CAPÍTULO 28

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7 años después

— Todo parecía perdido pero de la nada apareció Thol, el gran alfa de los Daichi. Al inicio Singto pensó que Thol no iba a cumplir su palabra de ayudarlos.

—¿Por qué iba ayudar al tío?

—Pues, Singto había ayudado al hijo de Thol en una ocasión y eso fue como un as bajo la manga. Además que Andrew tenía deudas pendientes con Thol, así que era un ganar - ganar.
Al final Singto hasta ofreció a Thol ser parte de la manada, él se negó ya que los Daichi prefieren viajar solos y bajo sus reglas y…

— Dinos sobre  las parte de la boda, tío. Porfis…es mi parte favorita —le interrumpe una pequeña niña de 7 años, con unas lindas coletas.

—Esta bien May. Después de que todo se arregló y ya solo había paz, su tío Singto me propuso matrimonio en…

—La cascada bajo la luz de la Luna, una noche de abril… — habla emocionada May.

—Sí ya te la sabes de memoria, mi linda.

—Sí, pero me gusta cuando tú la relatas.

—Esta bien, entonces esa noche estaba muy pero muy nervioso que casi…

—Te desmayas — completó su otro sobrino.

—Exacto M, pero no podía falta a esa cita, así que me armé de valor y fui. Singto estaba muy  guapo con su camisa blanca y su pantalón negro. Me lo propuso bajo la luna, con el cielo iluminado por las estrellas y una cena romántica. Así la siguiente primavera nos casamos.

–Sí, sí… Tú con un hermoso traje blanco y el tío Singto con un traje negro. Todo fue maravilloso lleno de felicidad, de amor y ese amor llevó a tener a Gulf… — contaba la pequeña niña.

—Cállate May… —gritó el mayor de los Prachaya.

Todos reían ante la mueca de disgusto del pequeño niño, no le gustaba cuando hablaban de su nacimiento o que fue el fruto del amor de sus padres; era vergonzoso.

—Ya no se rían… — gritó, con gran temperamento.

Los niños comienzan a correr lejos del pequeño gruñón. Mientras que Krist sonríe al ver la tierna escena de sus sobrinos y su hijo.
Suspira al recordar los diferentes momentos de su vida, cada lágrima, cada risa, cada abrazo, cada detalle, los atesora.

Con cuidado se levanta apretando sus brazos alrededor del cuerpo de su pequeño hijo para no despertarlo. Con delicadeza lo coloca en la cuna.

—Dulces sueños, Kong — deja un suave beso en su frente.



Años después…🌸🌸

Un gran cielo azul cubría al extenso bosque; tres jóvenes caminan por la naturaleza:la brisa fresca, el sol brillante y el olor a la primavera, era un día simplemente perfecto.

— Creo que deberíamos volver — expresó un poco molesta la joven beta.

—May no exageres, sólo vamos y volvemos.

—Yo creo que May tiene razón, Kong.

—No sean aguafiestas, solo vemos a ese misterioso árbol donde mis padres se reencontraron y ya. Volvemos — le quitó importancia el joven alfa — Yo se que ustedes también tienen curiosidad.

—Solo lo vemos y nada más.

—Ok, M.

No muy seguros M y May  siguen a su amigo, adentrándose en ese misterioso bosque casi llegando a los límites de la manada.

Caminaron por unos treinta minutos más hasta llegar a aquel lugar tan especial.

Kong estaba tan emocionado de por fin ver con sus propios ojos el sitio donde sus padres se enfrentaron a una manada enemiga y ganaron. Además de ser un lugar dónde sus padres vivieron una despedida y tiempo después un gran reencuentro.

Kongphob había crecido con el relato de esa gran pelea y con la historia de amor de sus padres. En secreto también deseaba tener una gran historia de amor y a decir verdad estaba un poquitín celoso del amor de su hermano mayor.

Ah… Sí, sí, yo conocí a Mew en la gran pelea y fue amor a primera vista y bla, bla. Eran puras cosas bobas, según el joven alfa.

Kong ya estaba cansado de verlos darse amor y ser empalagosos, ¿por qué tenían que comer frente al hambriento?

Así que tuvo la brillante idea de buscar el amor, empezando por ese lugar tan mágico, según sus padres.

Ya estando a unos cuantos pasos de tocar el árbol su nariz logró captar un aroma muy particular…era dulce.

Kongphob tomó una gran bocanada de aire para poder llenarse de ese agradable aroma. Olía a manzana con canela.

M y May quisieron detener a su amigo pero fue tarde. Kong corrió a gran velocidad hacia el lugar de ese particular aroma.

Sus ojos se abren grandes al ver a un joven de piel blanca, cabellos negros, ojos brillantes y hermosos de color ámbar.

—Ayúdame —susurró con debilidad.

🌸

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