Epílogo - parte 3

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1 año después




Había pasado un año desde que habían intentado hacer un trámite de adopción, Singto y krist después de haber tenido esa plática esperaron un corto tiempo antes de tomar la importante desición de adoptar, ellos ya vivían juntos desde hace unos años antes, tenían todo lo necesario para cuidar de una tercera persona en su hogar. Al entrar en ese lugar krist enseguida se había quedado encantado con un pequeño niño de tan solo un año y medio que tenía un gran parecido a Singto, incluso aquello había llevado a unaa graciosa mini pelea, donde krist interrogaba a Singto del por qué el niño se parecía tanto a él, Singto no lo negaría, hasta se había puesto nervioso y eso que sabía que era inocente de tal acusación, claro que había sido en juego aquello e hicieron los trámites con la adopción del pequeño Haru, ambos supieron ese día que el niño era de nacionalidad japonesa y había sido llevado a ese lugar debido a que sus padres biológicos en un corto viaje no pudieron más con el pequeño, no por malos aspectos, si no que ellos no contaban con lo necesario para cuidar de una vida más entre ellos y prefierieron dejarlo en aquel lugar donde tendría al menos comida segura, un buen lugar para dormir y convivir antes de que alguien pudiera adoptarlo.

Las explicaciones de la pareja japonesa eran válidas en varios sentidos, habían pensado en la estabilidad del menor antes que otra cosa. Krist pensó en lo doloroso que pudo ser eso, y con más razón quería que el pequeño Haru formará parte de su familia junto a Singto. Los trámites habían durado más de medio año, Singto y krist visitaban constantemente al que sería su futuro hijo, incluso el padre de Singto lo había hecho, sí, al final terminó por aceptar todo lo que tuviera que ver con ambos chicos.

El pequeño Haru sonreía cada ves que veía esas tres nuevas caras conocidas para él, la vida de los tres cambio en cuanto pisaron juntos el que sería su hogar. Pronto fue llenado de risas, gritos y algunos enojos y berrinches, pero claro, también mucho amor por parte de los tres. Krist supo que al final no hacía falta de aquel problema que pensó hace un año, no tener un hijo propio no fue un impedimento para ser feliz con Singto, ser ambos alfas tampoco fue un impedimento para alcanzar la felicidad de la que muchos hablaban pero que él hace tres años desconocía. Todo lo que él desconocía ahora lo tenía gracias a Singto y a su pequeño hijo.

- y ¿Si mañana dejamos todo el día a Haru con su abuelo, para pasar todo el día en la cama, Juntos, sin salir, sin ropa y molestando a los vecinos?

Propuso Singto abrazando a un semidesnudo krist, este lo miró con la boca ligeramente abierta y golpeó como ya era constumbre su hombro.

- ¿Recuerdas que mañana le prometimos ir al parque de diversiones?- le recordó krist con una pequeña sonrisa.

- tiene dos años y medio, no creo que se acuerde mucho de ello.

Se colocó encima de krist, acarició sus piernas desnudas, ambos tan solo contaban con un boxer como única prenda cada que despertaban, krist negó y acarició el cabello de Singto, nunca se cansaría de despertar y ver a su lado al menor, recibir sus besos como cada día era todo un regalo.

- ¿Recuerdas que tú recordabas cada promesa o cosa a pesar de ser pequeño?- dijo acariciando los anchos hombros de Singto.- sé un buen padre y cumple lo que dices.

Susurró dando un pequeño beso en el cuello del menor, este sonrió con algo de nerviosismo y comenzó a besar repetidas veces a krist, pegando su cara contra su cuello y haciendo el típico "brrr" que le llegaban a hacer a su hijo cuando lo querían hacer reír. Krist inevitablemente comenzó a reír y a moverse entre la cama y el menor, Singto cruza saliva y aprovechando la distracción de krist estira la mano al cajón de la mesita de noche, tomó un hermoso anillo plateado, y aún besando el cuello del mayor, tomo su mano y colocó el anillo en el dedo anular.

Beso la mejilla de Krist y dejó de hacerle cosquillas, se enderezó un poco en la cama. Krist primeramente lo miró a lo ojos y enseguida llevo su mirada a su mano, su respiración prácticamente se detuvo, tardo unos segundo mirando el anillo en su mano, volvió la mirada al menor, él sonreía con algo de nerviosismo mientras el castaño tenía los ojos llenos de lágrimas.

- ¿Recuerdas que hace unos años prometiste que te casarias con migo?- dijo con un susurro y krist sonrió sintiendo las lágrimas mojar sus mejillas.

- ¿Eres un bobo sabes?- respondió entre unos suaves sollozos.

- ¿No es que P' dijo que sería mi esposo al cumplir la mayoría de edad? Sea un hombre de palabra.- dijo dando un beso en sus labios antes de tomar su mano y entrelazar sus dedos, el anillo se veía hermoso en su mano, pensó Singto.- P'krist.. ¿Te quieres casar con migo, cielo?

Krist aun llorando lo abrazó por su cuello, empujando se más contra él, hasta provocar que Singto callese de espaldas en la cama y él encima, beso sus labios y asintió varias veces.

- por supuesto que sí, sabes que siempre será sí.

Puso su frente contra la de Singto, él también había dejado salir unas pequeñas lágrimas, ambos compartieron un dulce tierno beso antes de ser interrumpidos por un pequeño niño, el cual salto a la cama de sus padres uniéndose al abrazo y al momento tan íntimo que tenían, el niño tomó la mano de Singto y la de krist, la que tenía el anillo de compromiso.

- ¡Papá y papi se van a casar como los cuentos bonitos!

Gritó el pequeño entre risas, krist miró  sonríendo a Singto y este le regreso la sonrisa. Definitivamente ninguno de los dos cambiarían la vida que tenían, ninguno cambiaría las desiciones que tomaron hasta llegar a este punto, krist se sentía tan afortunado de tener esa vida en ese momento.

Y una ves más comprobó que no tenía nada de malo formar un lazo de por vida con otro Alfa. No tuvo nada de malo ser novio de uno, no tuvo nada de malo formar una familia a su lado y por supuesto que no tendría nada de malo casarse con uno.

Simplemente no era tan malo después de todo que, fuera Singto El Alfa que tomó a su Alfa.

Y que él fuera su Alfa.




Fin.



El Alfa Que Tomó a su...¿Alfa? |COMPLETAWhere stories live. Discover now