo, una palabra...

Mis fuerzas se agotan, siento que no podré seguir con mi camino, la muerte acecha mis espaldas. Jadeo y me tomo respiraciones constantes.

—¡Basura! Ojalá nunca hubieras nacido —exclama agitado mientras estoy sentado —. ¿Ves lo que haces? Por ti, es que murió, nunca debí haberte aceptado como mi hijo. Eres lo que nadie amarán y siempre odiarán, tú mismo...

Esas últimas palabras resuenan una y otra vez en mi mente. Soy un error. La vida me hizo y quiso así, seguramente, a otra persona cualquiera en el mundo le tocó una vida fácil, libre de angustias, sacrificios para estar feliz o... Vivo...

—Me has decepcionado, menos mal que nunca tuve expectativas contigo —yo estando en silencio dejo las cosas en la mesa, arrepentido —. Muchos me dijeron que eres de esta forma pero jamás imaginé que tanto, ¿nunca pensaste en cambiar lo que eres?

Tropiezo y choco bruscamente al suelo. Me apoyo con mis manos y elevo mi barbilla, falta poco. Escucho golpes tras la puerta, miro atrás y he avanzado mucho, pensé que no abarcaría tanta distancia. Suena un golpe muy fuerte en la perilla.

Mierda.

Necesito salir de esto, ya no aguanto. Lágrimas caen a través de mis mejillas, ahogo mis quejidos y trago el nudo en mi garganta. Me levanto exhausto y doy apenas pasos torpes.

—¡No! ¡Espera! —ella corre, pero ya es tarde. Por fin he llegado.

Sólo doy un paso y alcanzo lo que tanto quiero desde que la vida me trata así. Siento una fuerte brisa y sonrío, las lágrimas no se detienen pero me alegra estar haciendo esto. El grito de ella suena como eco en mi cabeza.

¿Lo que tanto quise?

Suicidarme...