Una Luz En Mi Oscuridad (SIN CORREGIR)

Capítulo 18

Llega un momento de tu vida donde te das cuenta que ya no puedes más, donde dices “He dado todo de mí y ya me cansé de seguir así”

Me ha pasado, pero no se trata por mis pequeños. Se trata por mi madre. Esa mujer que me dio la vida y que solo esta en ella para atormentarme. Quizá suene mal lo que diré pero ya me cansé de su situación.

Desde que tengo memoria mi madre ha sido así, vive de sus vicios y no respeta a nadie. En ocasiones es muy violenta ya que el vicio de las drogas le produce ese comportamiento. Lo que me duele más son mis hermanos, ya que ellos han crecido en ese ambiente. Yo he intentado de todo para que no les afecte, pero es difícil lo se, ha quien no le puede afectar ver a su madre tan mal.

Estoy en la estación de policía, Mike me buscó para decirme que Ana mi madre está detenida, por agresión e insultos a la autoridad. (Lo que me faltaba)

Quiera o no es mi madre y no puedo dejarla en este lugar.
Mike  fue llamado por ella ya que sabe que él y Olivia son los únicos que la pueden ayudar, aparte de mí, pero a lo que me dijo Mike, ella está molesta conmigo. Claro que no espero amor de ella o una pizca de afecto, con que no me insulte es más que suficiente.

—¿Cuánto tiempo más tenemos que esperar? —pregunto a Mike, verlo acercarse con dos cafés en la mano, ofreciéndome uno.

—Dicen que hay que esperar al oficial a cargo para que nos digan la gravedad del asunto —responde mientras toma de su café, yo solo me quedo viendo mi vaso que reposa en mis manos.

Llevamos casi dos hora aquí sentados, esperando a que nos den algo de información y lo único que nos han dicho es eso, “Que esperemos” me dejo caer en el respaldo de la silla, suspiro profundamente. Intento relajarme para no estresarme con tantos problemas.

Al levantar la vista veo a un hombre acercarse hacia nosotros, es alto y de cuerpo medio fornido, moreno, con una barba bien cuidada. A vista así podría decirse que el hombre es algo atractivo, pero si fuera Rebecca la que estuviera a mi lado en vez de Mike, ella diría "Es un bombón" "Esta para comérselo" esa chica es caso perdido. Aunque se ve algo mayor por unas cuantas canas que se le ven, tipo como mechones. Aún así sería perfecto para ella, uno más en su lista, sin duda alguna.

—Buenas tardes, comandante Eubank —se detiene frente a nosotros y se presenta.


—Buenas tardes, señor —responde Mike —Soy el abogado Mike Thompson de la señora Ana Jones y ella es su hija Luciana Smith Jones —pone su mano en mi hombro.

Él hombre me ve por un momento, y puedo ver sus ojos, son negros como la noche. En ellos se puede ver misterio y peligro.

No que no entiendo es porque un comandante es el encargado del asunto de mi madre.


—Un gusto, señorita —no quita su vista de mí. Yo solo asiento. —Disculpen mi demora. ¿Llevan mucho tiempo esperando?

—Como dos horas más o menos. Bueno ¿ya podemos hablar sobre la situación de la señora Jones? Me habían dicho que era un oficial el que nos atendería, ¿por qué un comandante? Disculpe si lo ofendo pero no esperaba esto.

—No se preocupe, no me ofendo. —respondió, su voz es ronca, seria y misteriosa.


—Disculpe de nuevo, pero tenía entendido que cuando me llamaron solo era retención por daños violentos. —comenta Mike confundido.


—Temo decirle que no es solo eso.


—¿Qué quiere decir? —hablo, me pongo de pie junto a Mike.

—Por favor acompáñenme a mi despacho —me mira y señala con su mano para que lo sigamos.

Lo seguimos por un pasillo donde hay varias puertas y llegamos a la que está al fondo del pasillo, y en ella dice comandante Eubank. Al entrar después del puedo ver un escritorio negro como de metal duro, una silla que se encuentra del otro lado y dos sillas sencillas al otro lado, tiene una gran ventana y junto a ella ahí un sillón mediano y un librero algo amplio con muchos libros. El lugar es frío con colores oscuros.